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sábado, 16 de noviembre de 2024

Uno, dos y tres…

El presidente de los norteamericanos sigue empecinado con las bolas malas...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 14/06/2020
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Donald Trump-manipulaciones
Trump sigue adelante en sus barbaridades que lanza a diestra a siniestra sin mayor recato.

Dicen que todo se deriva de su mayúsculo egocentrismo, sus embotadas ambiciones políticas, su inclinación retrógrada y su adicción a considerar a los demás como detritos muy por debajo de su exclusivista parcela de poder. Y lo cierto es que en sus casi cuatro años de gobierno Donald Trump puede “vanagloriarse” de ser uno de los ejecutivos gringos más desacertados, irracionales, tiránicos, caprichosos, mal educados e ineptos de la historia estadounidense; más allá de si en noviembre cercano sus más fieles seguidores logran otorgarle el triunfo y prolongar la actual agonía nacional.

No se trata de prejuiciosas manipulaciones o turbio rechazo a primera vista. Tales conclusiones las ha “rubricado” el propio mandatario por intermedio de su controversial ejecutoria y la larga cadena de dislates de toda índole que ha generado en los cuarenta y ocho meses de presencia en la Oficina Oval. Pero lo peor es que no hay respiro, atisbo de final, o siquiera un simulado alto por aquello de aparentar otra cosa. Trump sigue adelante en sus barbaridades, que lanza a diestra a siniestra sin mayor recato.

Entre las últimas y más frescas acaba de incluir la proyección de otro de sus cotidianos paquetes de sanciones, ahora para todo funcionario de cualquier tribunal internacional que decida abrir procesos por crímenes de guerra contra militares norteamericanos involucrados en la larga y brutal presencia bélica hegemonista de los Estados Unidos en el exterior.

En pocas palabras, nadie ose levantar un dedo contra sus “muchachos” ocupados en operaciones injerencistas so pena de cargar con un fardo de inhabilitaciones Made in USA, porque “ellos” son y serán inmunes, a tono con la voluntad expresa de la Casa Blanca.

Sanciones, para seguir en la misma cuerda, que a través de su Departamento de Estado también adelanta la Oficina Oval contra la Organización Panamericana de la Salud (ya lo había hecho días atrás contra la OMS) porque la susodicha entidad regional “estuvo involucrada en el envío de brigadas de médicos cubanos a Brasil” durante el gobierno progresista del Partido de los Trabajadores, los cuales dejaron el gigante sudamericano a partir de la hostilidad del nuevo mandatario local, el ultraconservador Jair Bolsonaro. “Insolencias que no pueden pasarse por alto”, según el lema de la mafia gringa adoptado hoy por el gobierno federal.

Pero la historia sigue, y el tercer acápite de las andanzas trumpistas se relaciona con la pretensión ejecutiva de clasificar como “entidad terrorista” al movimiento norteamericano ANTIFA, condensación del calificativo antifascista, que integrado por ciudadanos de todos los credos, colores de la piel y capas sociales, toman parte activa en las manifestaciones antirracistas que sacuden a la primera potencia capitalista.

El empeño oficial, y muy en particular del mismísimo ocupante de la Oficina Oval, se reduce a criminalizar a ANTIFA, apellidar como subversivos y matones a sus seguidores, y de paso establecer una “mezcla destructiva” con presuntos saboteadores y agentes revoltosos pagados por “regímenes como el de Caracas” y otros de América Latina y el Caribe para debilitar la “unidad, seguridad y estabilidad de la sociedad norteamericana y sus sagrados valores”.

Otra vez aquello de que “todo lo malo nos viene de afuera” y se debe únicamente al “malhadado rencor que la democracia y el modo de vida norteamericanos” generan entre los “incapaces, envidiosos y totalitarios enemigos foráneos”.

Cuentos e historietas que al parecer ya no surten los efectos deseados porque, según encuestas recientes (y sin el cierre definitivo de conclusiones), Donald Trump no aparece ya como un fácil y arrollador repitente en la Casa Blanca, y sí muestra algunos de los rasgos que perfilan un fracaso en su delirio de mando extendido.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Javier Hernández Fernández
 14/6/20 9:00

Donald Trump,el peor peligro hoy.

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