En los primeros 90 días de su mandato, Donald Trump se ha dedicado a trabajar en lograr lo antes posible la aprobación de leyes y proyectos que le permitan hacer realidad sus promesas de campaña y complacer a sus simpatizantes.
Bajo el lema "Make America great again" (Hagamos a EE.UU. grande otra vez), Trump presentó su propuesta de Gobierno, impulsando una ley para impedir el ingreso a EE.UU. de refugiados y migrantes musulmanes, así como la construcción de un muro a lo largo de su frontera con México.
"Si escuchaste su campaña y miras lo que está haciendo, hay un alto grado de consistencia allí, hechos que demuestran que Trump cumple lo que dice", señaló el profesor en ciencias políticas de la Universidad de Bufalo, James Campbell para BBC Mundo.
LAS ÓRDENES EJECUTIVAS
Para avanzar en las leyes y reformas de su Gobierno, Trump ha utilizado el instrumento de las órdenes ejecutivas.
En su primera jornada completa de trabajo en la Casa Blanca, el 20 de enero de 2017, firmó una orden instruyendo a las agencias gubernamentales para que "alivien las cargas del Obamacare".
La tercera orden emitida el lunes 23 de enero, cuando congeló las contrataciones de funcionarios del Gobierno federal, exceptuando las de las Fuerzas Armadas, en la línea con su promesa de campaña de adelgazar el tamaño de la Administración.
Ese día firma la orden para sacar a EE.UU. del acuerdo comercial TPP (Acuerdo de Asociación Transpacífico), cumpliendo la promesa de revisar los acuerdos comerciales y avanzar hacia el "proteccionismo".
El 24 de enero de 2017, Trump firmó una orden ejecutiva que reactivó el proyecto de construcción del oleoducto Keystone XL que atravesaba EE.UU. desde Canadá hasta las refinerías del Golfo de México.
Dos días después Trump aprovechó una visita al Pentágono para firmar una acción ejecutiva sobre medidas de vigilancia de personas que van a EEUU para "proteger al país de la entrada de terroristas extranjeros". Aseguró que el objetivo es "mantener a los terroristas islámicos radicales fuera del país", para garantizar que "no se admite en el país la misma amenaza contra la que nuestros soldados luchan en el extranjero".
En solo una semana Trump avanzó para cumplir sus promesas más polémicas durante campaña electoral.
Analistas han coincidido al señalar que Trump ha seguido una estrategia para satisfacer a su base electoral, mostrando que cumple sus promesas, pero su tiro podría salir por la culata.
La firma de las órdenes ejecutivas no son garantía de que Trump cumpla todo lo prometido. El exmandatario Barack Obama firmó al iniciar su gobierno en 2009 una orden ejecutiva para cerrar la prisión de Guantánamo en un año. Sin embargo, nunca lo logró en sus ocho años de gobierno.
REVESES POLÍTICOS
A pesar de firmar las órdenes ejecutivas para evitar la entrada de ciudadanos de siete países con predominio de la fe musulmana y su intención de desarmar el sistema de salud (Obamacare), el Congreso y la Justicia del país han puesto trabas a las aspiraciones de Donald Trump.
Desde el Congreso los sectores conservadores del partido demócrata y republicano han luchado para impedir la reforma del Obamacare, reactivar la construcción de polémicos oleoductos en Dakota del Sur o lograr una mayoría conservadora en la Corte Suprema.
A finales de enero, Trump firmó una medida ejecutiva para suspender la entrada a Estados Unidos de ciudadanos procedentes de Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
La orden presidencial también implicaba la suspensión del Programa de Admisión de Refugiados durante 120 días y, en el caso de los sirios, una prohibición indefinida de ingreso al país.
Las decisiones de los jueces federales Derrick Watson, de Hawái, y de Theodore Chuang, de Maryland, impidieron que la orden ejecutiva entrara en vigor en todo el territorio. En su fallo, Watson dijo que un "observador razonable y objetivo" concluiría que la orden "fue emitida con el propósito de perjudicar a una religión en particular".
En resumen, los tres primeros meses de Trump han sido de una fuerte actividad legislativa con el objetivo de desmontar lo hecho por Obama y tratar de complacer a sus simpatizantes más radicales.
Actualmente la popularidad del magnate ha decaído, lo que podría llevar a un giro en su agenda legislativa y prorrogar la firma de nuevas órdenes ejecutivas para continuar llevando adelante sus promesas electorales.
Todo esto, mientras bombardeó Afganistán con la “madre de todas las bombas”, atacó Siria con 59 misiles Tomahawk y ordenó un ataque militar en Yemen tras decir que sería sólo el presidente de Estados Unidos.
Con todo ello Trump deja atrás sus mensajes populistas y proteccionistas para satisfacer al establishment del partido republicano.
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