El equipo ejecutivo que a duras penas logró constituirse en España meses atrás bajo la dirección del derechista Mariano Rajoy, no ha dejado de enfrentar vicisitudes y sofocones durante su todavía corto ejercicio.
El asunto es que para importantes sectores del país, el Partido Popular, hoy nuevamente aposentado en La Moncloa, tiene una historia creciente cargada de denuncias acerca de notables actos de corrupción que han enlodado a no pocas figuras de esa agrupación de corte conservador.
Así, el tesorero de la organización se vio ligado a la compra-venta de influencias que le significaron el acceso ilegal a grandes sumas de dinero que fueron a parar a las arcas del partido y también a varios bolsillos privados de caciques derechistas, en medio de la anuencia de varios personeros gubernamentales de turno entre los que se señala al propio Rajoy.
Y ha sido en medio de esta cadena de sucesivos escándalos, averiguaciones y dislates, que el movimiento Podemos interpuso en el parlamento español una moción de censura contra el presidente a cuenta de semejante historial de corruptela vigente en el expediente del Partido Popular.
Durante un agrio debate, el jefe de gobierno intentó descartar los argumentos de la agrupación de izquierda y de dar nuevos afeites al deslucido rostro de su organización política.
Por su parte, Podemos reafirmó que presentaba la moción debido al deterioro social y político vigente en España a partir de los vínculos del gobernante Partido Popular con numerosos casos de corrupción, lo que le resta tremendamente en seriedad, confiabilidad y credibilidad dentro y fuera del país y desdice de la política nacional española.
No obstante el debate generado por la moción contra el gobierno que encabeza Mariano Rajoy, el parlamento español decidió no aprobar la demanda, lo que no dejó de suponer un sofocón para la derecha y las autoridades oficiales.
Según los datos de la votación, el documento fue rechazado por ciento setenta votos en contra, ochenta y dos a favor y noventa y siete abstenciones luego de un enfrentamiento de dos días.
Este resultado, explican analistas, obedece sin dudas a las aprensiones de ciertos grupos del legislativo con relación a no fomentar pretendidos nuevos signos de careo luego de casi un año en el cual el país no logró formar gobierno, y coloca otra vez en primeros planos la división de criterios de la izquierda local, toda vez que el Partido Obrero Socialista Español decidió abstenerse en la consulta.
Una decisión similar del PSOE fue la que permitió meses atrás que Rajoy retornara a la primera magistratura luego de doce meses de discusiones políticas sobre la concreción de un gobierno nacional motivada por la falta de mayoría parlamentaria de aquellas fuerzas (PP y PSOE) a las que la corona designó esa tarea institucional.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.