El próximo 3 de junio Perú celebrará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con dos candidatos que marcan pocas diferencias entre sí: Keiko Fujimori, que lastra el apellido de su padre Alberto, y Pedro Pablo Kucznisky, conocido como PPK, los que, indican analistas, marcan pocas diferencias políticas entre sí.
En la primera ronda el pasado día 10, la hija de Alberto Fujimori, quien presentó esta semana un recurso al poder judicial para que revierta su condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad y robo, entre otros cargos, se alzó con el 39,85 por ciento, y Zuznisky con 21.11 por ciento. Ello significa, de acuerdo con los números, que la descendiente de japoneses tiene más posibilidades de ocupar el sillón presidencial que deja Ollanta Humala.
Fujimori se presentó por el partido derechista Fuerza Popular, mientras su oponente lo hizo por Peruanos por el Kambio (PPK), de igual tendencia. Los postulados fueron escoltados por la candidata del progresista Frente Amplio, Verónica Mendoza, quien alcanzó el trcer puesto con el 18,27 de las preferencias, y 21 curules en el Congreso Nacional, cifras nada desdeñables.
Luego de conocerse los resultados, Mendoza declaró a la prensa que “lo peor que le podría pasar a Perú sería la elección de Keiko Fujimori como presidenta”, pero también precisó que su rival Pedro Pablo Kucznisky , “no marca distancias de ella”, pues ambos son neoliberales, en tanto describió a su partido como una plataforma de lucha progresista.
Respecto a Fujimori, la líder del Frente Amplio recordó los antecedentes de la candidata, y el hecho de que tras su triunfo en la primera vuelta los parlamentarios de su Partido “tienen actitudes agresivas y autoritarias”, como la congresista Cecilia Chacón, quien declaró que Alberto Fujimori “debe salir por la puerta grande” de la prisión cuando el poder judicial anule su condena.
Los recientes comicios generales tuvieron un complejo entorno, pues aunque estuvieron en la liza 10 candidatos, otros fueron inhabilitados y también quedaron fuera varios partidos debido a acusaciones por errores cometidos durante sus campañas. No obstante, más de 22 millones de personas acudieron a las urnas (un 84,4 por ciento de los convocados).
En esa ocasión se elegirían el Presidente de la República y sus dos vicepresidentes, 130 congresistas y cinco parlamentarios andinos para el período 2016-2021. Ninguno de los aspirantes a la Primera Magistratura ganaron el 50 por ciento más uno de los votos, por lo que se hace preciso el balotaje.
La progresista Mendoza resultó la revelación por su alto número de boletas favorables, por lo que se augura que el Frente Amplio no solo hará una férrea oposición al gobierno, sino que también se preparará para alcanzar la presidencia dentro de cuatro años.
Candidatos a la presidencia
En estos momentos, los dos políticos que pasaron al balotaje están en plena campaña, desplegados por el país, afinando sus promesas, y con la vista puesta en alzarse con el primer lugar, alejándose –aunque es más difícil para Keiko- de un posible régimen autoritario, pero sin rechazo a sus ideas políticas y la consecuente economía de mercado.
Uno de los propósitos de esta política de 40 años, graduada en Administración Pública, devenida Primera Dama luego del divorcio de sus progenitores, tendría que dejar atrás, sinceramente, las atrocidades cometidas por su padre, luego de que quedó demostrado que el autogolpe de Estado era innecesario para lograr la reinserción económica internacional, o la derrota del terrorismo, como sugieren algunos, sino que fue la expresión de un proyecto autoritario. Sirvió, eso sí, para que el japonés-peruano se mantuviera en el gobierno..
Su cercanía espiritual con su padre, al que no justifica pero no critica, le hará muy difícil convencer a muchos peruanos que la consideran parte de un plan orquestado para asentarla en la Presidencia y que quien gobierne en realidad sea el ex Mandatario, quien no pretende, tal como sugiere su petición actual de perdón, terminar sus días en la cárcel.
La candidata no es una neófita en temas de política. Además de la experiencia adquirida al lado de su padre, Keiko ya participó en las elecciones generales del 2011, quedando en tercer lugar detrás de Ollanta Humala y de su contrincante Kucznisky, otro veterano de la política local, aunque muy criticado por tener, hasta hace poco tiempo, ciudadanía estadounidense. Se le conoce en Perú por el gringo, término dado allí a los extranjeros.
Para quienes se preguntan por qué ganó la hija de Fujimori la primera vuelta, los análisis varían, pero todos coinciden en que, al igual que antes su padre, recorrió el país de un lado a otro, identificándose con los lugareños más pobres y alejados, a los que prometió un mejoramiento en la calidad de vida. Y les sacó los votos.
Amén de darse a conocer personalmente –método poco usado en ese país por otros políticos- algunos de sus defensores indican su carácter independiente, y su afán de estudio.
Cuando se creó la Escuela de Graduados en Gerencia Política de The George Washington University -con de 60 horas de estudio con el Congreso del Perú- sus profesores recuerdan ahora que era la primera en llegar y se sentaba cerca de los ponentes, tomaba nota de todo y estudiaba con precisión y cautela.
Otros expertos aseguran que su actual triunfo se debe a que rompió a los viejos esquemas trazados por su padre, y aunque el viejo fujiramismo le dio un inicio a su carrera política – lo que ella niega- sus planes están más sobre el futuro que el pasado.
En la otra parte de la contienda aparece el gringo Kucznisky, quien al parecer maneja con experiencia lo referido al movimiento de las finanzas, pues es un reconocido banquero y economista graduado en prestigiosas universidades del Reino Unido y Estados Unidos.
De ahí que uno de sus propósitos actuales es cambiar su imagen para que olviden al gringo que los ciudadanos ven de él, y por el contrario, informar su vida, en especial cuando acompañaba en la Amazonas a su padre, el médico alemán Máxime Kuczynski-Godard, que realizaba labores sociales e investigaba enfermedades propias de la altura del país hasta su muerte en 1967. Su madre, Madeleine Godard, una maestra franco-suiza, lo introdujo en las artes, cursando estudios de composición, piano y flauta en el Royal College of Music.
Nacido en Lima en 1938, fue ministro de Energía y Minas en el segundo gobierno no consecutivo de Fernando Belaúnde Terry y de Economía y Finanzas y presidente del Consejo de Ministros en el gobierno de Alejandro Toledo Manrique.
Cuando quedó en tercera posición en el 2011, Kucznisky le dio su apoyo a Keiko Fujimori, con quien mantenía amistad desde hacía años, con lo cual –dicen sus críticos- asumió su acercamiento con el fujimarismo del que acusan a la candidata.
El aspirante a Presidente ha trabajado en importantes empresas del sector privado en varios países. Entre ellas se cuentan consorcios mineros e industriales en África Occidental. Estuvo también en compañías como Acero del Pacífico (1992-1995), Magma Copper, Edelnor, S.A. Toyota Motor Corporation, Siderúrgica Argentina , R.O.C. Taiwan Fund, CS First Boston, Tenaris (2003-2004), Southern Peru Copper Corporation y Ternium Inc (NYSE) .
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