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viernes, 15 de noviembre de 2024

Otra oportunidad

Beijing y la UE intercambian de cara al presente y al futuro...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 24/06/2020
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China Unión Europea
China espera de Europa un papel internacional más trascen-dente y una más intensa relación mutua

Bien indican los analistas que los líderes europeos, a la luz de las malas experiencias con Donald Trump, deberían intentar de una vez adoptar un papel global más independiente y apegado al multilateralismo a que aspira el planeta y que ellos mismos aseguran suscribir.

Nadie duda que la Unión Europea (UE) es uno de los pivotes económicos y políticos en el mundo actual, y que podría desempeñar un papel autónomo más intenso, a partir de sus propios intereses, que el que actualmente asume con frecuencia como subordinada de Washington.

Puede sonar duro para algunos oídos, pero es una realidad tangible y lamentable en no pocos sentidos.

No obstante, hay fuertes manos tendidas que resultarían un asidero trascendente en el logro por la UE de una personería más determinante.

Así, sesionó hace unos pocos días, por video enlace, la cumbre de China y la UE, entre el presidente Xi Jinping y los líderes del Consejo y la Comisión Europeos, Charles Michel y Ursula Von der Leyen, respetivamente.

En la reunión, Beijing enfatizó que sus móviles internacionales nada tienen que ver con el hegemonismo, y sí mucho con el entendimiento y la fructífera cooperación mutuas, y precisó que China es “un socio, no un adversario” para la UE, pues seguirá profundizando sus reformas y ampliando su apertura, lo cual proporcionará a Europa una nueva ronda de oportunidades de cooperación y espacio de desarrollo.

“No existe ningún conflicto de intereses fundamentales entre China y Europa. La cooperación supera por mucho a la competencia y el consenso supera por mucho al desacuerdo”, dijo Xi Jinping, y pidió a las dos partes respetarse y buscar el terreno común a la vez que dejar de lado las diferencias.

Para Beijing es importante el pronunciamiento europeo a favor de un orden internacional multilateral, a la vez que —subrayó el líder chino— “nuestras potencialidades deben desempeñar el papel de motores dobles de la economía mundial, impulsar su recuperación, apoyar conjuntamente la reanudación científica y ordenada del trabajo y la producción, fortalecer la coordinación de políticas macroeconómicas, y mantener estables y sin contratiempos las cadenas industriales y de suministros”.

Beijing también se declaró comprometido con la ejecución de planes de apoyo conjuntos para poner fin a la pandemia de la COVID-19 y en el trabajo de restablecimiento de la normalidad a escala global.

En pocas palabras, brazos abiertos para trabajar en todo, discutir todo, analizar todo, y lograr cotas de cooperación y confianza mutuas que (añadimos nosotros y vale recalcarlo), sin dudas apuntalarían al Viejo Continente en el papel independiente que debería caracterizarle acorde con su peso global.

En cuanto a los interlocutores del presidente chino, todo hace pensar que se mostraron satisfechos con el nuevo intercambio a alto nivel, aun cuando no pocos medios occidentales de prensa intentaron de antemano hacer más énfasis en los desacuerdos vigentes que en la abierta posibilidad de atenuarlos.

Así, despachos que siguen la desfavorable opción de una Europa mediatizada, pusieron el píe en asuntos pendientes en materia de inversiones y trato a empresas mutuas, e intentaron colocar en el tablero el tema relativo a Hong Kong, territorio reincorporado años atrás a China bajo la política de Beijing de “un país, dos sistemas”, y donde el injerencismo externo alienta disturbios y desestabilización en franca y agresiva injerencia en los asuntos internos del gigante asiático.

No obstante, y en ese contexto, el clima abierto y franco de la cumbre China-UE que motiva este comentario puede augurar cambios positivos en los vínculos bilaterales, tal como espera Beijing y deberían también asumir los líderes del Viejo Continente, sobre todo cuando sus pretendidos “carnales” han dejado claro que no hay intereses más importantes que los suyos muy individuales y propios.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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