De filiación socialista (a la usanza de Europa Occidental), ex primer ministro de su país, y muy ligado después a diversas entidades internacionales, el recién estrenado en su trascendente cargo Antonio Guterres, ha llamado a hacer del 2017 un año de paz.
Resulta una loable intención y un importante asunto el escogido como una de las prioridades de su mandato global, sin embargo, si bien el qué es válido, queda por determinar el cómo, que ya son otras palabras.
Empezando porque el ex estadista portugués llega a su nueva responsabilidad en un escenario donde hasta hoy la guerra y la violencia parecerían las rutas escogidas por poderosos sectores mundiales para intentar acceder al trono planetario, en el cual la propia ONU (si se le concede la existencia) sería una mera entelequia o cuando más una suerte de objeto decorativo y netamente museable.
¿A qué discutir con quienes no cuentan? se dirían con total seguridad esos nefastos intereses de lograr sus propósitos, y nadie puede afirmar que en los años por venir tales oscuras metas desaparezcan tan fácilmente.
Por consiguiente, con Guterres al frente, Naciones Unidas seguiría cargando por un buen tiempo con los mismos riesgos y adversidades que hasta hoy, y recibiendo bendiciones o maldiciones de los hegemonistas según corrobore o no sus planes injerencistas y expansivos.
Desde luego, no se trata de admitir como inalterable lo que ha venido y viene sucediendo, y sin dudas una personalidad honesta y consecuente al frente de la entidad más representativa a escala mundial sería de muy alta utilidad y apoyo en todo lo que está aún por transformarse y lograrse en semejante escenario.
Y hablamos, desde el fin de la violencia terrorista y los procesos injerencistas y desestabilizadores en Asia Central y Oriente Medio (a cuenta de la derecha mundial), hasta la reconversión de la propia Naciones Unidas en un conglomerado sin los privilegios sectarios que otorga su Consejo de Seguridad a los más poderosos, y con la debida democratización que de valía real a los acuerdos de la mayoría de sus más de 190 integrantes.
Batallas duras, sin dudas, pero precisamente capaces de asegurar esa paz y esa estabilidad generales que acaba de demandar Guterres en su ceremonia de investidura.
Y parecería que no habrá que esperar mucho para que el nuevo Secretario General se vea obligado a actuar.
Hace apenas unos días, el Consejo de Seguridad logró por primera vez (siempre había enfrentado el veto de los Estados Unidos) aprobar una declaración que define como ilegales los asentamientos poblacionales establecidos unilateramente por el Israel sionista en territorios palestinos ocupados por la fuerza.
Decisión que la belicosa administración del primer ministro Benjamín Netanyahu ha dicho que no obedecerá, y que motivó expresiones adversas del próximo presidente norteamericano, Donald Trump, en torno a la actuación de Naciones Unidas en este asunto.
De manera que podríamos estar en presencia de una nueva ronda de hostilidad oficial estadounidense frente a las decisiones no complacientes del máximo organismo internacional, rememorando las otras muchas ocasiones de la historia en que Washington no ha tenido reparos en emprenderla contra la ONU cuando los juicios o dictámenes de esa entidad no han resultado convenientes a sus consideraciones y actuaciones globales.
Y ciertamente, Naciones Unidas, con todas sus imperfecciones, limitantes y obtáculos por salvar, debe ser defendida en tanto constituye el podio diplomático más abarcador con que cuenta la humanidad.
Es de esperar entonces que Antonio Guterres, con toda su experiencia en entidades mundiales, incluidas las dedicadas al peliagudo asunto de los refugiados, se convierta en un actor positivo y eficaz indentificado con las voces mayoritarias y sus más justos y sensatos pareceres.
senelio ceballos
8/1/17 10:41
..Nestor..La ONU..es uno de los organismos internacionales que desde la ERA post-guerra se ha mantenido con tantas sube y baja...ineficiencias en sus operaciones militares de ayuda.... Que da pena...Pero..como decimos los guajiros...CON ESA LLEGUITA debemos seguir trabajando...Yo recuerdo desde los annos de U.tang hasta Guterrez...Cuanos han pasado?..El mundo se ha vuelto mas incontrolado - ingobernable..... ES UN CLUB DE MUCHO BLA,BLA.BLA.....cacareos-pocos huevos!!!!Gracias por vuestro articulo!!
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