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sábado, 16 de noviembre de 2024

Nuevos focos de tensión en Venezuela

Designación de nuevo Consejo Nacional Electoral y elecciones parlamentarias causan más amenazas de Mike Pompeo...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 17/06/2020
1 comentarios
CNE - Venezuela
Este lunes se instaló el nuevo CNE presidido por Indira Alfonzo Izaguirre

La nominación del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), uno de los pasos para la celebración de elecciones legislativas, levanta cuestionamientos de los enemigos del gobierno venezolano e, incluso algunos, como el secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) Mike Pompeo, exige que sean presidenciales para hacer, planteó, “una limpieza política a fondo”.

El ultraderechista Pompeo, en su habitual postura injerencista en Venezuela, cuestionó la designación por la sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de los nuevos rectores del CNE y de su presidenta, Indira Maira Alfonso Izaguirre, antigua magistrada de ese órgano, y a su vicepresidente Rafael Simón Jiménez Melean, conocido opositor antichavista.

Lo que pretende la Casa Blanca es impedir que tanto el legítimo presidente Nicolás Maduro como el autodesignado mandatario interino Juan Guaidó participen como candidatos en aras de llevar al Palacio de Miraflores a un títere aliado a sus intereses hegemónicos.

Según Pompeo, el denominado “Marco Democrático para Venezuela” determina una serie de condiciones, entre ellas el levantamiento paulatino de las sanciones unilaterales impuestas durante años con las que pretenden forzar a Maduro a dejar la presidencia y derrocar la Revolución Bolivariana. Hasta ahora, todas las maniobras pensadas en EE.UU. —incluido su títere Guaidó— han resultado un fracaso.

Esta nueva agresión de Pompeo se corresponde con los pasos estratégicos puestos en práctica en la guerra unilateral declarada contra la nación suramericana, apoyada por sus aliados en América Latina, cuyo fin no es la cacareada democracia que dice defender el régimen de Trump, sino apoderarse del país que posee las mayores reservas petroleras del planeta.

Pompeo catalogó la designación del CNE de “primeros pasos para manipular próximas elecciones”, —que serán este año, pero sin fecha— lo cual, desde ahora, crea una matriz de opinión aprovechada por la franja opositora radical para sus maquinaciones antigubernamentales.

Nada ilegal se ha hecho en Venezuela para designar el nuevo CNE. El TSJ debió encargarse de la nominación a pedido de los dirigentes de los partidos opositores Soluciones para Venezuela, Cambiemos, Movimiento al Socialismo (MAS), Avanzada Progresista, Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) y Esperanza por el cambio.

La solicitud fue hecha debido a que hay una omisión constitucional por parte de la Asamblea Nacional (AN) —a la que en situaciones normales le corresponde elegir al ente electoral— lo que no puede hacer ahora por encontrarse en desacato desde 2016. La constitución de una nueva AN es el propósito de los comicios legislativos que se efectuarán este 2020.

Las declaraciones de Pompeo molestaron a Rusia. La portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, consideró “absurda” la propuesta de Washington de celebrar elecciones en Venezuela en medio de la pandemia de coronavirus, con el objetivo de realizar un golpe de Estado, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

Zajárova indicó en una sesión informativa que “varios países se guían por la coyuntura política, el deseo de aprovechar la difícil situación epidemiológica en el mundo y en Venezuela. La idea de un golpe que llevaría a la destitución del presidente legítimo del país permanece en la mente de algunas fuerzas políticas de Occidente”, en alusión a las palabras de Pompeo.

Las declaraciones de la portavoz de la cancillería rusa llegaron dos días después de que el Secretario de Estado propusiera formar un “gobierno de transición” en Venezuela.

Para Zajárova, la idea del régimen de Donald Trump de celebrar elecciones nacionales en Venezuela “crea una sensación de absurdo absoluto” durante la pandemia global de la COVID-19 y la moratoria mundial de eventos políticos.

Ante decenas de periodistas, la vocera de la cancillería también refirió que Rusia se opone al rechazo del Fondo Monetario Internacional de conceder al gobierno venezolano asistencia financiera para contener la COVID-19.

DERECHA DIVIDIDA NO GANA ELECCIONES

Guaidó, un diputado que se autodesignó presidente interino de Venezuela, depuesto como presidente de la AN, dio una de sus acostumbradas pataletas en el entorno de los cuatro partidos que le apoyan .y se hacen llamar el G4, pero sin que la sangre llegue al río.

Ridiculizado en sus intentos de derrocar al gobierno revolucionario, el último de ellos el pasado 30 de abril, cuando fue destruida la operación Gedeón protagonizada por mercenarios que intentaron penetrar las costas venezolanas para asesinar a Maduro o llevarlo a EE.UU., refuta al nuevo CNE y advierte que no tomará parte en los comicios y seguirá liderando una AN paralela.

Este fracasado político ignora públicamente que su antiguo cargo como líder de la AN ahora es ocupado por el diputado opositor Luis Parra, por lo que está desvinculado de los asuntos parlamentarios. .

La conformación del nuevo ente electoral agudiza las tensiones en el antichavismo, radicalizando sus disputas internas.

El grupo que forma parte de la Mesa de Diálogo Nacional considera las parlamentarias como una oportunidad para desplazar a los partidos tradicionales del tablero político y electoral, a lo que el G4 ha respondido con un reforzamiento de su línea abstencionista.

Mientras el G4 acusa a las organizaciones periféricas de favorecer la estabilidad del gobierno de Maduro, los tradicionalmente excluidos de la conducción política del antichavismo afirman que la abstención no favorece el cambio político.

En la fraccionada derecha venezolana hay rivales de Guaidó, como María Corina Machado, quien tampoco coincide con los participantes de la Mesa de Diálogo Nacional y el G4, y otros, como el ex candidato presidencial Henrique Capriles, de Primero Justicia, que apuestan por las parlamentarias a contracorriente de las tendencias dominantes de su propia agrupación política.

Mientras, Guaidó y su partido Voluntad Popular (VP) pretenden aparecer como un bloque unitario y con capacidad para arrastrar a los antichavistas. La realidad indica otro escenario, pues solo este mes VP sufrió la renuncia de tres de sus cuadros: Rosmit Mantilla (diputado), Ana Karina García (“activista de derechos humanos”) y Gaby Arellano.

Ellos argumentaron que hay diferencias políticas en torno a los procesos de diálogo, de organización y de liderazgo, lo cual demuestra que no consideran a Guaidó el líder indiscutible de Venezuela, como refiere su aparato de falsa propaganda.

También el partido Acción Democrática (AD), del expresidente de la AN, Henry Ramos Allup, el derechista que mandó a retirar un retrato del líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez del recinto parlamentario, tiene sus rencillas internas debido al nombramiento del nuevo CNE.

Aunque Ramos Allup determinó que su organización no se presentará a las parlamentarias, el secretario general de AD, Bernabé Gutiérrez, diputado de ese pabellón, gobernadores y alcaldes exigen que se abra un debate con sus miembros para decidir el rumbo del partido, con lo que acabaría el caciquismo del histórico líder del partido.

El hermano de Gutiérrez, José Luis Gutiérrez, fue uno de los nuevos rectores del CNE nombrados, lo que activó la crisis en AD. En el G4 de Guaidó se presume que Ramos Allup lo postuló a sus espaldas.

Las riñas entre la derecha alcanza también a Primero Justicia, ya con discrepancias internas con Guaidó y su proclamación de abstencionismo en las urnas.

Las palabras de Pompeo tienen un mensaje claro para los opositores, y es que deben formar un muro que quiebre cualquier intento de diálogo político.

Las discrepancias tienen un trasfondo y es que Guaidó apenas le sirve a EE.UU. en su campaña contra Maduro. El G4, que dice estar unido, cree de manera ciega en que Washington derrocará al chavismo y sería esa su oportunidad de integrar un nuevo Ejecutivo en reconocimiento a su fidelidad.

Ante el alto número de derrotas sufridas por la Casa Blanca en ese empeño, la última más sonada y que los ridiculizó es la llegada a Venezuela de cinco tanqueros iraníes cargados de gasolina e insumos, a pesar de las amenazas imperiales de evitarlo con cañones enfilados a la ayuda solidaria.

La élite derechista está descabezada. No admite a Guaidó y queda anulada por sus propias divisiones para ganar las parlamentarias. Carece de líderes y de capacidad movilizadora.

Mientras Pompeo amenaza y el Comando Sur patrulla las aguas del Caribe, la mano solidaria de México se extendió hasta Venezuela, dispuesto a venderle la gasolina que desee, por razones humanitarias, si así lo solicita Caracas, y pese a las eventuales sanciones a que se expone.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, declaró hace pocos días: “Nosotros somos libres, México es un país independiente, soberano, tomamos nuestras propias decisiones y no nos metemos con las políticas de otros países. Es autodeterminación de los pueblos y ayudar en lo humanitario. Nadie tiene derecho a oprimir a otros, ninguna hegemonía puede aplastar a ningún país”.

Habría que observar que piensa EE.UU. de la voluntad mexicana, pues López Obrador anunció que podría visitar a Trump el próximo mes de julio.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Javier Hernández Fernández
 18/6/20 8:45

Resistir con mucha inteligencía.

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