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viernes, 15 de noviembre de 2024

Mirada al frente

China anunció recientemente sus planes de convertir a la provincia insular meridional de Hainan en un puerto de libre comercio de alta categoría a nivel mundial para mediados de siglo y hace gala nuevamente de sabiduría y altura estratégica en materia económica y de alianzas...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 11/07/2020
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Hainan se proyecta como un impulso decisivo al libre comercio, hoy atascado por el unilateralismo y el proteccionismo hegemonista.

Todos reconocen que la pandemia de la COVID-19 está dejando una seria zanja global en materia económica. La paralización productiva, la inmovilidad ciudadana y el corte forzado de los intercambios comerciales son, entre otras limitantes, parte de estos factores, por demás inviolables si se quiere al menos frenar y controlar la expansión del nuevo coronavirus.

No obstante, los mayúsculos problemas actuales no pueden ser barrera para que, con mirada al futuro y con objetividad y sensatez, los verdaderos estadistas y dirigentes reflexionen y trabajen para mejores momentos, de manera que la postración sea lo menos dañina posible.

Así, Beijing anunció recientemente sus planes de convertir a la provincia insular meridional de Hainan en un puerto de libre comercio de alta categoría a nivel mundial para mediados de siglo, a la vez que en la primera línea de la integración de China en el sistema económico global.

Según del Comité Central del Partido Comunista de China, “el mundo está enfrentando una nueva ronda de desarrollo, cambios y ajuste importantes, cuando el proteccionismo y el unilateralismo están al alza y la globalización económica está enfrentando nuevos vientos en contra”.

Las agencias noticiosas del gigante asiático precisan que la construcción del puerto de libre comercio de Hainan es vital en el empeño de lograr una economía abierta, la profundización de la reforma basada en el mercado, y la mejoría del ambiente empresarial, en instantes en que poderosos intereses hegemonistas impulsan injustificables guerras arancelarias y absurdas sanciones que atentan contra todas las reglas globales de intercambio y cooperación.

China especificó que desarrollará el plan de forma gradual. Hainan poseerá más autonomía dentro de los planes de reforma, y será más flexible y eficiente en lo referente a la legislación y los sistemas reguladores, despejando así los obstáculos institucionales que impiden el flujo de los factores de producción.

Por demás, y ello constituye uno de los pivotes del proyecto, “Hainan fortalecerá los intercambios y la cooperación con los países del Sudeste Asiático y promoverá el desarrollo conjunto con la gran bahía Guangdong-Hong Kong-Macao”.

En ese sentido, el presidente Xi Jinping apuntó que para lograr esas amplias metas se incentivará el despliegue en la zona especial de mano de obra local altamente especializada, así como de personal de Hong Kong, Macao y Taiwán, y de estudiantes extranjeros con grados de maestría o superiores emitidos en universidades chinas.

La zona de libre comercio de Hainan será además un elemento dinamizador de la renovada Ruta de la Seda, llamada a ser pilar clave del sistema comercial global, por mucho que le pese a los intereses reaccionarios de nuestros días.

China además orienta el trabajo futuro a consolidar sus vínculos estratégicos con otras naciones en franco proceso de avance, a partir del respeto, el beneficio compartido, y el empeño común de un futuro mundial multipolar.

Así, por estos días, y en conversación telefónica, los presidentes Xi Jinping y Vladímir Putin reiteraron la importancia de fortalecer la cooperación entre sus respectivas naciones en los campos de la alta tecnología, la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos.

Por demás manifestaron estar dispuestos a seguir colaborando para preservar sus respectivas soberanías nacionales y la seguridad e intereses comunes, a la vez que su firme rechazo al sabotaje externo y la intervención en los asuntos internos de cada país.

Beijing y el Kremlin destacaron el alto nivel de cooperación estratégica bilateral que últimamente se manifestó en las ayudas mutuas durante la pandemia de la COVID-19, y se comprometieron a continuar fortaleciendo lazos económicos y “seguir con grandes proyectos en las esferas del suministro de hidrocarburos, energía atómica para usos pacíficos y aeronáutica civil”.

En pocas palabras, inteligencia, objetividad, compromiso y visión estratégica, ausentes por completo entre otros pretendidos “líderes internacionales”.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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