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viernes, 15 de noviembre de 2024

Mauricio Macri: papá, el Estado soy yo

Cuando el compromiso familiar suplanta al deber con el país se producen «regalos» escandalosos como el que intentó hacer el presidente argentino a su padre...

Enrique Manuel Milanés León en Exclusivo 25/02/2017
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Mauricio Macri y su padre
Se han producido denuncias contra Macri por condonarle a su padre una deuda con el Estado.

Aunque la semana pasada una editora me alertó sobre el peligro de que este análisis perdiera actualidad, los hechos, que suelen ser tercos, mantienen en la palestra los malos aires que rodean al presidente argentino Mauricio Macri, perseguido sin pausa por el sonoro tango de la sospecha.

No hay que ser un gran analista político para darse cuenta de que su propio intento de “rectificación” —el 16 de febrero Macri dio, según sus propias palabras, “instrucciones para que empecemos de cero; todavía no se cobró ni se condonó la deuda, no hay hechos consolidados”— no hizo más que multiplicar las dudas acerca de sus buenos oficios.

La evocación abreviada del origen de este embrollo es sencilla: en 1997, el entonces mandatario Carlos Menem entregó la concesión de la empresa Correo Argentino a la Sociedad Macri (SOCMA). El contrato establecía que la empresa entregara al Estado un impuesto semestral, pero en 1999 los Macri dejaron de pagar a los acreedores —el mayor de ellos, el Estado—, así que cuando el presidente Néstor Kirchner rescindió el contrato en 2003 había ya una deuda de casi cuatro millones y medio de dólares que todavía no ha sido honrada.

Así llegamos a estos días, cuando el Gobierno de Mauricio Macri —poco antes de que este se viera obligado a aplicar la reversa— anunció el 8 de febrero, día del cumpleaños del jefe de la Casa Rosada, un acuerdo que perdonaba nada menos que el 98, 87 % de la deuda de la empresa Correo Argentino, representada por su papá Franco Macri.

Aunque hay ahí material para una de esas telenovelas —brasileñas, turcas… ¡o argentinas!— de intriga empresarial, la fiscal Gabriela Boquin llevó el “libreto” para el campo judicial al denunciar que hay un claro caso de conflicto de intereses y una operación ruinosa para el Estado, colocado en esta historia en el triste papel de la dama engañada.

Ahora la Auditoría General de la Nación analizará el acuerdo y, como decimos en Cuba, “por si las moscas…”, el fiscal federal Juan Pedro Zoni solicitó que se imponga en la causa el “secreto de sumario”, provisión excepcional cuando se temen allanamientos o detenciones. Porque, según presume el magistrado, si el expediente continúa abierto a la consulta, las pruebas “podrían perderse”. A todas luces, todos en Argentina saben que Macri es tremendo… presidente.

Lo sabe mejor que nadie su antecesora en el cargo, Cristina Fernández de Kirchner, quien denunció en Twitter que “mientras Clarín (el conocido periódico argentino) te distrae con inventos, Macri, en el día de su cumpleaños, acaba de hacerse un regalo de 70 000 millones” (de pesos argentinos).

El Gobierno se ha defendido atacando. Además de intentar alejar a Mauricio Macri del más que evidente conflicto de intereses —¿el compromiso familiar está por encima del compromiso con la nación?— y de esparcir dudas sobre las mismas instancias de la Justicia, tan socorridas antes contra sus enemigos, el ejecutivo de derecha continúa la demonización del kirchnerismo.

Sin embargo, además de que, como ya apunté, fue Néstor quien mandó a parar el 2003 el poder de SOCMA sobre Correo Argentino, más tarde Cristina rechazó, una tras otra, propuestas de pago de esa deuda consideradas abusivas contra el Estado. Que haya tenido que llegar Mauricio Macri a la presidencia para conseguir que su clan familiar pague apenas ¡el 1,13! de la deuda, con facilidades que le permitirían terminar de liquidar ¡en 2033!, habla a las claras de quién es el villano en esta historia.

Hay en la trama otra posibilidad inquietante. Aunque Mauricio Macri cedió en el año 2009 sus acciones en la compañía a sus hijos, quizás conserve —como hizo su padre en otra época— el usufructo de esas acciones y sea, o hubiera sido, el real beneficiario de la reducción extrema de esa deuda.

Por lo pronto, Juan Pedro Zoni impulsó acciones penales contra el presidente, su ministro de Comunicación, Oscar Aguad, y el director de asuntos jurídicos de ese ministerio, Juan Mocoroa, quien suscribió el acuerdo de Macris, quiero decir, de marras.

Hay que esperar. Como suele ocurrir, deben seguirse las trazas del dinero que a menudo —y a billete— deciden las rutas de la política. Pero en lo que buscamos los nuevos titulares de prensa, no podemos olvidar el poder del clan que ha tomado la presidencia argentina.

Una anécdota dice más que mil imágenes. Tal vez pocos lo sepan, pero el 24 de marzo de 1976 la familia Macri entró a la última dictadura argentina con siete empresas en el puño. Mucha sangre después, cuando el país cerró al fin ese triste capítulo en diciembre de 1983, el clan del actual presidente emergió con 47 compañías. Desdichadamente, las intrigas, como el dinero, jamás pierden actualidad. 


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Enrique Manuel Milanés León

Con un cuarto de siglo en el «negocio», zapateando la provincia, llegando a la capital, mirando el mundo desde una hendija… he aprendido que cada vez sé menos porque cada vez (me) pregunto más. En medio de desgarraduras y dilemas, el periodismo nos plantea una suerte de ufología: la verdad está ahí afuera y hay que salir a buscarla.

Se han publicado 1 comentarios


Nor1
 25/2/17 12:09

las consecuencias de querer empoderar la tan aclamada clase media de latinoamerica que cuando se siente un poquito comoda nada mas ya sabemos para donde tira. no nos podemos conformar. activismo politico y compromiso con la lucha. despues que te montas en el carro de la revolucion no te puedes bajar. no hay ultima parada en vida. muchas gracias.

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