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martes, 19 de noviembre de 2024

Los nuevos retos

Siria no ha conjurado aún todos los peligros...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 29/12/2017
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Fuerza aérea Rusia
Rusia inició sus golpes aéreos a solicitud del presidente sirio, Bashar al-Asad. (Foto: Russian Defence Ministry).

Defenestrado el Estado Islámico en Siria gracias al ejército nacional y sus aliados de Rusia, Irán y el Hizbolá libanés, se hace evidente que la paz y la integridad nacionales en ese país mesoriental tendrán que enfrentar aún riesgos y agresiones de orden hegemonista.

Así lo pretenden los enemigos del pueblo sirio iniciadores de la cruenta guerra que ha debido sufrir la nación, y así lo corroboran también Damasco y sus camaradas externos de armas.

En el escenario local todavía actúan los “rebeldes” de las tituladas Fuerzas Democráticas Sirias, que Washington y sus pares en la aventura intervencionista han usado de fachada para alentar, movilizar, pagar, y ahora proteger a los fugitivos terroristas del Estado Islámico y Al Nusra (la versión siria de Al Qaeda), lo que presupone que el menú de desmanes no ha concluido.

Por otro lado, los Estados Unidos, al mando de su denominada “coalición internacional” que suma a naciones occidentales, Israel y a la derecha árabe, se niega a abandonar la porción de suelo sirio que ocupa ilegalmente bajo el insostenible pretexto de combatir “el extremismo islámico”.

Mientras, en las alturas de Golán, territorio de Siria en manos israelíes desde 1967, se pertrechan los sionistas y los remanentes terroristas para seguir hostilizando a las legítimas autoridades de Damasco.

En pocas palabras, las fuerzas agresoras, duramente golpeadas, pretenden aún lograr sus destructivas metas o al menos obstaculizar a toda costa el futuro de los vencedores, con la siempre latente intención de imponerse en la zona y convertirla en un vital emporio geoestratégico.

Desde luego, justo de la otra parte se tiene absoluta consciencia de cuanto intentan los enemigos, de ahí que ningún cabo ha sido dejado al azar.

De hecho, los altos mandos militares rusos destacados en Damasco han indicado que su prioridad para el nuevo año será la eliminación total de todos los grupos armados renuentes a asumir el alto el fuego en el país, especialmente a aquellos terroristas extremos camuflados de “democráticos”.  

Por demás, según reciente discurso del presidente Vladímir Putin al recibir a varias unidades militares rusas que participaron en la campaña siria, precisó que la presencia de combatientes de su país como apoyo a Damasco es de vital importancia para la seguridad y la defensa de la propia Rusia.

Dijo que Moscú mantendrá sus tradicionales bases castrenses en Tartus y Hmeimim, en las provincias occidentales sirias de Tartus y Latakia, respectivamente, y seguirá adelante con las operaciones antiterroristas que ya pusieron fuera de combate a no menos de 60 000 integrantes del titulado Estado Islámico.

Según fuentes militares rusas, cuando Moscú inició sus operaciones aéreas el 30 de septiembre de 2015, “había en Siria unos 59 000 terroristas, y en dos años lograron reclutar a otros 10 000”.

Rusia inició sus golpes aéreos a solicitud del presidente sirio, Bashar al-Asad, para detener el avance de los grupos extremistas, y a principios de este diciembre el Kremlin dio por concluida su misión contra el Estado Islámico en el país.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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