Este jueves, a 72 horas de la celebración de las elecciones para designar 537 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el pueblo venezolano participará en megamarchas para el cierre de campaña de los 6 000 candidatos que aspiran a enrumbar la nación por un camino de paz y prosperidad.
Las manifestaciones, convocadas en los 23 Estados y Caracas, expresarán el respaldo de una mayoría de ciudadanos a la ACN, la Revolución Bolivariana y al presidente Nicolás Maduro, en medio de los ataques de la oposición interna, amenazas de Estados Unidos, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la media internacional conservadora que miente y tergiversa la situación nacional, entre otros actores conservadores.
Las megamarchas preceden a un fracasado paro nacional de 48 horas —solo visible en el Este de Caracas, donde viven los adinerados— al cual llamó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que hasta ahora ha fracasado en sus acciones anticonstitucionales para derrocar la Revolución Bolivariana.
“Conciencia y organización prevalecen en la clase obrera venezolana que se mantiene activa para garantizar la estabilidad productiva del país”, confirmó el presidente de la Central Bolivariana y Socialista de Trabajadores de Venezuela (CBST), Wills Rangel, en declaraciones a la prensa local desde la estación del Metro Capitolio, centro de Caracas, en normal funcionamiento.
Rangel aseguró que “todos los sectores productivos de Venezuela están activados, y vamos a seguir preparándonos para las elecciones del 30 de julio y darle un rotundo rechazo al terrorismo y al fascismo”
ACABAR CON PLANES GENOCIDAS ES TAREA PRIORIZADA
La convocatoria a la ANC fue realizada por Maduro el pasado 1 de mayo como única posibilidad, estimó, de terminar con la política de odio de la derecha internacional que, con la violencia, intenta crear el terror entre la población. Más de 100 personas murieron en los últimos casi cuatro meses a manos de los subversivos, además de cientos de heridos y cuantiosas pérdidas materiales.
A partir del pasado 9 de abril, cuando comenzó la campaña electoral, más de 6 000 ciudadanos que no representan a partido alguno, se inscribieron, luego de cumplir determinadas condiciones, en las listas comiciales e iniciaron sus campañas en representación de territorios y sectores sociales.
Uno de los propósitos del golpe de estado en marcha bajo los auspicios de Washington y sus aliados internacionales, es fomentar miedo en la población para que se abstenga de salir de sus hogares el domingo y que fracase la ANC.
Son casi 20 millones de ciudadanos los convocados para elegir a los 537 asambleístas de los 545 que integrarán la ACN mediante el voto directo, secreto y universal. Los ocho restantes saldrán de las comunidades indígenas, quienes serán electos el 1 de agosto.
De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE), la ANC será instalada 72 horas después de los comicios, el próximo día 2.
En reciente intervención pública, Maduro aseguró que “el pueblo con coraje y dignidad va salir a votar el domingo 30 de julio, va a protagonizar una gran victoria y nadie va a poder contra Venezuela”, en alusión al complot internacional que ganó fuerza desde hace casi un mes ante la imposibilidad opositora de suspender las elecciones.
Los ataques contra la Revolución arreciaron desde el pasado día 16 cuando voceros de la contrarrevolución declararon la Hora Cero, equivalente a una arremetida sin precedentes, en la que han tratado, ante todo, de intimidar a la población y dejar constituido, hasta ahora sin éxito, un gobierno paralelo al legitimo en funciones.
Ante el convencimiento de que Venezuela se mantiene en resistencia heroica, el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, aseguró que trabajaba con los gobiernos de México y Colombia para derrocar a Maduro, con lo cual aspiraba a atizar el fuego de la división regional y a que otros le siguieran.
Sin embargo, en sendas notas públicas, las cancillerías de esas dos naciones latinoamericanas —aunque siempre apoyaron sanciones contra Venezuela en el seno de la OEA— desmintieron al funcionario estadounidense y aseguraron que nunca se reunieron con él para tratar el tema de la nación suramericana.
Al cierre de esta nota, Pompeo no había reaccionado a las declaraciones de México y Colombia que negaron su injerencia en los asuntos internos de ningún país de América Latina, en tanto indicaron su respeto por Venezuela.
TODO LISTO PARA CELEBRAR ELECCIONES SEGURAS Y TRANSPARENTES
Mientras, el CNC divulgó este miércoles que ya están listas las condiciones para unas elecciones transparentes y de calidad, a la vez que anunció nuevas medidas para garantizar la seguridad de los votantes ante las amenazas de boicoteo de la oposición de extrema derecha.
El Poder Electoral anunció que las medidas de contingencia son válidas en 76 barriadas del país, donde se registraron actos violentos.
Entre ellas están la ampliación del perímetro de seguridad a 500 metros, la declaración de los centros de votación como zonas de seguridad y la activación de otros de contingencia. Si con estas acciones aún hubiera algún peligro, los ciudadanos están autorizados a votar en cualquiera de los 14 415 colegios establecidos para los comicios, indicó el Consejo.
En estos momentos, tales espacios están ocupados por los 232 000 efectivos de las FANB movilizados para su resguardo y del material electoral, indicó Venezolana de Televisión.
El CNE también anunció que están listas las 30 431 máquinas de votación dispuestas para la jornada, al tiempo que se desplegaron los equipos tecnológicos y material electoral previsto y están preparados los técnicos y operadores que trabajarán el domingo.
Aunque siguen latentes las amenazas de distintos actores políticos y partidistas dentro y fuera de Venezuela, analistas coinciden en que las elecciones se celebrarán y la ACN será instalada, tal como se prevé por el gobierno.
Entonces, poco terreno le quedará a la oposición interna, que si desea sobrevivir luego de los cambios institucionales que acompañarán la nueva ANC deberá adaptarse a los tiempos que se avecinan en que se mantendrá la política de paz expresada por Maduro.
La esperanza que les anima es la posibilidad de una intervención extranjera, léase Estados Unidos, que tiene sus ojos puestos en el petróleo de Venezuela, donde se encuentran las mayores reservas de ese producto en el mundo.
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