Cambios en la escena política de Suramérica indican que las naciones promotoras hace nueve años atrás del Banco del Surdeberán consolidar las estructuras de esta nueva arquitectura financiera, y con ese fin trabajan actualmente en medio de los desafíos que plantean los nuevos gobiernos conservadores surgidos en los últimos años.
Afinar los mecanismos de la integración y consolidar la nueva institución bancaria constituyeron resultados fundamentales de la reunión de delegados de Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Venezuela.
Este equipo oficial —en el que también participó Brasil como observador— ratificó al Banco del Sur como un mecanismo independiente de los grandes centros de poder económicos mundiales y, por tanto, será un pilar del desarrollo y la integración regional a partir del próximo octubre.
Durante tres días, a principios de este mes, tuvo lugar la III Reunión de Ministros de Finanzas de esas cinco naciones en Quito, Ecuador, para, entre otros puntos de la agenda, ratificar la pronta puesta en funciones, posiblemente en Caracas, de la institución bancaria que, cuando fue proyectada se planteó como una posibilidad real para alcanzar un desempeño económico regional con independencia y soberanía nacionales.
La cita del Consejo de Administración del Banco del Surtuvo como sede el edificio donde radica la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en la localidad de Mitad del Mundo.
Su acta de constituciónfue firmada el 9 de diciembre de 2007 por los gobiernos revolucionarios de Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Venezuela, Brasil y Paraguay.
UN EMPUJÓN IMPORTANTE
La agenda del Consejo analizó durante tres días en qué momento se encuentra la entrada en funciones del nuevo ente bancario, y para ello es preciso, según se reconoció, darle un especial impulso a los Acuerdos de Buenos Aires, del 2015.
Para especialistas, la aparición en el panorama latinoamericano de gobiernos conservadores en Argentina y Brasil, fomentadores del neoliberalismo y unidos al gran capital internacional, puede convertirse en un obstáculo para la entidad integracionista.
Venezuela, uno de los horcones de la creación y funcionamiento del Banco, vive un momento político muy especial, con continuas amenazas locales y foráneas contra la Revolución Bolivariana, cuyo fallecido líder Hugo Chávez, fue junto al también desaparecido Néstor Kirchner, uno de los defensores de la existencia de un organismo financiero que respondiera a los intereses de Suramérica.
En Ecuador, a la luz de la arremetida derechista contra los regímenes progresistas y revolucionarios del continente, se siguió un cronograma de aportes de capital por cada Estado miembro y también se analizó quién será el posible director de la institución.
Los titulares de Finanzas, según reportó Prensa Latina, reiteraron la necesidad de contar con una alternativa para impulsar la autonomía financiera en el área y en América Latina en general.
Uno de los propósitos por el que se acordó en Buenos Aires la idea del BanSur, como también se le conoce, fue el de lograr un financiamiento propio para el desarrollo de proyectos y que el dinero generado por los miembros u otros países con esa disposición, no fuera entregado a instituciones financieras de naciones desarrolladas.
Previo a la cita en Mitad del Mundo, en entrevista con el Foro de Comunicación para la Integración NuestrAmérica (FCINA), el director ejecutivo para Ecuador de la institución y ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano de ese país, Andrés Arauz, refirió que el Banco del Sur constituye un músculo financiero que lo consolidará como una iniciativa fuerte para el impulso de cinco elementos clave para el desarrollo soberano de América del Sur.
Arauz destacó entre esas prioridades la inversión en proyectos relacionados con la soberanía alimentaria de los pueblos para “eliminar las dependencias que tiene todavía nuestra región a pesar de ser un productor excedentario”, y el impulso de la soberanía sanitaria para que la región pueda producir sus propios medicamentos y vacunas, así como la soberanía energética y los recursos naturales.
El canciller ecuatoriano Guillaume Long se pronunció sobre los “cuantiosos recursos depositados en bancas extrarregionales, extracontinentales, que están al servicio de otros pueblos y deben rescatarse para el desarrollo de la zona”. Organismos oficiales internacionales indican que más de un billón de dólares de territorios suramericanos radica en otras regiones.
El 75 por ciento de ese dinero fue depositado en bancos de Estados Unidos. Con la puesta en marcha del Banco del Sur se dará una sólida respuesta a la fuga de capitales y retorno de dinero imprescindible para lograr un desarrollo sin interferencias foráneas.
DESEMBOLSOS A MEDIDA
Según quedó establecido en la reciente reunión, y considerando la situación económica real de cada miembro, en los próximos 30 días Venezuela, Ecuador y Bolivia harán sus desembolsos iniciales.
Ecuador abrirá con 400 000 dólares, Bolivia con 100 000 y Venezuela con cuatro millones, que se confiarán a los Bancos Centrales de cada país. El ingreso inicial entonces será de cuatro millones 500 000 dólares.
Ese dinero, indicaron los Ministros, permitirá atender los gastos que se generen en la etapa preoperacional de la institución monetaria.
Argentina y Uruguay tienen —de acuerdo con las medidas adoptadas en variaciones al cronograma inicial— una extensión en el plazo para sus abonos iniciales para los primeros 12 meses del banco.
En los próximos 10 años, indican las previsiones y a pesar de que puedan cambiar los objetivos, el Banco del Sur pretende contar con siete mil millones de dólares para invertir en proyectos nacionales y regionales.
Para formar parte del ente bancario suramericano fueron invitados Chile, Colombia, Perú, Guyana y Surinam.
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