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sábado, 16 de noviembre de 2024

Embrollos en las alturas

Obsesionado por repetir en la Casa Blanca, el presidente de los EE.UU. no ceja en incitar dislates...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 21/04/2020
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Donald Trump-Covid-19-Discurso
Donald Trump comenzó el manejo mediático de la idea de “reabrir” industrias y centros de servicio para el cercano primero de mayo.

Hace unos días, evidentemente alarmado por la parálisis económica que la pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus implica para la potencia capitalista que encabeza, ahora convertida en epicentro global del azote, Donald Trump comenzó el manejo mediático de la idea de “reabrir” industrias y centros de servicio para el cercano 1.o de mayo. Algo así como que, con el mes de las flores se acabó el drama.

Más de un órgano de prensa norteamericano y del exterior se hizo eco de tales intenciones, acompañadas de su advertencia de que, como presidente, está facultado para adoptar dicha medida a partir de una presunta “prerrogativa oficial en tiempos de emergencia”.

Total, que de inmediato, entre reacciones de gobernadores estaduales y de expertos en acápites constitucionales, al parecer en horas de epidemias desatadas u otros fenómenos de similar corte se confirma que, legalmente, son los jefes de los gobiernos regionales los que pueden o no abrir o cerrar las economías de sus áreas, a tono con la situación vigente en sus respectivos predios.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, al frente del Estado más castigado por la COVID-19, se apresuró a recordarle a Trump que en el país no rige una monarquía absolutista, y anunció consultas con autoridades de otras regiones aledañas a la suya para coordinar el momento oportuno de adoptar algún tipo de flexibilización en las restricciones que hoy existen para intentar frenar los contagios y el número de víctimas fatales.

El presidente, desde luego, tiene sus intereses reeleccionistas en la primera línea de la mira. Ha dicho que “no soportaría” no asumir otros cuatro años en la Oficina Oval, y ese egocentrismo y mayúscula ambición le han llevado a burdas maniobras que, increíblemente, llegan a encontrar eco en determinados sectores a partir de sus intereses particulares y de los esquemas mentales “laboriosamente” empotrados en el común por el sistema y sus rectores.

Así, bajo las más disímiles disquisiciones, todavía existen muchos empresarios y políticos ligados a ese sector que se resisten al cierre de negocios, no importa la suerte y la salud de quienes laboran en ellos (al fin y al cabo, sacrificables), o aquellos “embelesados” que reclaman sus sacrosantos “derechos individuales” para rechazar e incumplir las solicitudes de confinamiento en el hogar dirigidas a evitar el incremento de los contagios.

Todo un cuadro complicado y enredado en el cual siguen vigentes las inconexas declaraciones de Donald Trump sobre la pandemia, desde que era una “gripe de los chinos” a inicios de año, pasando por “estamos preparados como nadie para evitar problemas” o “la epidemia se frena sola” semanas después, hasta terminar  litigando con gobernadores, congresistas, periodistas y expertos médicos que denuncian de forma reiterada su descuido, incapacidad y falta de ejecutividad para prever el avance brutal de la pandemia, sellar los serios huracos en el sistema norteamericano de salud, y contener el elevado número de enfermos y muertos que viene costando.

La bronca sobre la “apertura económica” al parecer se ha frenado un tanto con la oportunista y retórica vuelta atrás del presidente sobre al “conceder que los gobiernos estaduales la ejecuten a partir de sus consideraciones”. No obstante, veremos a ver qué deparan los próximos días en tan delicado asunto, porque, sin dudas, una debacle productiva, laboral y financiera como la que se viene delineando en los Estados Unidos, bien podría ser el “tiro de gracia” a las aspiraciones electorales trumpistas.

Ah, anotar por último que a escasa horas de que Trump cortara los fondos gringos a la Organización Mundial de la Salud en medio del azote global de la COVID-19, las autoridades de Vietnam, el país que Washington juró sepultar entre las bombas hace más de cuatro décadas y media, donaron a los médicos estadounidenses que luchan contra el nuevo coronavirus cerca de medio millón de kits de protección que les ofrezcan un mayor grado de seguridad en su humanitario empeño… Vivir para ver lo que es solidaridad…


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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