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jueves, 31 de octubre de 2024

Dias calientes

El fin de la presencia militar norteamericana en ambos países es tema crucial a medida que se acerca el 2022...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 12/12/2021
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Presencia militar norteamericana-Siria-Irak
La larga y negativa presencia militar norteamericana en Siria e Iraq enfrenta momentos cruciales en su masivo rechazo.

Con la llegada del cierre de este año parecen acrecentarse las tensiones con relación a la perjudicial y larga presencia de tropas norteamericanas en Oriente Medio y Asia Central con el falaz pretexto de guerrear contra el terrorismo.

El asunto es que tan burdo sofisma ya no engaña a nadie, y menos con el conocimiento público y general del maridaje oportunista de la Casa Blanca con el extremismo regional y el hecho de que, tras decenios de ocupación y agresiones armadas de factura Made in USA, las naciones afectadas solo exhiben destrucción, pérdidas humanas y materiales, robo de recursos, división interna insuflada, y la persistencia de la acciones de terror convenientes a los invasores.

Se trata de un cúmulo de factores negativos y desestabilizadores en franca crisis que especialmente en casos como los de Siria e Iraq pueden potenciarse a máximos sin precedente en los cercanos días y semanas.

Y es que el tema del despliegue de tropas extranjeras y sus funestas consecuencias es un tema de alto escozor en ambos escenarios.

Siria, que luego de una prolongada guerra de agresión ha logrado victorias claves por su integridad e independencia con la valiosa ayuda de sus aliados rusos, iraníes y del Hizbolá libanés, ha reiterado su voluntad indiscutida de expulsar de su territorio a los ilegales e indeseados contingentes bélicos norteamericanos ocupados en el robo de petróleo e insumos agrícolas, y facilitadores contumaces de apoyo y protección a los terroristas de Al Qaeda y el Estado Islámico y a los grupos separatistas que operan en algunas zonas del país.

Y, por estos días cruciales, Damasco volvió a insistir públicamente en que la presencia ilegítima de Estados Unidos en su territorio es una burda ocupación, y por tanto será combatida por todos los medios posibles hasta su total erradicación.

Washington, precisa las denuncia, “ha mantenido su presencia en el país levantino con el fin de apoyar el terrorismo y no para combatirlo” y saquear sus recursos energéticos y alimentarios.

Muy cerca geográficamente, Iraq vive también instantes de tensión a cuenta de la presencia de militares norteamericanos, no pocas veces hostilizados por estas fechas a cuenta de un movimiento de resistencia popular decidido a expulsar a los ocupantes foráneos, en especial desde el asesinato por Estados Unidos en Bagdad, en enero de 2020, del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán; de Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Iraq, y de varios de sus compañeros de armas.

Ese cruento episodio generó la solicitud del parlamento iraquí de la salida de las tropas norteamericanas del país para el cierre de este diciembre, y aunque funcionarios gubernamentales ya anunciaron el inicio de ese retiro, para las agrupaciones armadas populares se trataría de un fiasco a juzgar por el hecho de que recientemente los Estados Unidos abrió en la provincia occidental de Al-Anbar su mayor base de espionaje en todo Oriente Medio, un indicativo de que algo “anda mal” con respecto a hacer cumplir la voluntad nacional.

Vale indicar que las autoridades de Bagdad, al anunciar el posible retiro castrense gringo, advirtieron que en el futuro estarán vigentes acuerdos con la llamada “coalición estadounidense para asesoramiento y capacitación” de las fuerzas militares locales.

Por su parte, la dirección del movimiento popular iraquí de resistencia ha advertido que esa agrupación armada está lista para repeler cualquier provocación contra la voluntad nacional de librarse de los ocupantes, y que no vacilará en atacarlos como lo ha hecho hasta ahora para obligarles a abandonar un territorio totalmente ajeno.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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