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lunes, 18 de noviembre de 2024

¿De nuevo robo de la presidencia de Honduras?

El actual presidente Juan Carlos Hernández recibe apoyo del TSE...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 02/12/2017
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Honduras, donde la política es dictada por Washington, da una nueva prueba del medio antidemocrático, violento, y de corrupción existente en esa nación, donde el presidente Juan Orlando Hernández se niega a aceptar que perdió las elecciones para complacer a quienes buscar mantener esa nación bajo el rigor neoliberal, pasando por encima del considerado ganador Salvador Nasralla. .

Al contrario de lo que ocurre en los comicios democráticos, donde las tendencias de los más votados son irreversibles, en Honduras el Tribunal Supremo Electoral (TSE), al servicio del actual Ejecutivo, acortó de manera drástica la distancia entre Hernández y el ingeniero Nasralla, un popular presentador de televisión y político. Ante las protestas de políticos progresistas y del pueblo, este viernes el ente comicial confirmó que hará un llamado “escrutinio especial” para declarar al ganador definitivo.

El TSE no oculta que le arrebatará, al menos tal como se comporta hasta ahora, la victoria al candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura, quien es considerado el verdadero nuevo Mandatario de los poco más de nueve millones de ciudadanos de la nación centroamericana.

La actitud del TSE y de Hernández no sorprende en un país donde reina la inmunidad, se venden las tierras y los ríos a los trasnacionales, existe la corrupción gubernamental en alianza con el narcotráfico, los asesinos a sueldo campean, y la trampa electoral forma parte de un sistema político podrido.

Desde el golpe de estado que la cúpula empresarial y las fuerzas armadas dieron al presidente legítimo Manuel Zelaya en 2009, el derechista Partido Nacional de Hernández se apoderó del gobierno y con esta nueva componenda se mantendría en el poder, a pesar de que es repudiado por su carácter dictatorial demostrado – por citar solo un ejemplo- con el asesinato de la lideresa Berta Cáceres, una defensora de los derechos humanos de prestigio mundial y de otros cientos de activistas sociales y ambientalistas.

Las fuerzas de izquierda de Honduras se prepararon bien para estos comicios en los que cuando estaban contados el 60% de los votos, Nasralla se perfilaba como el nuevo Mandatario. Y entonces sobrevino lo que todavía deja atónitos a los observadores del proceso: el TSE no dio ningún otro parte hasta que este jueves empezó a achicar la brecha entre los dos contendientes.

En ese país gana en primera vuelta quien obtenga mayor número de votos y el ente electoral, tras un criticado silencio que mantuvo expectante a la ciudadanía, anunció que Hernández, quien se postuló violando la Constitución Nacional, tenía una ventaja de 0,10 puntos sobre Nasralla luego de escrutarse el 82,89% de las mesas de votación en un giro inesperado de la tendencia mostrada desde un principio.

El Presidente, según el dictamen tras el cual se hizo otra zona de silencio con el “escrutinio especial” obtuvo, hasta ese día, el 42,21 % de las papeletas, mientras Nasralla lograba el 42,11 por ciento.

El líder de la Alianza denunció ante la opinión pública que el TSE manipuló los datos, y afirmó que fue victima de una trampa del oficialismo y de la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que dio un voto de confianza cuando firmó un pacto, a instancias de esa entidad, en el que se comprometía a aceptar los resultados, al igual que hizo el Mandatario.

“Fui objeto de una trampa y yo no caigo en una trampa”, indicó el candidato opositor quien sostuvo que horas después de la firma de ese acuerdo los datos del escrutinio fueron alterados durante varios cortes en el sistema de cómputo del TSE.

“No reconocemos, dijo, los resultados porque hoy (miércoles) se cayó el servidor y empezaron a entrar cosas que no podemos permitir, actas que no están firmadas y ustedes lo pueden verificar, son actas violentadas, no tienen firma de los representantes en las mesas. Nos quieren ver la cara de tontos y nos quieren robar el triunfo, yo ya no creo en el tribunal”, precisó Nasralla.,

La actitud del TSE con su entrega de datos a cuenta gotas y ahora el nuevo escrutinio levantan sospechas tanto en Honduras como en otros países.

Uno de los inconformes es la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), quien en una nota alertó que hay en preparación un golpe contra la democracia que se hará realidad cuando el TSE, cuyo presidente David Matamoros Batson, miembro del partido oficialista, brinde los resultados finales.

Para analistas, y a pesar de las protestas que el PN intenta contener con los plazos del TSE, ya el destino de Honduras está definido por la embajada de Estados Unidos, la OEA, las iglesias evangelistas fundamentalistas, la oligarquía agrícola, el narcotráfico, y la mayor parte de los medios de comunicación masiva en manos de conservadores.

Honduras, donde hay instaladas dos bases militares estadounidenses, es considerado centro de operaciones de los carteles de narcotráfico de Centroamérica. Su costa norte –que estaba en manos de los narcos de la Policía Nacional hasta 2012- es controlada por bandas organizadas que se apropiaron del aparato político, del sistema judicial y de seguridad a partir de ese año.

Esos hechos están descritos de manera detallada en los prontuarios de la Corte Sur de Nueva York, que condenó por narcotraficante al hijo del expresidente Porfirio Lobo y otros miembros del partido de gobierno.

El nuevo fraude electoral en Honduras en apariencia cuenta con la aprobación de Estados Unidos y la Unión Europea, que permanecen en el silencio, en tanto mueven sus cañones hacia Venezuela, donde desde el 30 de julio se han celebrado dos acciones electorales nacionales con absoluta transparencia y participación popular, y es calificada de poseer un sistema dictatorial.

Los próximos días pueden ser muy graves para la nación centroamericana, pues Nasralla y las fuerzas progresistas de la Alianza opositora a la que le robaron una vez más la presidencia no se quedarán tranquilos, aunque Hernández , contra viento y marea, volverá a ocupar la silla presidencial.

Uno de las primeras organizaciones que llamó a la protesta es la Plataforma de Movimientos Sociales y Populares de Honduras, que rechazó la manera fraudulenta en que se realizaron los comicios, los que legitiman, argumentó, la continuidad del modelo de represión y muerte dirigido por Juan Orlando Hernández.

En un comunicado, la Plataforma convocó a todas las organizaciones, caseríos, comunidades y municipios “a la movilización permanente en contra de la imposición y la ilegal reelección de la dictadura cívico militar encabezada por el actual presidente”.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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