Desde el pasado 30 de noviembre y hasta el 11 de diciembre, tiene lugar en París la convención más grande sobre el cambio climático en el mundo. COP21 reúne a unos 40 mil delegados de los 195 países representados, con el objetivo de alcanzar soluciones concretas para frenar el cambio climático y salvar al planeta.
En la jornada inaugural mandatarios y representantes de cada nación dejaron claros sus puntos de vistas y líneas de trabajo ante el cambio climático. De manera general el discurso de los diferentes estados latinoamericanos se centró en la solicitud de un cambio en los modelos económicos y de conservación para salvar al planeta.
Así lo expresó durante su intervención, el representante de Cuba ante la Cumbre, el primer Vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros, Miguel Díaz Canel Bermúdez: “cualquier solución a los efectos del cambio climático debe contemplar la eliminación de la pobreza y la implementación de un orden económico internacional más justo y equitativo”.
El pasado lunes, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, presentó un plan de resistencia para que los países más vulnerables puedan anticipar desastres naturales agravados por el cambio climático, lo que permitiría salvar, según los expertos, hasta 23 mil vidas al año.
Por otra parte, en esta primera jornada, la noticia de la alianza entre Estados Unidos y China, con el propósito de trabajar durante la cumbre para consolidar un acuerdo que logre reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), resultó, un paso de avance en los intentos por un verdadero acuerdo mundial y evitar un fiasco como el vivido en la cumbre de Copenhague 2009.
Las conversaciones, al día siguiente a la apertura de la cumbre, se centraron, fundamentalmente, en las formas de proteger los bosques. A diferencia del Protocolo de Kioto que reparó solo en la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de los países ricos o desarrollados, en esta ocasión se prevé adoptar un acuerdo climático que situará la conservación y restauración de los bosques como instrumento fundamental de lucha contra el calentamiento global.
Sin embargo, según titulares de medios de prensa internacionales, La negociación en COP21 en París avanza lentamente . Los estados involucrados no quieren ceder demasiado y mientras, la financiación para la lucha contra el calentamiento global en los países pobres está lejos de ser abordada. No cabe la menor duda de que uno de los temas más conflictivos dentro de la Cumbre es la financiación de los esfuerzos para la lucha contra el calentamiento global en los países en vías de desarrollo.
En la jornada del 3 de diciembre, a partir de una decisión inédita, 87 países sellaron una alianza para luchar contra la contaminación del líquido vital. El pacto para la protección del agua fue el primer acuerdo firmado en la COP21. Los participantes, sobre este tema, expresaron su disposición de no abandonar el tratamiento a este delicado tema en debates venideros sobre cambio climático. El pacto, auspiciado por Francia, tiene como propósito proteger la calidad del agua, reducir la contaminación de los océanos y acabar con la sobreexplotación del medio marino.
Algunos analistas sostienen que la COP20 fue un fracaso, lo cual aumenta la expectativa frente a esta nueva cita. Se espera que el resultado principal sea un acuerdo real para la protección del ecosistema. Un acuerdo lo suficientemente ambicioso para que la temperatura media del planeta no aumente a más de 2 grados a finales de siglo. Un reto difícil, pero posible si los Estados miembros se comprometen.
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