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martes, 19 de noviembre de 2024

Bofetada palestina

La Asamblea General de la ONU rechaza abrumadoramente la falaz política gringa con respecto a Jerusalén...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 21/12/2017
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Votación en la ONU-contra Estados Unidos-Jerusalén como capital de Israel
Resultados de la votación en la Asamblea General de las Naciones Uni-das contra la declaración de Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel.

Más allá de los nueve acólitos y los treinta y cinco asustadizos que optaron por la abstención, la verdadera comunidad internacional expresó masivamente su condena a la decisión de Donald Trump de reconocer el dominio sionista sobre la ciudad de Jerusalén, o Al Quds, y ubicar su embajada en esa disputada urbe.

Ciento veintiocho países decidieron decir no al chantaje norteamericano-israelí en el seno de la Asamblea General de la ONU, para evitar la adopción de una declaración contraria a una agresiva y mendaz política que pretende un nuevo despojo al pueblo árabe palestino a manos de los ocupantes sionistas.

En efecto, el presidente Trump vociferó públicamente que los Estados Unidos retiraría su apoyo financiero a quienes votaran a favor del documento, mientras su embajadora ante el máximo organismo internacional, Nikki Halley, remitió de inmediato cartas a diferentes delegaciones extranjeras en las que advertía, sin mayores tapujos, que apoyar a Palestina equivaldría a enfrentar severas represalias estadounidenses.

Por su parte, funcionarios israelíes, incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu, contactaron con sus íntimos para convencerles de rechazar el documento de condena a Donald Trump, y recordaron que la ONU es una tribuna donde frecuentemente se atacan “las prerrogativas” del Estado sionista.

Todos estos bochornosos antecedentes, sin embargo, no han hecho otra cosa que otorgarle mucho más valor y trascendencia a lo ocurrido este jueves en el plenario de Naciones Unidas, donde la Casa Blanca y su carnal israelí debieron tragarse el amargor de la derrota.

Un acontecimiento que debería mover a los hegemonistas a considerar de una vez que el planeta ya no funciona a tono con los antojos y amenazas de los poderosos porque, indiscutiblemente, siguen viniendo a menos.

De hecho, el documento que rechaza la bravuconada de la Casa Blanca de colocar su sede diplomática en Al Quds para respaldar la vieja aspiración sionista de apoderarse definitivamente de tan simbólica ciudad, había sido llevado previamente ante el Consejo de Seguridad de la ONU de forma conjunta por Yemen y Turquía, y aprobado por catorce votos contra uno, justo los Estados Unidos, con poder de anulación en esa instancia.

Y si bien la decisión de la Asamblea General no posee poder vinculante, la votación de este jueves ha puesto otra vez en evidencia el creciente aislamiento internacional de la primera potencia capitalista a cuenta del ejercicio de la más absoluta prepotencia en la arena global.

Recuérdese, apuntan medios de prensa, “que desde su llegada a la Oficina Oval, el presidente Donald Trump a retirado a su país del Acuerdo de París sobre cambio climático, del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, y más recientemente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, determinación en que le acompañó su eterno aliado Israel”.

De igual forma, Trump sacó a los Estados Unidos del Pacto Mundial de la Migración, y tomó la decisión de no certificar el acuerdo nuclear logrado entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), amenazando con retirarse del protocolo en contradicción con el resto de los firmantes, que sí avalan el cumplimiento del tratado.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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