La seguridad policial fue reforzada en Estados Unidos tras una doble explosión que acabó con la vida de al menos tres personas e hiriera a más de 100 en la maratón de la ciudad de Boston este lunes.
El presidente Barack Obama ordenó a los organismos federales ayudar a las autoridades locales y la policía a prevenir más ataques al incrementar la vigilancia y atrapar a los autores de lo que la Casa Blanca califica como “un acto de terror”.
“Continuamos vigilando y responderemos a la situación a medida que evolucione”, afirmó Obama en un breve comunicado.
“He dirigido todos los recursos del gobierno federal para ayudar a las autoridades locales y estatales para proteger a nuestra gente, incrementar la seguridad alrededor de Estados Unidos cuando sea necesario e investigar qué pasó”.
Incluso antes de que hubiera informaciones oficiales que hablasen de un acto de terrorismo, Nueva York y otras grandes ciudades reforzaron rápidamente su seguridad y tomaron precauciones extras en potenciales objetivos, como aeropuertos, centros deportivos, oficinas gubernamentales y grandes lugares turísticos.
La Autoridad de Aviación Federal dejó en tierra brevemente todos los vuelos del aeropuerto Logan International de Boston e impuso una zona de exclusión aérea alrededor del lugar de las explosiones.
Mientras tanto el servicio de ferrocarril nacional, Amtrak, reforzó la seguridad en estaciones de tren y cruces de vías.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, afirmó que la seguridad estaba siendo reforzada en “lugares estratégicos e infraestructura crítica, incluido el metro”.
“Tenemos unos 1000 miembros de la policía de Nueva York (NYPD) designados para tareas de lucha contra el terrorismo y ellos -junto a la fuerza entera de la NYPD y las inversiones realizadas en infraestructura para luchar contra el terrorismo- están siendo movilizados para proteger nuestra ciudad”, afirmó en un comunicado.
“Mientras las fuerzas de cumplimiento de la ley y las autoridades investigan las explosiones de Boston, pido a los neoyorquinos que tengan a las víctimas y sus familias en sus pensamientos y oraciones”, añadió.
La policía de la capital de Washington – que igual que Nueva York fue objetivo de los ataques del 11 de septiembre- mantienen la “máxima alerta”, confirmó la vocera Sary Leon a la AFP.
El jefe de policía de Los Angeles, Charlie Beck, anunció un incremento de la presencia policial “en todos los eventos previstos próximamente”, empezando por el partido de basquetbol de esta noche que enfrenta a los Dodgers y San Diego Padres.
El resto de la presencia policial incluirá el despliegue de unidades especialistas en bombas, perros y otras “precauciones destinadas a prevenir un evento similar”.
La seguridad también se reforzó en estaciones de tren, edificios gubernamentales, centros comerciales y “lugares donde la gente se concentra”, explicó el sherif del condado de Los Angeles, Lee Baca.
La policía en la ciudad de San Francisco de la costa oeste afirmó, por su parte, que estaban en “alerta máxima” e instó a los ciudadanos a llamar al 911 si veían algo sospechoso o “relacionado con las explosiones de la maratón de Boston”.
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