“Este juicio es a los autores materiales del hecho, faltan los autores intelectuales, los financiadores”, afirmó la ex presidenta Cristina Kirchner este miércoles en el juicio que se realiza por el ataque que se perpetró contra su vida el 1 de septiembre de 2022. “Creo que el Poder Judicial, lo que considero el Partido Judicial, protegió y sigue protegiendo a quienes tuvieron que ver con el atentado”, agregó sobre el final de su testimonial, que realizó ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 6.
La escuchaban sentados en el banquillo de la sala las únicas tres personas acusadas de intentar asesinarla cuando ejercía la vicepresidencia de la Nación: Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo. Es que la pesquisa fue fraccionada y todo lo que hace a la línea política y financiera se sigue sustanciando casi sin avances en instrucción, en el despacho de la jueza María Eugenia Capuchetti, criticada por Cristina y sus abogados.
⭕️Cristina Kirchner en Comodoro Py: "Tengo que demostrar que yo no tuve la culpa de que quisieran matarme. Es ridículo, pero está sucediendo" 🗣️ pic.twitter.com/LyYbSzbF9X
— El Destape (@eldestapeweb) August 14, 2024
CFK declaró este miércoles en un juicio en Comodoro Py por primera vez como víctima. Su testimonio se extendió por poco más de una hora y en ese lapso cuestionó la investigación del caso porque no ahondó en la línea política y económica; señaló los hechos que comprometen con el atentado al diputado del PRO Gerardo Milman y al líder de ultraderecha Hernán Carrol; a la hora de contextualizar el intento de asesinato, vinculó el ataque a la violencia que impartieron en su contra el Partido Judicial y los medios hegemónicos de comunicación; resaltó que la agredían por su condición de mujer; apuntó contra la organización Revolución Federal, que dejó de existir tras el intento de homicidio; y dio detalles de cómo cambió su vida desde que le gatillaron en la cabeza.
También criticó el accionar de la Policía de la Ciudad, que en la previa del ataque, mientras el fiscal Diego Luciani pedía una condena de 12 años de cárcel para ella en el juicio de Vialidad, se apostó en los alrededores de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta y protegió a quienes se manifestaban en su contra y atacó a quienes se movilizaban para apoyarla. “Hacía inteligencia”, dijo sobre la Policía de la Ciudad. Respecto al fiscal Luciani aseguró que “contribuyó al clima de violencia”.
La causa Vialidad es una de las paradigmáticas de persecución judicial que tiene Cristina y en la que fue condenada a 6 años de prisión.
A partir de las 9:30 estaré declarando en el juicio oral que se sigue a los autores materiales del intento de asesinato a mi persona.
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En un fuerte gesto político, acompañaron a CFK durante la audiencia, dirigentes como el gobernador Axel Kiciloff, diputados y senadores, referentes sociales como Juan Grabois y de organismos de Derechos Humanos como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel o Charly Pisoni de HIJOS.
Gracias por el afecto y por estar siempre. ❤️ pic.twitter.com/X6MhuT2aQg
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La violencia que precedió al atentado
La audiencia comenzó apenas pasadas las 9.30 y culminó seis minutos antes de las 11 de la mañana. CFK respondió las preguntas que le realizaron sus abogados, Marcos Aldázabal y José Ubeira (querellantes), la fiscala general Gabriela Baigún, los letrados defensores y los jueces del TOF 6, integrado por los Sabrina Namer, Ignacio Fornari y Adrián Grunberg.
Al comienzo de la audiencia las preguntas giraron en torno al contexto de violencia que precedió al atentado. Cristina dijo que “los episodios violentos fueron in crescendo» . Recordó el acto de Revolución con guillotinas en Plaza de Mayo, la manifestación con bolsas mortuorias en Casa Rosada y agresiones en su domicilio de Juncal y Uruguay, en Recoleta, donde se produjo el ataque de Sabag Montiel. “Venían a mi casa a insultarme todos los días. Venia una combi cada 15 días, se bajaban señoras y señores, ponían marchas militares e insultaban y se iban”, recordó. También rememoró “la destrucción de mi despacho como vicepresidenta el día que se discutía el acuerdo con el FMI” y el Congreso fue apedreado. CFK resaltó dos cuestiones: que la sesión aquel día era en la Cámara Diputados y que su despacho (era presidenta del Senado) fue marcado para ser atacado. “Mi despacho fue marcado, se lanzaron bombas de pintura para identificarlo”, resaltó. Y agregó sobre ese episodio: “Durante 30 minutos apedrearon y destruyeron el despacho y ni la Policía de la Ciudad ni la Policía Federal intervinieron”.
En la secuencia de hechos violentos que precedieron al atentado, la ex presidenta recordó una pegatina de carteles en la Ciudad de Buenos Aires con su rostro que la responsabilizaban de 35 mil muertes durante la pandemia: “5 mil más que los 30 mil detenidos-desaparecidos. No es casualidad lo de los números”, acotó. Y dijo que “si bien se descubrió donde esos afiches habían sido impresos todavía no tenemos por parte de la Justicia ninguna novedad”.
“Curiosamente –destacó-, todo esos grupos, como los que iban a mi casa, a partir del atentado desaparecieron”. “Desde ese 1 de septiembre de 2022 no fueron nunca más esas personas que eran muy cuidados por la Policía de la Ciudad”, remarcó. Acto seguido recordó cuando, durante los alegatos del juicio de Vialidad, la Policía de la Ciudad realizó un imponente vallado en el departamento de Recoleta y prácticamente redujo la movilidad de la expresidenta. “La Policía de la Ciudad fue muy agresiva con quienes venían a apoyarme y decorativa con los que venían a insultarme”, recordó. Y contó las agresiones que sufrió su hijo, el diputado Máximo Kirchner, cuando durante aquellas jornadas intentó llegar a lo de su madre: “Mi hijo fue agredido por la Policía de la Ciudad. No le permitían llegar a casa. Además de ser insultado fue agredido. Le saqué una foto cuando llegó a casa. Me prohibió que la difundiera”. También señaló que “la Policía de la Ciudad hacía tareas de inteligencia. Está comprobado”.
“Ese era el clima que se vivía antes del atentado que terminó con el tiro que no salió”, dijo, parafraseando una nota de Clarín que se publicó 10 días después del intento de asesinato titulado: “Cristina, entre la bala que no salió y el fallo que sí saldrá”. La ex presidenta también dedicó un apartado de su declaración al fiscal Diego Luciani, quien hizo un estridente alegato en la previa al ataque en su contra.
“Luciani contribuyó al clima de violencia”
“El fiscal Luciani contribuyó al clima de violencia de una manera indubitable”, afirmó Cristina. Dijo que en el juicio Vialidad el fiscal no hizo un alegato “en los términos que prevén las costumbre” sino que hizo “una actuación plagada de mentiras, adjetivaciones ante a falta de pruebas, difamaciones, construyendo un clima”. “Eso fue del 1 al 22 de agosto, que fue esa diatriba, que no puede llamarse alegato”, afirmó. La expresidenta recordó que el fiscal estaba en “prime time a pantalla partida (en todos los medios), con la puerta de mi casa. Esto motivó que cuando finalizó su diatriba fuera gente (a mi casa) de la que siempre iba, (y) que era cuidada por la Policía de la Ciudad, a insultar y agraviar”.
En pos de ejemplificar lo que hace a Luciani, agregó: “Uno de los acusados planteó que quería que lo defendiera el doctor Luciani”. La referencia es a Sabag Montiel que en una nota que escribió desde la cárcel había pedido que su defensa la tomara el fiscal.
Los ataques misóginos cuando era presidenta
Cristina también mencionó los ataques simbólicos que recibió cuando fue presidenta. Para referirse a esos ataques mostró una serie de portadas de la revista Noticias donde aparecía crucificada o con un ojo morado. “Tiene actualidad”, dijo. En ese momento recordó la caricatura que hizo de ella Hermenegildo Sabat, en Clarín, con el ojo morado y la boca tapada y que ella criticó. Fue durante la crisis con el campo de 2008. “Me acuerdo tuve una crítica por eso. Es curioso. Todos saben que yo no soy feminista. Nunca nadie dijo nada. Era la primera presidenta electa mujer. Sigo siendo la única mujer electa. Sufría estos ataques”, dijo. “La construcción del machismo y la misoginia en la Argentina no es una cuestión menor. A ningún hombre presidente lo caricaturizaron de esa manera, jamás”, añadió.
Cristina sostuvo que los ataques que sufrió fueron por su condición de mujer, su posicionamiento político y las medidas que implementó durante sus gobiernos: “Mujeres en política hay muchas. Pero que toman la decisión de recuperar YPF, los recursos de los trabajadores o crear una asignación por hijo para disminuir la pobreza y disminuirla…desendeudamos el país. Hay una innumerable cantidad de políticas que provocan la crispación de los poderes concentrados de la economía”.
“La instrucción de Capuchetti fue un desastre total”
Respecto a la causa del atentado dijo que “la instrucción de la doctora Capuchetti” fue “un desastre total y absoluto”. Cristina resaltó que solo están acusados los ejecutores del atentado pero no los autores intelectuales ni quienes financiaron el ataque. Y señaló por eso no solo a Capuchetti, la única jueza que Mauricio Macri nombró en la primera instancia de Comodoro Py, sino también a los camaristas porteños que revisan lo hecho por esa magistrada, que visitaba la exSIDE antes de ser nombrada jueza. Ellos son Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, tres jueces nombrados por Macri también. Los últimos dos, a dedo.
La cámara porteña, por ejemplo, ratificó la decisión de Capuchetti de mantener separada la causa del atentado de la que investiga a la violenta organización Revolución Federal. Para el magistrado Marcelo Martínez de Giorgi, que está a cargo de ese otro expediente, las causas debieran tramitar conjuntas porque el ataque contra Cristina fue el último eslabón de una secuencia de agersiones. Pero Llorens mantuvo la posición de la magistrada. La elevación a juicio también fue fragmentada. Mientras hoy en el debate están Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo, en primera instancia, es decir, en manos de Capuchetti, duerme la pista Milman, la pista Carrol y lo que hace a la financiación del atentado.
Por ese motivo, este miércoles, CFK criticó: “Puede haber un mal juez de instrucción pero cuando ese juez es ratificado por las instancias superiores… La unificación que se quiso hacer de la causa de Revolución Federal y mi atentado fue rechazada. No fue solo la doctora Capuchetti. Fue el Partido Judicial”.
El Partido Judicial y los medios hegemónicos
Cristina sostuvo hoy que parte de la violencia en su contra la impulsó el Partido Judicial “en articulación con los medios hegemónicos de comunicación». «El Partido Judicial solito no hace nada. En los medios de la comunicación se realiza el juicio. Los periodistas dicen que tienen las pruebas y esto es convalidado en el Poder Judicial. Así funciona la articulación. Es una metodología que se dio en el siglo XXI como fue en el siglo XX el Partido Militar”, remarcó. Y aclaró: “Arriba (de todo, como titiritero) está el poder económico concentrado”.
En esa línea, explicó: “En épocas de odio, de redes sociales y absoluta hegemonía de la comunicación ya no hace falta matar o desparecer a nadie”. Acto seguido, acotó: “En algunos casos parece que sí”. La referencia era justamente al atentado en su contra.
Cristina desarrolló su idea. Dijo que el Partido Judicial y los medios hegemónicos trabajan sobre una “sociedad que tiene demasiados problemas”, que está “adormecida”. “La pandemia tuvo que ver en alterar psiquis. Todo esto dio un cóctel explosivo que se ve en los discursos de odio”, afirmó.
La pista Milman no investigada
La jueza Capuchetti nunca profundizó en la pista Milman, que apunta al diputado PRO Gerardo Milman, a quien un testigo oyó decir en un bar ubicado frente al Congreso, 2 días antes del atentado: «Cuando la maten voy a estar camino a la Costa». El hecho ocurrió en el bar Casablanca. El diputado estaba con dos de sus asesoras, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco. La trama que vincula a Milman incluye el borrado de su celular en oficinas de Patricia Bullrich y la presentación de proyectos sobre la custodia de CFK muy particulares.
“Milman como una Nostradamus contemporáneo presenta un proyecto (en el Congreso) el 17 o 15 de agosto criticando mi custodia y dice en una parte que ‘no sea cosa que alguien intente matarla y después quieran presentarla como una víctima’ y agrega algo así como: ‘Sin Cristina hay peronismo y sin peronismo hay Argentina’”, declaró Cristina. “Después nos enteramos lo que había pasado con esta persona en el bar Casablanca, donde de forma accidental y comprobada lo escuchan decir ‘cuando la maten voy a estar en la costa’”, agregó. CFK también recordó que “las secretarias de este diputado”, borraron sus celulares en el “estudio de la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich”, tal como declaró una de ellas, Ivana Bohdziewicz, en una tercera presentación que hizo en sede judicial. Quien estuvo a cargo de ese borrado fue “el actual director de tecnología del ministerio de Seguridad”. “Todo hace juego con todo”, destacó la expresidenta.
Además de la línea Milman tampoco se investigó la línea Carrol. CFK se refirió a esto también: “Después me entero que uno de los acusados (por Sabag Montiel) había pedido a un dirigente de extrema derecha que le designara un abogado privado. Esa persona, Carrol, fue identificada viajando a Perú con el jefe de gabinete de Gerardo Milman cuando era secretario de la entonces ministra, primera etapa macrista, de Seguridad”.
Ante esta declaración, la fiscala Baigun le preguntó a CFK si conocía que Milman tuviera alguna razón para atentar contra su vida. “Las declaraciones que hizo”, respondió, y volvió a citar el proyecto donde se habla de exterminarla. Fue entonces que la expresidenta contó que tras el atentado la llamó el Papa Francisco. “Me dijo: toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal”.
Por la pista Milman, el abogado José Ubeira le preguntó a Cristina: “¿Le sorprendió que la que en ese momento era jefa de la oposición no repudiase el atentado?”. “No, conociéndola desde que era joven, no me sorprende nada”. La referencia, sin nombrarla, fue a Patricia Bullrich, jefa de Milman.
La vecina Tezanos Pinto y las «fiestas raras»
La vecina de CFK, Ximena Tezanos Pinto, que albergó en su casa a integrantes de Revolución Federal, también fue mencionada en la declaración de CFK. La fiscalía confirmó que pertenecía a Revolución Federal. Respecto a ella, Cristina dijo que “era muy conflictiva”. “Contrataba el departamento por Airbnb. Hubo denuncias policiales de otros vecinos y de vecinos de enfrente por fiestas que se realizaban allí. Fiestas medio raras”, especificó. Respecto a las visitas de integrantes de Revolución Federal a su departamento, como Leonardo Sosa y Gastón Guerra, dijo que se enteró después del atentado.
Cuándo se enteró que la quisieron matar
Una de las preguntas que le realizaron a CFK fue cuándo se enteró que la quisieron asesinar. Respondió que cuando subió a su departamento. Es decir, cuando terminó de saludar a la militancia. Recordó que el 1 de septiembre de 2022 “llegamos 20.50 del Senado. Y cada vez había más gente. Bajo y empiezo a recorrer para saludar. En un momento dado es como que revolean un libro. Yo me agacho a recogerlo y se lo devuelvo y ahí veo un tumulto sobre la vereda, sobre Juncal”, relató. “No le presté atención. La custodia me quería llevar para adentro y yo seguí la recorrida. Saludé como todas las noches. Cuando subo al ascensor con Diego Bermúdez, uno de mis secretarios que está siempre conmigo, me pregunta: ‘¿Escuchaste un click? Me apreció como un click de un arma’. Subimos. Él se puso a hablar por teléfono y me confirma que fue un arma. Que estaba abajo y que lo habían capturado a quien la empuñaba. Ahí puse la televisión. No habrán pasado más de 20 minutos cuando veo la imagen que recorrió el mundo. La imagen del arma gatillando. Coincide cuando yo me agacho. Afortunadamente no la vi. Dios también me custodió ahí”, explicó.
La ruptura del pacto democrático
Cuando la Baigun le preguntó a la expresidenta si los ataques previos le hicieron sufrir miedo de un atentado, Cristina respondió que “no”. “Bastante ingenua fui”, dijo.
CFK explicó que milita desde muy joven y que atravesó la experiencia de la dictadura militar por lo que “realmente creía que el Pacto Democrático del ‘83 era un pacto donde la vida estaba fuera de toda discusión” y creía que eso no se rompería jamás. “El Pacto Democrático nunca explicitado pero que subyace en todos los partidos políticos era que con la vida no”, resaltó. “Nunca imaginé que en la Argentina democrática podía haber un atentando. Bastante ingenuidad la mía por no advertir los cambios de época”, sostuvo. “Hubo un cambio de época con las teorías del odio que se dan en todo el mundo”, agregó. “Fui ingenua para decodificar lo que se estaba viniendo y lo que se está viniendo también”, dijo. “No lo vi y debía haberlo visto”, se criticó.
“En este juicio faltan los autores intelectuales y los financiadores”
“Este juicio es a los autores materiales del hecho, faltan los autores intelectuales, los financiadores, creo que el Poder Judicial, lo que considero el Partido Judicial, protegió y sigue protegiendo a quienes tuvieron que ver con el atentado. No tenemos a los ideólogos, a los financiadores”, cuestionó. “Sería ingenuo pensar que las tres personas que están sentados aquí idearon esto”, dijo sobre Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo. “Solo estamos frente a los autores materiales”, resaltó. También destacó que “hubo y hay una invisibilización de este proceso judicial salvo cuando sientan a la custodia para decir que fue culpa de ellos o que yo no me cuidé bien”.
Las consecuencias personales del atentado
Cristina también contó las consecuencias personales que le provocó el atentado. “Primero me fui de mi casa, me fui adonde vivía mi hija. Un barrio un poco más amigable que Recoleta”, empezó su enumeración. Luego dijo que se vio obligada a elevar los “cuidados que hay que tener y que antes no los tenía producto de esto”. Una de las cosas que lamenta haber perdido es una mayor proximidad con la gente. Siente que eso se lo sacaron con este ataque. Mencionó, en esa línea, los mayores niveles de seguridad que ahora debe tener. También “el temor de mis hijos”. “Se ve afectada toda la familia”, explicó. A modo de ejemplo, contó que cuando sucedió el ataque Máximo Kirchner pensó que la habían matado. A eso se suman “los temores de mi hija. Mi nieta, Helenita, también con tratamiento porque tiene miedo de salir de su cuarto. Tiene miedo a que la mataran. Una familia que sufre esto tiene consecuencias”, narró.
Sobre el cierre de su testimonio le preguntaron por el financiamiento de la familia Caputo a Revolución Federal. Dijo que todo lo que tenía que decir sobre eso ya lo dijo en las sucesivas presentaciones que realizó en instrucción. La referencia es que el líder de esta violenta agrupación, Jonathan Morel, un novel carpintero, recibió sumas millonarias por parte de la empresa Caputo Hermanos, cuyos dueños son hermanos del actual ministro de Economía, Luis Caputo. Casualmente, al momento de las agresiones contra CFK y otros dirigentes políticos le compraban muebles a Morel, que era dueño de una carpintería en San Isidro que no tenía cartel a la calle para abastecer un emprendimiento en Neuquén. Toda esa línea investigativa descansa en instrucción.
CFK fue la única oradora por lo que la audiencia concluyó cerca de las 11. El próximo miércoles el juicio continuará con el testimonio de los integrantes de la custodia de Cristina al momento del atentado.
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