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domingo, 24 de noviembre de 2024

América Latina en un 1 de mayo

En Cuba, el día internacional de los trabajadores es también el de la familia, pues hasta los niños acuden con sus padres a la convocatoria...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 30/04/2024
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1 de mayo
Millones de trabajadores latinoamericanos celebrarán este primero de mayo acorde con los escenarios políticos de sus países, pero todos unidos en pos de sus derechos en una época compleja y singular. (Foto: teleSUR)

Cuba, una nación digna y pobre, no celebra el 1 de mayo con exigencias obreras, ni hay represión policial. Por el contrario, el Día Internacional de los Trabajadores, este año con marchas y concentraciones, las reclamaciones de la población - pues no hay edad ni condición para participar en el festejo-, son que Estados Unidos (EE.UU.) levante el bloqueo económico, financiero y comercial que mantiene contra la isla desde hace seis décadas, y a lo interno, que se logre el imprescindible impulso de la economía nacional.

 

En las concentraciones, que suplen en varias provincias las tradicionales marchas debido a la carencia de combustible, se unen varias generaciones que están sufriendo los embates de una medida unilateral y sanciones resultantes de la inclusión de este país de paz en la lista de los que, opinan la potencia norteña, son patrocinadores del terrorismo.

 

La concentración en La Habana se realiza en la Tribuna Antimperialista José Martí, en la que participará la brigada internacional ¨Primero de Mayo¨ integrada por más de 250 miembros de todos los continentes.

 

Adjetivos endilgados a una nación de apenas 11 000 000 de habitantes que por razones ideológicas EE.UU. convirtió en enemiga cuando desde su territorio jamás ha salido una invasión, ni ha puesto una bomba, ni tiroteado costas, ni ha intentado el magnicidio de ninguno de sus presidentes. Cuba es una nación pacífica, de gente humilde y en su mayoría patriótica.

 

Aunque el interés de los norteños para apoderarse de Cuba es histórica y obsesiva, luego del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, y al comprobar que en esta isla hubo y sigue un verdadero proceso de cambios estructurales, aún se ha ensañado más contra un pueblo pacífico que siempre ha defendido la paz y la construcción de una sociedad justa y equitativa.

 

Como los cubanos están conscientes de lo que han ganado en estas seis décadas, a pesar de la crítica situación económica existente, resultante del bloqueo y de los propios errores internos cometidos por la dirección del país, no dudan ni un instante en que los problemas existente en su territorio lo  resolverán sin injerencia de ningún otro país y menos EE.UU..

 

Por eso, este día primero de primaveras, desde horas tempranas en Cuba los festejos inundan las 15 provincias y 135 municipios y el especial Isla de la Juventud. Como siempre en esta fecha, acompañados este 2024 por 25 delegaciones obreras llegadas de igual número de países, varias de ellas presentes desde hace días e incorporadas a labores agrícolas para colaborar con la economía nacional.

 

En otros lares de Latinoamérica, el escenario es diferente y en un alto número de naciones la reivindicación en las calles es un arma contra gobiernos neoliberales, pero en otros, por el contrario, la clase obrera busca la protección de quienes dirigen los países, agobiados por los planes de desestabilización de la derecha regional.

 

Así sucede en Venezuela, donde una gigantesca movilización en Caracas y en los otros Estados del país, brindaron su apoyo al presidente Nicolás Maduro y en contra de las 900 sanciones impuestas a ese país por el gobierno de EE.UU..

 

Pancartas que recuerdan al líder revolucionario Hugo Chávez, y otras de apoyo a Maduro, que aspira a ser reelecto en las próximas elecciones del 28 de julio, banderas venezolanas y de otros países dan un especial colorido a la fiesta obrera que ofrece batalla a los opositores de la ultraderecha, afiliados a las políticas estadounidenses, que incluso han solicitado una intervención militar para derrocar a la Revolución Bolivariana.

 

En Nicaragua, el día primero cuando comienza mayo también se inicia el Mes de la Dignidad y la Soberanía Nacional, por lo que miles de personas tomaron las calles para festejar las dos fechas.

 

La vicepresidenta nica Rosario Murillo afirmó en un alegato a esa jornada, que ¨estamos con todos los trabajadores (…) como pueblo diligente, trabajador y triunfador que somos (…) generando los frutos de las sagradas tierras nicaragüenses para consolidar paz, patria, justicia y porvenir.

 

En El Salvador, organizaciones obreras y sectores de la sociedad civil aglutinados en el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular marcharán en las principales calles de la capital en demanda de respeto a sus derechos y conquistas.

 

Las principales agrupaciones de trabajadores de Panamá marchan en la Plaza 5 de mayo en demanda de libertad sindical y vida digna, mientras la nación istmeña está lista para celebrar comicios generales el próximo domingo.

 

En Argentina, las organizaciones sindicales históricamente poderosas convocaron a una movilización de los trabajadores en rechazo a las legislaciones que están en discusión en el Congreso Nacional, impulsadas por el presidente Javier Milei en detrimento de la clase obrera y estudiantil.

 

1 de mayo

Brasil también celebra el primero de mayo con una movilización contra las fuerzas de derecha que intentan desestabilizar el país suramericano. Los ocho grandes sindicatos brasileños convocaron una gran concentración en Brasilia, la capital, a la que, dijeron, asistirá el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien fuera dirigente sindical en Sao Paulo durante la dictadura militar. 

 

En Colombia, organizaciones sindicales y centrales obreras desfilan  en defensa de las reformas impulsadas por el Gobierno de Gustavo Petro y por la reivindicación de los derechos laborales en esa nación aún azotada por la violencia de bandas paramilitares.

 

Chile, de tradición obrera combativa, ese día los trabajadores y otros sectores marcharán en todo el país por mayor justicia social, equidad, mejores salarios, empleos dignos y porque se dictaminen la reforma fiscal y de pensiones, indicaron fuentes sindicales.

 

En medio de la violencia no controlada que azota Ecuador, las centrales sindicales del país exigen al gobierno de Daniel Noboa la vuelta a la normalidad en las calles, azotadas por bandas paramilitares que se disputan el control del tráfico de drogas.

 

Las marchas se realizan en medio de los cortes de electricidad generados por un mal funcionamiento del Ejecutivo, mientras también exigen los derechos laborales que les son pisoteados por un régimen neoliberal.

 

La central sindical PIT-CNT de Uruguay propuso volcarse en las calles para plantear la habilitación de un plebiscito sobre el régimen jubilatorio, que pretende establecer en 60 años la edad mínimo de retiro, equiparar las pasividades al salario mínimo nacional y eliminar el lucro con las jubilaciones y pensiones.

 

Estas acciones se repetirán este primero de mayo en otras muchas naciones de América Latina, una región de diversidades políticas y socio-economicas, pero cuyos obreros en su conjunto solo desean vivir mejor, sin riquezas, pero con dignidad.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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