Al pie del guión

De acuerdo a como marchan los resultados de las primarias demócratas, es evidente que el libreto de la jerarquía demócrata, destinado a favorecer al ex vicepresidente Joe Biden, terminará por imponerse en la puja por la nominación partidista para la lid comicial del onceno mes de este 2020.

Así, el personaje elegido por los poderosos sectores azules de corte conservador y tradicionalista, luego de su repunte en el Supermartes de inicios de este mes, acaba de sumar otro triunfo en cuatro de los seis Estados que efectuaron las primarias el pasado martes 10.

Según los medios informativos, ahora Biden dispone de 823 delegados para la Convención donde se designará al oponente de Donald Trump, contra 663 de su rival, el autodenominado socialista democrático Bernie Sanders. Para lograr mayoría absoluta se requiere de mil 991 representantes en la conferencia cimera.

Esta tendencia favorable al ex segundo de Barack Obama se viene consolidando a pasos acelerados a partir de un evidente “trabajo político” de la cúpula azul, reacia a apoyar un programa que como el de Sanders pretende cambios internos más allá de los “permitidos”, en el permanente afán de los grupos de poder de uno y otro bando de reducir la contienda  a un asunto de forma y no de contenidos sustanciales.

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De ahí que el universo mediático ligado al seguimiento del tema en cuestión hable de batallas entre “moderados” y “extremistas” en el seno demócrata, y según las órdenes impartidas, intente sembrar dudas y desconcierto sobre las “intenciones maléficas” de Sanders y  su inusual y “agresiva” retórica opuesta a los “mejores valores” de la sociedad estadunidense.

La meta es, sencillamente, restar apoyo a una figura, por demás de avanzada edad, que dentro del espacio azul ha resultado incómoda tanto en la anterior como en la actual campaña de los candidatos a la nominación partidista. Vale recordar que cuatro años atrás el legislador por Vernon también fue desplazado de sus aspiraciones cuando la jerarquía demócrata favoreció a Hillary Clinton, defenestrada luego por Donald Trump.

Según el propio Sanders, el “aparato del Partido Demócrata” no solo ha sellado y santificado su preferencia, sino que incluso “forzó a varios de los antiguos aspirantes a retirarse para favorecer a su rival, el ex vicepresidente Joe Biden”, ahora al frente en el número de delegados  para la Convención definitoria.

En efecto, en medio del ya citado Supermartes, los aspirantes Pete Buttigieg y Amy Klobuchar dejaron sus campañas y se adhirieron a Biden.

Asimismo lo han hecho al calco el senador Cory Booker, la legisladora Kamala Harris, y el ex representante por Texas Beto O’Rourke. A ellos se sumó el multimillonario ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg  luego de una decepcionante actuación pese a su enorme gasto en propaganda electoral.

Por su parte, otra aspirante de empuje inicial, Elizabeth Warren, algo más identificada con Sanders, también abandonó la disputa, pero sin proclamar su apoyo a ninguno de los dos contenientes mejor posicionados, por lo menos hasta que se redactan estas líneas.

Finalmente, informes indican que al parecer quienes controlan la estrategia del Partido Demócrata estarían apostando por acompañar la boleta de Biden con una mujer como aspirante a la vicepresidencia, “preferentemente afro estadounidense”, de manera de asegurar los votos femeninos y negro en el empeño por el retorno a la Casa Blanca.