Al desnudo las intenciones políticas de Capriles Randonski

Las verdaderas intenciones políticas del plan de gobierno del candidato derechista Henrique Capriles Randonski ya son conocidas en Venezuela, y tal como ha denunciado el candidato-Presidente Hugo Chávez Frías e incluso algunos políticos opositores, podrían sumir a la nación en el caos, con el peligro de que se repita el Caracazo de 1989, que dejó un saldo de más de cinco mil muertos en varios estados de la nación suramericana.

Aunque son remotas las posibilidades de que gane las Presidenciales, si se considera el amplio margen de ventaja del Mandatario –lo supera en más de un 19 por ciento- lo cierto es que la contrarrevolución en Venezuela posee planes organizados y aprobados por Estados Unidos: deslegitimizar el resultado de los escrutinios, y luego lanzar sus huestes a las calles en busca de confrontación con el pueblo bolivariano.

Este programa post-elecciones no es descabellado en absoluto, puesto el espíritu agresivo y antichavista del candidato de la oligarquía demostrado durante el golpe de Estado del 2002 cuando siendo alcalde del municipio caraqueño de Barutas se convirtió en el líder de los grupos contrarrevolucionarios que atacaron la embajada de Cuba, y persiguió con saña a los más cercanos colaboradores del Mandatario.

Capriles Radonski , caraqueño nacido en 1972, procede de una familia judía ruso-polaca (línea materna) y de judíos sefardíes (línea paterna), las que integran la élite de la burguesía criolla y manejan  y manejan grandes negocios, entre ellos la cadena Capriles, de medios de comunicación, industrias, la cadena de entretenimiento e inmobiliarias. Su formación política nada tiene que ver con las necesidades de las grandes masas venezolanas.

CHÁVEZ DENUNCIA 

El presidente Chávez y las principales figuras políticas venezolanas han denunciado este llamado Plan B, ya fracasó una primera etapa en la que el postulado derechista no logró la empatía con la población, dado la incoherencia de su discurso, ya que no puede develar sus verdaderos planes con antelación,  –que de ejecutarse podrían traer resultados nefastos para la estabilidad de la democracia en el país- .

Chávez ha hecho énfasis y alertado a su pueblo y a la comunidad internacional, lo que ocurriría si este joven político representante de los intereses de la oligarquía proestadounidense  llegara al Palacio de Miraflores y aplicara el llamado Paquetazo o programa neoliberal –que trata de esconder sin resultados- en un eventual gobierno.

Para el actual mandatario –que ganaría un tercer mandato consecutivo- la llamada Mesa de la Unidad Democrática que postuló a Capriles Randosky  posee un proyecto oculto –aunque hay filtraciones al respecto-, que podría, de aplicarse, llevar al país a un nuevo Caracazo, similar al de 1989, cuando el pueblo de manera espontánea se lanzó a las calles para protestar en varios Estados por el plan neoliberal impuesto por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

La represalia de Pérez, cuyas huestes enfrentaron a un pueblo desarmado, dejó a Venezuela sumida en el horror por la brutal represión contra la población y la persecución y asesinato de dirigentes de la izquierda. El Caracazo –y no es imposible- podría repetirse, pues el pueblo venezolano no dejará arrebatarse ahora las conquistas de diverso carácter logradas por la Revolución Bolivariana y su máximo líder.

Si ganase Capriles, hay pocas dudas de que millones de personas se volcarían en las calles para protestar por las medidas que eliminarían las grandes conquistas sociales y económicas alcanzadas por el Gobierno Bolivariano.

El opositor David de Lima, exgobernador de Anzoátegui, afirmó ante la prensa que antes de las elecciones primaria de la MUD liderada por Capriles se haría firmado un pacto secreto denominado “Lineamientos para el programa de gobierno de la unidad nacional” firmado por el candidato opositor, además de Leopoldo López, María Corina Machado, Ramón Guillermo Aveledo y Pablo Pérez. Este programa –aunque publicitado solo en aquellas partes que no constituían una amenaza social- nunca fue explicado a la población, pues oculta las verdaderas intenciones de implantar un “paquetazo” neoliberal.

De lo que se trata es  –según el documento publicitado por De Lima - de implantar una economía que destruya los logros de la Revolución bolivariana en las áreas social y económica, con un sistema que sustituya al actual, y en el que, entre otras medidas, eliminaría el monto de las pensiones, pasaría las Misiones (programas sociales) a los Estados, con cobro, por ejemplo, de la educación y la salud, privatización del petróleo y creación de un ente autónomo para manejar las políticas de hidrocarburo, nuevas tarifas de energía y del transporte público, entre otro rosario de medidas neoliberales.

Es fácil reconocer en este proyecto en el que se observa las directrices estadounidenses, un proyecto neoliberal similar que al ha fracasado en Europa y en otros países capitalistas; el mismo que trató de implantar Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato y que fue la llama que encendió la ira popular conocida como Caracazo.

Sólo bajo un gobierno tiránico podría repetirse en Venezuela los siniestros planes del derechista Capriles. La conciencia política del pueblo venezolano bajo la guía de Chávez lo impediría. Por tanto, lo que se impone hoy en Venezuela es evitar, en las urnas, que el joven millonario de ascendencia judía –cuya familia maneja millonarios negocios- asuma el gobierno. Si fuera así, su presencia en el Palacio de Miraflores entrañaría un retroceso secular para las grandes masas venezolanas, el retorno a la dependencia de Washington, y la repetición de un esquema de represión, cuyo botón de muestra el mismo demostró en abril del 2002.