Con la presencia de Bruno Flament y Chantal Dubois, de la institución francesa Docs aux sels; el director de Cultura de la EICTV, Edgar Soberón, el realizador y profesor audiovisual, Ríguel Salema, y la maestra de primaria, Caridad Montaje, quedó inaugurado el taller “El cine, cien años de juventud” que promueve la Cinemateca Francesa con el objetivo de acercar por primera vez a niños de todo el mundo a la creación fílmica.
San Antonio de Los Baños, desde hace 26 años, es, en cierta forma, un pueblo distinto a los otros de Cuba. La gente toma como cosa de todos los días que sus calles la recorran cámaras y equipos de grabación. Es ya frecuente que los estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y Televisión realicen documentales y obras de ficción sobre sus habitantes, y de hecho, muchos de los trabajadores de la EICTV misma viven allá.
Con los años, la EICTV fue acortando su nombre hasta convertirse, para el mundo, en la Escuela de San Antonio; y en acto recíproco, San Antonio se ha ido trasformando también en una ciudad de cine. Por eso, cuando la Cinemateca Francesa eligió a Cuba para desarrollar un proyecto que acerca el cine a los niños, la Escuela y su pueblo parecían ser el escenario ideal.
Antes eran sus habitantes los que descubrían frente a la pantalla grande las múltiples y singulares formas en que los estudiantes y profesores pensaban y sentían al pueblo. Ahora, con el proyecto “El cine, cien años de juventud” de la Cinemateca Francesa, será al revés. La Escuela contemplará desde la butaca la manera en que unos niños de la primaria José Aguinaldo Tudela Muñoz, en Cayo La Rosa, conciben el séptimo arte.
Esa es la intención. Desde 1995, cuando se cumplían 100 años de que los Lumière inventaran el cinematógrafo, la Cinemateca Francesa decidió contribuir al acercamiento de niños entre 11 y 13 años a la realización audiovisual. Así nació “El cine, cien años de juventud” que se desarrolla cada año en un país diferente. Ha pasado por Brasil, España, Italia, Portugal, Reino Unido… y ahora llegó aquí, al Caribe.
Los talleres giran alrededor de un tema que varía cada año. Así los niños, al final del curso, han presentado obras elaboradas en función del guión, la fotografía y otros tantos. Los niños cubanos de Cayo La Rosa, con la ayuda de su tallerista, el realizador egresado de la EICTV, Ríguel Salema Hernández, trabajarán en un cortometraje de ocho minutos a partir de “la puesta en escena”, que es el tema y asunto central de las clases este año.
Para que todo marche, el taller se desarrolla en colaboración con instituciones como Docs aux sels, la Cinemateca de Cuba, la EICTV y el aval de la Embajada de Francia. El Ministerio de Educación cubano, por su parte, ha integrado las clases como parte de los programas de círculos de interés que desarrolla en primarias y secundarias.
Aunque los estudiantes cubanos no cuentan con un plan de estudios audiovisuales, Ríguel Salema comentó durante la apertura oficial del taller, efectuada en la EICTV, que sus alumnos mostraban una sensibilidad notable por la imagen, hecho que percibió mientras realizaban ejercicios de foto fija.
Hace ya un mes que Salema les imparte clases, que van desde la discusión de películas como Buscando a Nemo hasta algunos elementos teóricos para narrar una historia. Y Caridad Montaje, la maestra de estos niños, no deja de sorprenderse de la atención que le prestan. El cine parece haberlos conquistado y se preparan entonces para la tarea más difícil, que es conquistar ellos al cine.
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