Lo oculto entre telones

Una de las propuestas más esperadas de la Semana de la Francofonía en Cuba fue el estreno mundial de Show room, porque nadie imaginaba este espectáculo, por tratarse de un secreto bien guardado por DanzAbierta, para preservar el impacto de lo inesperado.

Se trata de una puesta multidisciplinaria donde prevalece lo dancístico, contaminado por la música y el canto, que se abrazan en escena, mientras el telón adquiere protagonismo, como parte de la escenografía y soberano de la trama, pues precisamente es él quien oculta misterios, secretos y fantasías a la pupila del espectador más sagaz.

Con tales premisas, la coreógrafa y profesora española residente en Cuba Susana Pous fue armando un espectáculo para no creer y que convence y fascina, como pude apreciar en el teatro Mella, con una audiencia multitudinaria, en una puesta de una contemporaneidad imbuida de realismo mágico, en los códigos de la postmodernidad imbricados en un gran musical, en una fusión que no admite adjetivos sino ovaciones incansables.

Al impacto de la escenificación contribuye indudablemente la música concebida por X Alfonso, su esposo, quien además del soporte sonoro y de imágenes, incorpora la complicidad con el grupo Síntesis, que significa su familia en pleno, un aporte iniciático fabuloso con esa pantalla que se abre y devora a los danzantes.

DANZABIERTA EN LA SEMANA DE LA FRANCOFONÍA

El director general de DanzAbierta, Guido Gali, se refiere a la participación de este colectivo en la Semana de la Francofonía. “la relación de DanzAbierta con el mundo francófono ha sido muy importante para nosotros, al recibir el Premio por Malson el pasado año en el Festival del Caribe, organizado por el Instituto Francés. Competimos con otras muchas puestas y, a raíz de este premio, pudimos revisitar muchos festivales a los que no concurríamos desde hacía tiempo y pudimos actualizarnos acerca de las corrientes vigentes en el universo danzario y enriquecer nuestro universo estético”.

DE MALSON A SHOW ROOM

Autora de Malson, una coreografía estrenada por DanzAbierta en 2011, Susana Pous se vio precisada a probar fuerzas con una obra que neutralizara el recuerdo de aquel título tan recordado y aplaudido, en la interpretación de DanzAbierta.

Dialogante inteligente, Susana Pous realiza un desmontaje oral de Show room y reconoce a su multipremiada Malson como la génesis de esta obra, que lleva de sorpresa en sorpresa a los espectadores y provoca interrogantes que promueven el diálogo.

MALSON: UN ANTES Y UN DESPUÉS

-¿Cómo usted pudiera definir la coreografía ds Malson, antes de referirse al estreno de Show room?

-Considero a Malson como un punto determinante, pues marca un antes y un después. Y estoy hablando de lo que representa para la compañía y para mí. Desde su estreno, sentí que nos acercaba a un público no acostumbrado a asistir a funciones de danza y a otros que ni siquiera tienen un interés muy claro por esta manifestación. Los espectadores asistían en respuesta a un fenómeno que se creó alrededor de Malson, algo así como un magnetismo muy especial. Y fue muy importante para la compañía.

“Estábamos ante una disyuntiva difícil, por el hueco dejado por Marianela a la compañía, y pensamos que teníamos esta responsabilidad de seguir hacia delante y hacer algo que, por lo menos llegara al nivel alcanzado por esta agrupación. Y todo eso era muy complicado para mí, que empezaba a coreografiar, porque Malson fue la segunda vez que me ponía delante de los bailarines a crear una pieza.”

“LA RESPUESTA DEL PÚLICO ES VITAL PARA NOSOTROS”

“Esta obra nos dio seguridad, la sensación de que estábamos haciendo lo verdaderamente válido para nosotros, y nos sentimos muy gratificados al ver que teníamos una respuesta para el público.

No puedo olvidar eso por mucho que una crea en lo que hace, aunque lo realice con tremenda ilusión y esfuerzo, porque la respuesta del público es vital para nosotros, pues nos sentimos apoyados aquí y en otros países, en las giras, todo ha ido muy bien. Pero Malson también nos puso en una situación muy difícil, y nos preguntábamos qué iba a pasar ahora...

-Se impone otra interrogante. ¿Qué está pasando ahora?

-Al terminar Malson se me ocurrió Show room. Pienso que es mucho más complicada a todos los niveles. Para los bailarines es una obra muy dura, pues no tiene tanta plasticidad y belleza por las imágenes como aquella.

Teníamos que resolverlo todo en escena y esta responsabilidad es de los bailarines, aunque contribuyan a su atmósfera la escenografía y la dramaturgia. Pero la danza se impone.

ANTICIPO DE UN TRABAJO SERIO

-¿Su valoración de Show room en la actual etapa de DanzAbierta?

-Pienso que es un espectáculo diferente, que va a representar una huellita de que estamos realizando un trabajo serio, de mucha dedicación, que fue recibido con un calor que ni imaginábamos, en esta confrontación de lo experimental y lo netamente popular.

“Esperamos que en las funciones sucesivas nadie quede impasible ante este título y que el mensaje implícito de que la danza es algo maravilloso no solo tenga receptividad en los bailarines y quienes se dediquen de una forma u otra a esta especialidad. Que llegue a cualquier persona que pueda conectarse con un sentimiento, con una idea, con un movimiento, con lo que ocurre en escena.”

LA OTRA CARA DEL TELÓN

-Y ¿qué está ocurriendo en escena?

-Darle la posibilidad al público de que vea la otra parte, una cara que no se suele ver: en la danza se ve el resultado, lo que se logra después de muchas horas de ensayo, de mucha gente viviendo en común, y lo que aparece en el escenario es el resultado de todo eso. Una parte bella, espiritual. Y aquí el público puede apreciar qué hay más allá de lo que habitualmente recibe en escena. No solo detrás de los bailarines, de los artistas, sino una apreciación cabal de lo que hay detrás de uno mismo.

-¿A qué se refiere en ese “detrás”?

-Lo que tiene que ver con los sentimientos, con los miedos y oscuridades. La vida nos marca patrones, entre ellos que todo debe ser bello. Pero detrás de todo eso existen otros sentimientos para conseguir eso mismo, la belleza, sonreír cada semana. Uno tiene que trabajar, no todo es espontáneo. Y creo que en esa parte lo importante que uno oculta es a veces con intención o porque no es lo que uno debe mostrar e intenta revelar un pedacito.

-¿Puede decirse que ese carácter que le ha otorgado a Show room es catártico?

-Puede ser. Para mí la danza, tratando de salirme de lo que es la danza académica, une el resultado técnico del movimiento, pero lo más importante es que permite la expresión de lo más íntimo. Es un pedacito de mí que dejo ahí y me encanta compartir este sentimiento con los bailarines.

HABLANDO EN FUTURO

-¿Cuáles son sus planes inmediatos?

-Nos vamos a la Bienal de Danza del Caribe, en Martinica, donde presentaremos Show room, donde Malson obtuvo el premio en la pasada edición y quisieron conocer este último estreno, pero quise presentarla antes en Cuba en la Jornada de la Francofonía, pues quería conocer la reacción del público cubano antes de llevarla a Martinica.

“Nos invitaron a presentar una función en La Bienal de La Habana, en mayo, lo cual es de enorme importancia para nosotros, para conocer la opinión del público y los artistas del universo de la plástica.”

-Antes del obligado adiós, ¿cuál es su opinión del público cubano con respecto a la danza?

-Es una maravilla. Y he aprendido mucho del público cubano y de los cubanos en general. Por eso me alegro mucho de haber desarrollado mi carrera coreográfica aquí, porque pienso que es el mejor lugar del mundo para apreciarla, y he podido alimentarme, sentir y vivir mucho. He vivido momentos muy importantes y me encuentro disfrutando nuevamente de satisfacciones sin límite.