Llevamos un mensaje de salud a la gente

De profesión ingeniero mecánico, Osmel Francis Turner era un hombre que parecía un ciclón: fortachón, rudo en apariencia, a la vez alegre, jaranero, rapero, apasionado defensor del medio ambiente y de la Madre Tierra o Pachamama que hoy lo acoge en su seno. agradecida de cuanto hizo por ella.

Ha fallecido el líder del proyecto audiovisual ecologista Cubanos en la Red, el artista que sistematizó las problemáticas relacionadas con la dimensión medioambiental y conjugó el activismo y la pedagogía con un sin número de actividades.

Para Osmel, la ciencia y el arte constituían dos ramas de un mismo árbol milenario que, inevitablemente, iban tomadas de la mano. No podía existir otro camino para el hijo de la renombrada pedagoga Lydia Turner y el músico y compositor Osmel Francis.

“Empecé mis estudios en la CUJAE (Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría) con excelentes notas en mis dos primeros años hasta que en el tercero me suspendieron por dos ausencias a clases. Como castigo me enviaron al Taller de prototipos de la escuela. Para mí fue una bendición porque me formé como tornero, fresador y aprendí todo lo que no te enseñan en la carrera, más enfocada hacia el diseño”, me contó hace algunos años.

Osmel pasó entonces al Curso para trabajadores donde comenzó a impartir clases en un tecnológico: “Ese me formó también como pedagogo. Terminé trabajando en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, donde eché a andar un Taller de Ensayos Mecánicos que habían donado unos alemanes”.

Otro escalón en su vida fue el tránsito por el Parque Baconao, en Santiago de Cuba, Reserva Mundial con la Biosfera.

“Allí primero dirigí la parte mecánica del Taller de Prototipos. Luego me ubicaron en el Grupo de Desarrollo. Para mí fue otra bendición porque en ese lugar se desarrollaban proyectos de energía alternativa.

“El primer proyecto fue el Órgano Marino de Sigua, una cosa única en el mundo, porque utilizábamos la energía de las olas para convertirla en música. En el proyecto había un físico nuclear y un ingeniero eléctrico. Yo era el músico inventor del grupo.

“En la década de los 80 iniciamos los proyectos con aerogeneradores. También incursionamos en el estudio de la energía solar. El director Roberto Valdés era un visionario. Me dio la tarea de fomentar las comunidades artísticas del Parque Baconao.

“Para ello buscamos artistas de todo el país, del teatro, la música y el humor, les dimos casas en Baconao y creamos dos pueblos con esos creadores. Ellos tenían el compromiso de enseñar a los campesinos de la zona y, a la par, desarrollar su obra”.

De ida y vuelta, de toma y daca

Un gran aprendizaje significó para Osmel su primer viaje a Islas Canarias, España, donde conoció a su esposa, quien trabajaba en la Empresa Eléctrica de esa región española.

“En aquella época, en Islas Canarias se estaban desarrollando los parques eólicos, las plantas desalinizadoras y las potabilizadoras. Los canarios poseen una gran responsabilidad ambiental porque viven en una isla donde sufren las consecuencias del cambio climático: tienen pocas tierras para el cultivo, no cuentan con suficiente agua potable y han tenido que desarrollar la tecnología de las terrazas para los cultivos.

“Cuando venía de visita a Cuba traía todos esos proyectos y se los entregaba al Ministerio de la Industria Básica porque me preocupaba que mi país se convirtiera en un desierto como sucede en el oriente de Islas Canarias. Eso me ayudó a comprender cómo debíamos cuidar las riquezas del país”.

Cubanos en la Red

El nombre Cubanos en la Red nace a raíz de un libro escrito por Francis durante su estancia en España, un texto sobre un grupo de cubanos que jugaban en internet y lograban cambiar el Orden Económico Mundial.

“Todas las universidades españolas me felicitaron porque les había señalado un camino nuevo a las ciencias desde la comunicación: láser para transmitir informaciones, satélites de baja altura, hiperterminales de alta velocidad, sin torres. Solo hacía falta escanear la retina de una persona y los bancos de datos estaban en las alturas del Himalaya. La escritura de ese cuento me cambió la vida porque nombré así mismo a mi proyecto audiovisual”.

Su primer éxito musical fue Décima del sol, una canción de corte ambientalista que surgió a raíz del programa televisivo Pasaje a lo desconocido. Un comunicado en Facebook del Centro Nacional de Música Popular señala al respecto:

“Con una fortísima carga simbólica, este tema ha devenido verdadero clásico dentro del panorama hiphopero cubano, referida al apagón solar. En el videoclip aparecen figuras reconocidas dentro del panorama cultural cubano, como el cantautor Polito Ibáñez y el promotor cultural Rodolfo Rensoli Medina (fundador de Grupo Uno y de los festivales de rap en Cuba)”.

En 2003, Osmel grabó el fonograma Casiguaguas, con temas completamente ecológicos. El nombre del disco alude al topónimo que le dieron los aborígenes cubanos al río Almendares). Ese CD nació como resultado de la colaboración con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y el Ministerio del Turismo.

Siete años después, El abuelo del Rap le comunica al Instituto Cubano de la Música (ICM) su decisión de dedicarse solamente a la educación ambientalista.

De la Isla Verde a todos los rincones de Cuba

En 2010, Cubanos en la Red obtuvo el permiso del gobierno municipal de Playa, en la capital cubana, para convertir la Isla Verde de Santa Fe en un Parque Ecológico. Como no encontraron el financiamiento necesario para desarrollar el proyecto se enfocaron en la labor educativa siempre con el sueño de establecer allí un Centro de Interpretación de las Culturas Indígenas.

De esa época data la exposición colectiva titulada “Guayaberas de un cubano ecologista”, mostrada durante los meses de septiembre y octubre en espacios abiertos. En ella participaron instituciones y artistas como: Zaida del Río, Maykel Herrera, Jorge Perugorría, Nelson Domínguez, el Proyecto Huellas, el Centro de Intercambio y Referencia-Iniciativa Comunitaria (CIERIC), la Fundación Antonio Núñez Jiménez, entre otras.

Los últimos años de su vida, Osmel los dedicó a promover estilos de vida saludables y a enseñar a las nuevas generaciones a vivir en armonía con la tierra y sus ecosistemas. Con su tropa empezó a recorrer toda Cuba para limpiar los ríos y el Malecón habanero.

En 2013 fundó el primer Festival Madre Tierra en los barrios capitalinos de Cantarrana y La Corbata y luego llegó a tener alcance internacional.

Desde Cienfuegos lideró todo un movimiento comunitario para limpiar la bahía. En la localidad cienfueguera de Cumanayagua y en Consolación del Sur, Pinar del Río realizó videos por el Día Mundial del Agua, los Humedales, la Madre Tierra, la Diversidad Biológica, entre muchos otros temas.

Una red mundial por la ecología

En su andar por el mundo, el líder de Cubanos en la Red pudo contactar con personas que comparten objetivos comunes.

“Danny Rivera nos invitó a conocer un proyecto que él tiene en República Dominicana. Allí entramos en contacto con otro proyecto de Puerto Rico. En Guatemala intercambiamos experiencias con cuatro iniciativas parecidas a la nuestra, casi todos asociadas a los pueblos originarios”.

Participó en eventos internacionales como la Cumbre Social por el Clima, celebrada en Madrid, en 2021.

En 2016, el Instituto Cubano de la Música, el Comité Organizador de Cubasdico y la Academia Cubana de la Artes Discográficas le otorgó el Premio Especial Cubasdico al título La isla verde, de Osmel Francis y Cubanos en la Red por el conjunto de su obra audiovisual ecologista.

Fue promotor igualmente de campañas del Ministerio de Salud Pública como la Celebración del Día Mundial de la lucha contra el VIH-SIDA.

“Si las personas continúan lanzando desperdicios a los ríos y a los mares, seguro que el país entero se va a enfermar. Nuestros pueblos originarios tenían una gran conciencia al respecto. Llevamos un mensaje de salud a la gente para que vivan en armonía con la tierra y sus ecosistemas”.

Todas esas acciones le dieron sentido a la vida de Osmel Francis Turner, cuyo ejemplo debe permanecer presente en las futuras generaciones, por el bien de todos los que habitamos este planeta.