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miércoles, 30 de octubre de 2024

La televisión cubana necesita espectacularidad

Sobre las series policiacas y la emisión de UNO conversa con Cubahora, Roly Peña, realizador audiovisual...

Mayra García Cardentey en Exclusivo 21/01/2015
2 comentarios

“Nada justifica ser aburridos, no brindar entretenimiento”, así defiende a mitad de un diálogo quien con no pocos palmarés ha sorteado caminos difíciles del audiovisual en la pantalla chica: desde entregas juveniles hasta memorias históricas. Para Roly Peña, reconocido director de la televisión cubana, se ha perdido en la Isla la capacidad de contar.

Luego de sus exitosas propuestas juveniles Enigma de un verano y Coco Verde, y de su reconocido acercamiento histórico Duaba, Peña se aventura nuevamente a la trama policiaca con UNO, de 18 capítulos en transmisión y una segunda temporada prevista para el 2016.

-Inicios… ¿el cero?

“Primero hicimos Patrulla pero realmente es muy difícil, desde un patrullero, movernos en el mundo del policiaco. Me quedó desde entonces el interés por hacer una producción con estructura y situaciones propias del género. Para UNO habíamos concebido a los mismos patrulleros anteriores como personajes, en el sentido de que en la trama se habían superado, pasaban a la academia y tomaban otros cargos. No pudimos volver con los actores originales, de ahí que estén Carlos Ruiz y Tomás Caos. Para los casos, trabajamos casi un año con expedientes de situaciones reales; tuvimos gran apoyo de los compañeros del Minint.  

-En el organigrama de personajes se repiten algunos esquemas de Tras la huella y, a la vez, se introducen algunas particularidades como una cierta mirada a la intimidad de los mismos. ¿Iguales y diferentes?

“El objetivo no fue diferenciar. Todo material que se construya en un mundo profesional debe parecerse a él, por lo que se reiteran algunos protagonistas y situaciones. Pero, a la par, hay que insistir en que son seres humanos. Por ejemplo, si fuéramos a ilustrar la vida de un hospital y solo lo enfocamos desde el desempeño médico, sería muy aburrido. Ese es el principal presupuesto de UNO: partimos de seres humanos, por tanto no puede faltar el drama ni el entretenimiento, de ahí brindarle un espacio a la vida íntima de estos personajes. Para eso, después de tener los casos, construimos la historia de cada uno de los protagónicos, su novela, por decir de algún modo. En este sentido, la serie tiene un orden, aunque son casi independientes los capítulos, sigue una línea cronológica en el desarrollo personal de cada cual”.

-Aunque, igual medida, no se puede perder el equilibrio entre las historias personales y el drama policial, no sea que la segunda pierda el protagonismo.

“Lo primero es que estamos haciendo un policiaco, no una novela. Lo segundo, es que hay dos maneras de ver el policiaco: desde el punto de vista del ladrón y desde el punto de vista del policía. Este está visto en el prisma del último. En función de ello, las situaciones íntimas se colocan como pinceladas. No tenemos ninguna intención de crear el brete público de la telenovela”.

-En este aspecto, muchos critican las actuaciones poco convincentes de ciertos actores que encarnan personajes importantes en series policiacas. ¿Cómo tratar de sortear este dilema?

“Los actores son el principal transmisor de las ideas y emociones de tus propuestas. Su labor la apoyas con la puesta en escena, fotografía, luces, edición. Si el desempeño actoral está bien, el resto es adornar. En blanco y negro: si el actor funciona y el texto está bueno, usted entretuvo. Por eso insisto que todo no puede ser “no tengo recursos”. Es verdad que no tener solvencia te quita ser competitivo en el mercado, nos frustra la película que soñamos hacer, pero no explica que un personaje no convenza”.

-En esta producción se visualizan con mayor frecuencia ágiles movimientos de cámara, amplios despliegues de recursos policiacos, rápidos cortes en la edición. ¿Espectacularidad en el policiaco?

“Trabajamos para un medio masivo; realizar series en Cuba es mucho más difícil, lo que hagas es para todos los públicos. En otros países, clasificas por segmentos, preparas un lenguaje y horario para ese destinatario, es un poco más simple en el momento de proyectar la puesta en escena. Entonces, a estos códigos más amplios que debemos manejar por trabajar para todos los gustos a la vez, se suma que debemos entretener. Hay que promocionar valores morales, preceptos educativos, pero también y muy importante, es necesario entretener. Si no, te cambian el canal, en el mejor de casos; siempre está el paquete. Por eso defendemos lo espectacular del policiaco: la intriga hasta el final y mucha acción. Es cierto que tenemos pocos recursos. Estamos claros. Aunque nada justifica no ser entretenidos”.

-Bajo esta mira, una de las peculiaridades de UNO, es que por primera vez se rueda y se trasmite al mismo tiempo, dinámica común en muchos circuitos audiovisuales en el mundo, pero no practicada en Cuba. ¿Riesgos y ventajas?

“Es lo más lógico, lo más productivo pero es muy costoso para la realidad del país. Necesita una maquinaria de producción: dos tres equipos grabando y un fuerte staff de edición para que entreguen a razón de capítulo por día. Todo eso es recurso y personal, no estamos en capacidad de hacerlo…”

-¿Entonces?

“Es que incluso con la limitación que tenemos es un problema estratégico manejar dos directores: uno firma un bloque y entra a preparar el siguiente, en lo que el otro edita. Eso da que la serie se está grabando todavía y estamos al aire.

-En ello ¿cómo funciona el binomio Albertico Luberta-Roly Peña?

“Los estilos los concentramos. Trabajamos por bloques. Hay un discurso común. Por otra parte, Albertico es escritor de esta serie, conocemos nuestra obra entre sí y todo fluye”.

-Otra de las novedades –una de las más notables- comprende en los protagónicos a una mujer al frente del equipo. También se respira una mayor diversidad racial y cultural. ¿Intencional?

“Desde que hice Enigma de un Verano intento incluir la diversidad que es Cuba.  No hay Isla sin multiplicidad de razas, género, religión. La variedad está clara en esta serie, de alguna manera tratamos que esa realidad funcione. Son verdades que queremos demostrar. Son relaciones que asumimos de forma natural.


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Mayra García Cardentey

Graduada de Periodismo. Profesora de la Universidad de Pinar del Río. Periodista del semanario Guerrillero. Amante de las nuevas tecnologías y del periodismo digital.

Se han publicado 2 comentarios


elena
 21/1/15 11:05

Este serial es excelente, a mi me ha gustado más que tras la huella, sin tanto tecnicismo nos transmite el mensaje y sobre todo nos muestra a policias que son reales seres humanos con problemas , virtdes y defectos, ojala no sea tan corto y en este año podamos disfrutar de mas...........

carlosvaradero
 21/1/15 10:00

Sin dudas...la televisiòn debe verse como un espectaculo sobre todas las cosas para entretener, esa es su razòn de ser.

Cuando esa premisa no està presente en cada uno de los programas, independientemente dle gènero que sea, nunca va a acaparar la atenciòn del pùblico televidente que a fin de cuenta busca precisamente eso, la espectacularidad de cada programa.

Hay quien se sigue preguntando por què los cubanos siguen prefiriendo el paquete semanal....ahi està la respuesta...aun cuando muchos de sus programas sean simples, o banales, y todo tipo de adjetivo negativo que quieren adjudicarle, los realizadores de esos programas saben como hacerlos, para llegar a la mayor cantidad de pùblico posible...ahi està el exito.

Nosotros no hemos aprendido eso, o no lo hemos querido aprender, que son dos cosas diferentes!!

Gracias!

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