Pascal Masi es un tejedor de fábulas. Desde la técnica escultórica ha construido un imaginario muy singular que inspira sentimientos como la emoción y la simpatía.
Ante sus piezas, el espectador permanece asombrado, anonadado pero nunca impasible, porque el mundo animal ejerce sobre los humanos una atracción casi fatal.
Sus osos polares, pingüinos, felinos, elefantes, rinocerontes, liberan una energía mística, pues parecen cobrar vida y recordarnos que somos nosotros mismos, los humanos, los verdaderos culpables de la destrucción de la vida en la Tierra.
Animales del Planeta es el título de la muestra personal del escultor francés Pascal Masi, que hasta el venidero 28 de octubre permanecerá en el edificio de Arte Universal, del Museo Nacional de Bellas Artes, muestra que ha sido posible gracias a la colaboración del Consulado General de Mónaco.
Sobre la poética de este singular artista, expresó el agente de arte Florence Enjolras: “Cuando Pascal Masi descubrió el arte de la escultura, hace más de 20 años, fue una verdadera revelación que le dio un sentido a su vida.
“Desde ese día, comparte con nosotros su felicidad de esculpir, manteniendo una exigencia artística extrema, que le ha valido ser hoy distinguido como uno de los escultores franceses más talentosos, reconocido tanto en Francia como en el extranjero y presente en numerosas colecciones públicas y privadas.”
Ahora, en ocasión de las celebraciones por los 20 años de la Convención de la Tierra, y como parte de un programa de sensibilización con la temática ambientalista y la diversidad que desarrolla el Museo Nacional de Bellas Artes, por vez primera el público cubano puede apreciar el quehacer de Masi.
Es por eso que el Sr. Pierre Pastor, Cónsul General Honorario del principado de Mónaco en Cuba, tuvo la iniciativa de traer esta singular retrospectiva, de los últimos 12 años de labor de Masi en el campo de la escultura.
La exposición constituye un nuevo paso en las relaciones de cooperación y de amistad entre el la nación europea y la antillana. Y, explican fuentes de aquel país, resulta una continuidad de la política llevada a cabo por el Soberano del Principado de Mónaco, Alberto II, para contribuir a la toma de conciencia mundial a favor de la vida en la Tierra.
En Animales del Planeta, Masi recrea el mundo animal a partir de serios estudios anatómicos y una rigurosa observación de las posturas de diferentes especies, sin perder de vista una mirada que coquetea con el sentido lúdico, didáctico y desacralizador para dotar a las “fieras” de una agraciada apariencia.
Se trata de 45 piezas, organizadas bajo el criterio curatorial de animales de los témpanos de hielo, felinos, de África, Europa, otros sitios geográficos, y obras monumentales confeccionadas con tierra, yeso, cera, piedra, poliespuma, acero, aluminio, bronce, resinas, materiales complicados que requieren equipamientos especiales.
Masi confesó su especial fascinación y respeto por el mundo animal, el cual resulta un espectáculo de gran belleza. En especial señaló como sus especies preferidas a los felinos y los osos polares, a los que considera magníficos. Asimismo, destacó su deuda de gratitud con Francois Pompon, el maestro de la escultura animalista del siglo XX.
“Mi trabajo se acerca al cubismo, pero un cubismo dulce. Adoro la confrontación permanente entre la fuerza técnica y la creatividad pura, ese diálogo entre talla, equilibrio y hasta la seguridad de la gente es apasionante, y propio del escultor”.
En cuanto a los animales de los témpanos de hielo, como los osos polares y los pingüinos, expresó que “a menudo son muy hermosos; todos tienen algo irreal, quizás debido a que viven en el entorno más hostil del mundo.”
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