La primera bailarina Anette Delgado mostró su talento desde su etapa de estudiante de la Escuela Nacional de Ballet, cuando mereció medallas de oro y plata en concursos nacionales e internacionales y premios a la mejor pareja. Con el Ballet Nacional de Cuba ha realizado giras por América, Europa, Asia, Egipto y Australia. Ha sido invitada a galas en numerosos países donde ha demostrado la integralidad de sus posibilidades.
L0 DEPURADO EN EL ARTE DE ANETTE
-¿Cómo te sientes en este festival donde abarcas espacio y responsabilidad?
Es cierta la responsabilidad que tengo encima. He tenido mucho trabajo, pero pienso que en la dedicación que he puesto en cada minuto en los ensayos y con todas las fuerzas que voy a dar en las funciones, se podrá lograr el resultado que espero y deseo.
-¿Qué esperas de este evento en el cual protagonizarás los ballets más representativos?
En los que he participado, he tenido la posibilidad de actuar en una gran variedad de ballets. Pero, de hecho, este festival es el primero en que no voy a interpretar ninguna obra contemporánea como tal. Pero eso sí, tengo el honor de protagonizar Giselle, que es el ballet cumbre de la compañía y es una se las obras más esperadas por el público, por la crítica, por el mundo.
-¿Cómo contemplas a la protagonista de este clásico de clásicos?
He estudiado mucho este personaje y lo concibo, en el primer acto, como una muchacha indefensa, ingenua, que no tiene mucha noción de la vida. A la vez está enferma, es muy dulce y se enamora de Albrecht. Para que se note la diferencia en sus dos facetas, el segundo acto tiene que reflejar fragilidad, para que se vea el espectro, en este caso de las wilis, Es un ballet que me gusta mucho y sobre todo, en el primer acto me identifico mucho con ella, por eso trato de mostrarla etérea, que parezca flotar, casi volar.
-Tienes en perspectiva para esta programación otro personaje, muy romántico también, la Julieta de Shakespeare y sus máscaras. ¿Cómo la concibes?
Voy a interpretar la versión de Alicia de Romeo y Julieta, y es otro personaje que me agrada mucho bailarlo, porque se disfruta mucho. Es una obra que técnicamente no es tan fuerte, tiene mucha interpretación y, a la hora de bailarlo, es muy atractivo, porque su interiorización es más factible. En realidad, cuando estoy en el escenario me siento Julieta.
Por otra parte La fille mal gardée posee una personalidad totalmente diferente, el más antiguo del repertorio de la compañía, también exige mucha interpretación, aunque su sicología es muy distinta…
Es lo que bailé en la inauguración y es muy simpático a la hora de asumirlo. Tuve que aportarle muchas vivencias mías de niña y estudiar mucho a los niños para que cobre vida esa niña malcriada, que siempre va en contra de la Mamá Simona. Es un personaje superdivertido y muy rico a la hora de plasmarlo en danza y actuación.
-¿Y en cuanto a otras obras en que intervendrás a lo largo del Festival?
El pas de deux que me montó Alicia, es un clásico pero no llega a serlo como tal. Se titula Nosotros, es una coreografía de ella que bailaré con Dani. Es muy bonita. La idea que ella tiene es que se desarrolla en un salón de clase. Son unos muchachos que se dan cuenta de que en su baile hay algo más, y esto se refleja en su relación como pareja de baile, en la que existe un sentimiento más profundo. La historia comienza cuando él llega al salón y ella no está. La muchacha llega tarde y se va molestando, va practicando los pasos que va a ejecutar, pero piensa que él no está y él está oculto, jugándole un poco de broma, Él la ve a lo lejos y se divierte contemplándola sola y el final me lo reservo.
-¿Hasta qué punto la figura de Alicia ha influido en ti para tu desarrollo dancístico?
Muchísimo. Y le debo mucho a ella sobre todo en el personaje de Giselle. Ha hecho un trabajo muy profundo conmigo en este festival, ha ido a muchos ensayos donde me ha trabajado, no solo a Giselle, sino La fille mal gardà, Shakespeare y sus máscaras, Nosotros. Ella ha marcado bien para que se vea la diferencia de cada ballet, de cada estilo y le debo mucho. Porque más conocimientos que Alicia, nadie los tiene. Me va diciendo, me va hablando y me va perfilando cada acción, cada actitud de los personajes y eso se ve en mi baile.
-Has hablado de un aspecto que podría definirse como el signo de tu labor balletística, el estilo. Cuando uno te ve bailar se percata de hasta qué punto posees un apego especial respecto al estilo, ¿qué podrías decir en este sentido?
Si no se incorpora el estilo que implica cada ballet, no se lograría nada. No se puede bailar El Lago… y Giselle con los mismos códigos. Es imprescindible establecer muy bien las diferencias entre estos dos títulos y también con respecto a Don Quijote. El estilo es primordial en cada obra cuando uno se presenta en el escenario.
-Opino también que el dominio de la técnica en el ballet llamado blanco es otro signo identitario, ¿podrías hablar de este tema?
Todos los títulos de esta vertiente dancística poseen su técnica, pero hay algunos en los que la técnica cede el paso —en cierto sentido— a la interpretación. De nada sirve en esta obra realizar alardes técnicos, si artísticamente no dices nada o cuando no dominas el estilo.
“En el segundo acto está muy marcado el estilo y para proyectarlo en escena tienes que definirlo con el cuerpo, con los brazos, las posiciones de los arabesques no hay porqué realizarlos a penché, porque si lo haces así, perderían la línea”.
-¿En qué ballet te sientes más realizada?
Cada uno es diferente. Giselle me gusta muchísimo y lo disfruto enormemente a la hora de bailarlo. Pero también está El lago de los cisnes, donde se puede apreciar mucho la diferencia entre el segundo y el tercer acto, En el tercero se puede apreciar el derroche técnico y en Don Quijote, en la Kitri, también se puede ver y en los diferentes pas de deux, como Diana y Acteón, Corsario. Son los diferentes ballets que permiten alcanzar lucimiento, tanto técnica como artísticamente, otros donde se destaca la técnica y otros donde prima lo artístico, tiene mucha interpretación y no tanta técnica.
-¿O sea que tú disfrutas del repertorio de la compañía?
Mucho y también a la hora de asumir el contemporáneo, en cada festival cuando se ponen o se retoman.
-¿Y cómo pudieras definirte como bailarina?
Esa opinión se la dejo a mis maitres y al público. Pienso que soy una bailarina sacrificada y muy luchadora, desde que emprendí esta carrera.
-¿Tu sueño como bailarina?
Ya lo he cumplido en parte, porque cuando entré en la escuela siempre quise ser una primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba. Ya eso se hizo realidad. También anhelaba poder bailar todos los grandes clásicos. Y otros relacionados con lo que pueda dar aportes a mi carrera. Y, en un futuro, poder transmitir mis experiencias a las nuevas generaciones con todos los conocimientos que tengo hoy en día.
-¿Y qué puedes decirme de Dani Hernández, tu partenaire actual?
Estoy muy cómoda con él. Tenemos una relación de amistad muy bonita. Nos cuidamos mucho el uno al otro, nos daMos consejos. Por ejemplo, en una variación yo le digo, tal paso no te queda bonito y tratamos de encontrar una solución. Él hace lo mismo conmigo. De verdad que como partenaire es excelente y como compañero aún más.
-Y, para finalizar, ¿a quien dedicas tus actuaciones en el Festival?
A Cuba, porque me siento muy feliz de ser cubana y de participar en este festival, siempre tan esperado, cuya repercusión llega a todo el mundo, pues por todas partes están solicitando a nuestros bailarines. Y me siento cien por ciento cubana.
SiulMaza
16/6/13 19:01
Anette Delgado,Maravillosa, Después de abandonar la Sombra de Rolando Sarabia, se realizo. el la hacia sentir Menos, Incapaz,sembró la duda de su capacidad, Añado siempre que un Bailarín Cubano sea Formado Ahí y Reconocido en el Mundo por Nuestra Estrella Alacia Alonso. esta en el lugar Bien Merecido" CUBA " FelicidadeS
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