El cáncer representa la segunda mayor causa de muerte a nivel mundial, solo superado por la cardiopatía isquémica. Desde principios del siglo pasado, las costumbres de la sociedad industrial moderna han aumentado su incidencia hasta alcanzar la cifra actual de 32 millones de personas enfermas.
Sin embargo, este mal ha azotado a la humanidad desde tiempos remotos. El tumor más antiguo del que se tenga evidencia fue encontrado en el hueso del pie de un homínido primitivo hallado en Sudáfrica, el cual tiene 1,7 millones de años de antigüedad.
El primero en dar nombre a este fenómeno fue Hipócrates (460-360 a. c), el padre de la medicina, quien lo asociaba a un desorden de los fluidos en el cuerpo y aconsejaba tratarlo con dieta y reposo. Si esto no funcionaba se intentaba una cirugía.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX con la llegada de la desinfección, la esterilización, los estudios microscópicos y el uso de anestesia durante las operaciones que fue posible el uso de intervenciones quirúrgicas verdaderamente efectivas.
“Por unos cuidados más justos” es el lema bajo el cual se conmemora este 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer, establecido desde la cumbre contra dicha dolencia efectuada en París en el año 2000, las acciones llevadas a cabo en esta fecha buscan generar una mayor conciencia en gobiernos, instituciones académicas y pacientes, y tiene el objetivo de aumentar los esfuerzos en su prevención y control.
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Aunque la ciencia moderna aún no sabe como eliminar por completo este padecimiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que cerca de un 40% del cáncer a nivel mundial puede ser prevenible con un mejoramiento de nuestros estilos de vida.
Esto quiere decir que un mejor autocuidado, chequeos médicos periódicos, una dieta saludable y el no consumo de sustancias cancerígenas como la nicotina pudieran evitar cerca de cuatro millones de muertes cada año.
El trabajo de Cuba contra el cáncer
En el caso de Cuba, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) informa en su sitio web que la mayoría de los pacientes cubanos son personas de más de 60 años y las afectaciones se localizan principalmente en pulmones, próstata y senos.
Según informes anuales del MINSAP, reducir el número de fumadores entre un 32% y 19% evitaría 1400 muertes y un diagnóstico temprano del cáncer de próstata y colon evitaría 1180 y 450 muertes respectivamente.
El Centro de Inmunología Molecular (CIM) está especializado en la producción de medicamentos para el tratamiento del cáncer y otras enfermedades autoinmunes. Varios fármacos y vacunas terapéuticas basadas anticuerpos monoclonales y otras proteínas recombinantes han surgido de los esfuerzos que dedica esta institución.
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Entre las bondades de estos remedios pueden contarse la terapia inmunosupresora, que contribuye a disminuir la incidencia del rechazo agudo del injerto y mejorar el índice de sobrevida del trasplante en los pacientes. La reducción de la incidencia de la neutropenia febril, diversos tratamientos para pacientes con linfomas quimiorresistentes, tumores pulmonares y otros fármacos con buenos resultados en el combate a diversos tipos de tumores.
Los tratamientos actuales ayudan a prolongar y mejorar la calidad de vida. Afortunadamente ya sabemos que existen cientos de tipos distintos de cáncer y que los efectos sobre cada paciente son diferentes. En correspondencia con esto los investigadores desarrollan nuevas formas de atacar con mayor precisión un tumor específico en un paciente.
Solo en el último quinquenio, la ciencia internacional ha desarrollado 70 nuevos tratamientos oncológicos. La edición genética, la inmunoterapia, biopsia líquida, cirugía robótica y la secuenciación del genoma son algunas de las novedades al respecto. La ciencia está enfocada en encontrar una cura especializada para cada problema individual.
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