Llegas a tu casa y ves desde tu ventana como la vecina esta tirada desnuda en el suelo. Tiene la piel despellejada porque alguien le echó aceite hirviendo. Te quedas mirando sus costillas desgarradas, sus senos amorfos y el rictus de dolor que tiene su boca y no te das cuenta de que hay un hombre al lado de ella, vestido con impecable traje de cuello y corbata, que te está mirando fijamente. Desde ese momento temes por tu vida. Aunque la policía te asegure que sin amenazas no hay nada que indique que estás en peligro.
Cold Hell es un thriller con toques muy sangrientos. Las escenas de acción son muy realistas y están perfectamente actuadas, y la protagonista (Violetta Schurawlow) tiene una mezcla de dureza con ternura que hará que te quedes prendado de su carisma. Todo ello hace que Cold Hell sea una cinta magnética. Provoca descargas de adrenalina.
El director es de origen austriaco. Se llama Stefan Ruzowitzky (Anatomía, 2000; ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa por Los falsificadores en el año 2008), quien centra gran parte de la trama en el desarrollo de sus personajes. Sabe que la cinta no es la cúspide de la originalidad y que es en otra parte donde conseguirá legitimarla.
Algo del cine negro lleva este thriller, cuyos destellos recuerdan a Taxi Driver de Martin Scorsese o La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock.
La película tiene una dureza narrativa que no descuida unas muy creíbles interacciones entre personajes y algo de denuncia social sobre la discriminación a los inmigrantes, ya que la protagonista encarna a una musulmana que emigra al centro de Europa.
Otra denuncia que tiene el filme: la gran incomunicación que sufrimos los seres humanos. Nadie sabe qué pasa por la mente del otro. Ni sus problemas; ni el porqué de sus acciones. No hay tiempo para ver qué hay más allá de lo exterior en una persona.
Pero lo mejor de la cinta, incluso aún más excelso que el trabajo visceral de fotografía, que se mueve entre suburbios y espacios de diplomáticos, es como el contraataque de la protagonista a su agresor consuma uno de los más exquisitos ejemplos de poder femenino que el cine moderno haya jamás contemplado.
Porque no estamos hablando de una mujer sin miedo. Ni de una súper heroína. Estamos hablando de una mujer que se resigna a ser víctima. Que es cabeza de león, nunca cola. Que no pide perdón. Que quiere y está lista —mentalmente, ahí donde importa— para defenderse del infierno helado sobre la Tierra.
Almir Ulises Mestre León
15/1/18 10:08
Creo que te faltó la palabra ¨no¨ cuando escribiste: Estamos hablando de una mujer que se resigna a ser víctima.
J0ck3R
12/1/18 8:49
para los interesados en el paquete d sta semana volvio a salir La amante doble
leoricardo
9/1/18 12:42
no he visto este filme salir en los paquetes semanales, en cual ha salido??? para poder verla, me la imagino muy entretenida por lo que cuenta diana.
ntq
9/1/18 10:18
Diana, la coincidencia vuelve hacia ti, Te felicito.. tratas temas que me hacen leerlos una y otra vez como buscando algo que haya perdido o oculta pudiera estar ... o sera por esa forma de ver, a veces no entiendo pero te sigo en Cuba Ah y Si
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