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lunes, 25 de noviembre de 2024

Louise Glück gana Nobel de Literatura 2020

“Por su inconfundible voz poética, que, con una belleza austera, convierte en universal la existencia individual”, esta fue la razón fundamental para otorgar a su obra el Premio Nobel según la Academia Sueca...

Laydis Soler Milanés
en Exclusivo 12/10/2020
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Louise Glück
La poeta estadounidense es una de las autoras contemporáneas más prominentes de su país (Foto: Nobel Media/ Niklas Elmehed)

Este jueves la Academia Sueca anunció que el Premio Nobel de Literatura de este año sería para Louise Glück. Así esta poeta estadounidense se convirtió en la decimosexta mujer en recibir uno de los máximos galardones en su campo.

De origen neoyorquino, Glück, descendiente de judíos húngaros emigrados a Estados Unidos, ha publicado 12 libros de poemas y algunos ensayos. Parte de sus colecciones han sido traducidas al español por poetas como Eduardo Chirinos y Mirta Rosenberg.

Es una de las autoras contemporáneas más prominentes de su país y ha ganado los máximos premios que este otorga, entre ellos el National Book Award por Noche fiel y virtuosa (2014) y el Pulitzer por El iris salvaje (1992).

“Por su inconfundible voz poética, que, con una belleza austera, convierte en universal la existencia individual”, esta fue la razón fundamental para otorgar a su obra el Premio Nobel según la Academia Sueca.

Anuncio del Premio Nobel de Literatura 2020 por Mats Malm, Secretario Permanente de la Academia Sueca, el 8 de octubre de 2020

La infancia, la vida en familia, la relación cercana con sus padres y hermanos son temas que permanecen en su obra, aunque Louise Glück no es como tal una poeta biográfica y apunta más hacia lo universal; destaca Anders Olsson, el presidente del comité del Nobel.

También la mitología griega tiene una gran influencia en sus poemas. Desde niña  la también profesora en la Universidad de Yale, tuvo un marcado interés por el tema y la Biblia cristiana.

Una de sus colecciones de poemasAverno (2006) es una obra maestra con una interpretación visionaria del mito del descenso de Perséfone hacia el inframundo, al ser capturada por Hades, el dios de la muerte; señala Olsson.

Escribe una poesía onírica, narrativa, que hace recuento de sus vivencias y viajes, solo para dudar y pausar en busca de nuevos descubrimientos hacia su interior, explica el autor sobre la reciente Premio Nobel de Literatura.  

Como respuesta a la pregunta: ¿Qué recomendaría a los que comiencen a leer por primera vez su obra?, (hecha por teléfono por parte de la Academia Sueca); Louise Glück, desde su casa en Cambridge, Massachusetts, respondió que no propondría algo en específico, porque cada libro es diferente.

“No sugeriría que lean mi primer libro (…) pero cualquier cosa después de este creo que sería interesante. Me gusta mi trabajo reciente. Diría que Averno sería un buen lugar para empezar, o mi último libro Noche fiel y virtuosa.

Desde Cubahora compartimos algunos poemas de la autora.

Lamium

Así se vive cuando tienes un corazón helado.
Como yo: entre sombras, arrastrándose sobre la roca fría,
bajo las copas inmensas de los arces.

El sol apenas me alcanza.
A veces, al comenzar la primavera, lo veo elevarse a lo lejos.
Luego crecen las hojas sobre él, hasta cubrirlo todo.
Siento su brillo entre las hojas, vacilante,
como quien golpea un vaso con una cuchara de metal.

No todos necesitan de la luz en igual medida.
Algunos creamos nuestra propia luz: una hoja plateada
como un sendero que nadie puede recorrer, un lago de plata
poco profundo bajo la oscuridad de los arces.

Pero esto ya lo sabes.
Tú y aquellos que piensan
que viven por la verdad, y en consecuencia,
aman todo lo que es frío.

De Iris salvaje. Versión de Eduardo Chirinos

Lago en el cráter

Entre el bien y el mal hubo una guerra.
Decidimos que el cuerpo fuese el bien.

Eso hizo que el mal fuese la muerte,
que el alma se volviera
completamente en contra de la muerte.

Como un soldado que desea
servir a un gran señor, el alma
desea cerrar filas con el cuerpo.

Se puso en contra de la oscuridad,
en contra de las formas de la muerte
que reconocía.

De dónde viene la voz
que dice: y si la guerra
fuese el mal, que dice

y si fue el cuerpo el que nos hizo esto,
nos hizo tener miedo del amor.

Del libro Averno (2006) Traducción de Abraham Gragera López y Ruth Miguel Franco. Pre-Textos, 2011

Las siete edades

En mi primer sueño el mundo parecía
lo salado, lo amargo, lo prohibido, lo dulce

En mi segundo sueño descendía,
era humana, no veía nada de nada
bestia como soy debía tocarlo, contenerlo
me escondí en la arboleda,
trabajé en los campos hasta que quedaron yermos
un tiempo que nunca volverá el trigo seco en gravillas,
cajones de higos y aceitunas

Hasta amé alguna vez, a mi manera
repugnante, humana y como todo el mundo llamé a ese logro
libertad erótica, por absurdo que parezca

El trigo cosechado, almacenado; seca
la última fruta: el tiempo
que se acumula, sin usar,
¿también termina?

Del libro Las siete edades (2001) Traducción de Mirta Rosenberg. Pre-Textos, 2011

Amante de las flores

En nuestra familia, todos aman las flores. Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas: sin flores, sólo herméticas fincas de hierba con placas de granito en el centro: las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras llena de mugre algunas veces… Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo.

Pero en mi hermana, la cosa es distinta: una obsesión. Los domingos se sienta en el porche de mi madre a leer catálogos. Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de ladrillo. Cada primavera, espera las flores. Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende que es mi madre quien paga; después de todo, es su jardín y cada flor es para mi padre. Ambas ven la casa como su auténtica tumba.

No todo prospera en Long Island. El verano es, a veces, muy caluroso, y a veces, un aguacero echa por tierra las flores. Así murieron las amapolas, en un día tan sólo, eran tan frágiles…

De Ararat, traducción de Abraham Gragera López

Confesión

Decir que nada temo sería faltar a la verdad. La enfermedad, la humillación, me atemorizan. Tengo sueños, como cualquiera. Pero aprendí a ocultarlos para protegerme de la plenitud: la felicidad atrae a las Furias. Son hermanas, salvajes, que no tienen sentimientos, sólo envidia.

De Ararat, traducción de Abraham Gragera López


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Laydis Soler Milanés

Periodista, amante de la literatura y de la buena música.

Se han publicado 1 comentarios


JD
 12/10/20 21:47

Felicidades para Louise Gluck. Aunque los Nobel siguen su tradicion de ser "indescifrables", pues hay casos que llevan años entre los favoritos sin recibirlos. El más notorio es el del japones Haruki Murakami, pero hay otros igual de sorprendentes. Un saludo a todos

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