Cinco cuentos para no perder el hábito (+PDF)

Con tantas cosas que hacer en la rutina diaria, a veces no tenemos todo el tiempo libre que quisiéramos. Pero eso no significa que debamos dejar el hábito de la lectura. Si no disponemos del tiempo suficiente, al menos podríamos leer, por ejemplo, un cuento, si es que tenemos la disposición.  

El cuento es un género difícil, lograr en un pequeño espacio una trama cautivadora y decir todo lo esencial requiere habilidad. Muchos escritores han sido grandes cuentistas. En Latinoamérica tenemos a Borges, a Cortázar, en nuestro país a Piñera, y quién no recuerda el famoso relato de Senel Paz, "El lobo, el bosque y el hombre nuevo". Esto solo por citar algunos ejemplos.

Los cuentos que recomiendo a continuación no son los mejores que hay, simplemente son una selección entre mis cuentos favoritos. Sin más, aquí los tienen:

Un suceso en el puente sobre el río del Búho (Archivo pdf de 101 KB): Este cuento tiene uno de los mejores finales que yo haya leído. Es del escritor estadounidense Ambrose Bierce, conocido por sus relatos sombríos, y se desarrolla durante la guerra civil de los Estados Unidos.

Pérdida y recuperación del pelo (Archivo pdf de 189 KB): En este cuento Julio Cortázar propone un procedimiento “para luchar contra el pragmatismo y la horrible tendencia a la consecución de fines útiles".

Lista de espera (Archivo pdf de 168 KB): Del escritor cubano Arturo Arango, relata las vicisitudes y las relaciones que establecen un grupo de personas mientras esperan transporte de La Habana para sus provincias en la terminal de ómnibus. Inspiró la película cubana homónima dirigida por Juan Carlos Tabío.

Un Hombre Enfundado (Archivo pdf de 204 KB): Escrita por el ruso Anton Chéjov, erigido como uno de los maestros de la cuentística en el mundo, esta obra relata la misteriosa historia de Belikov, un hombre que temía a todo y vivía de acorde a las reglas.

Razón (Archivo pdf de 43.6 KB): Pertenece al libro Yo Robot del escritor ruso Isaac Asimov, en el cual el autor crea un mundo donde los robots inteligentes existen y trabajan como obreros. Su programación se basa en las tres leyes de la robótica:

• Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
• Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley.
• Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda leyes.

Pero algunas situaciones podrán a prueba el cumplimiento de estas leyes por parte de los robots...