Tratamiento hormonal para el cáncer de próstata

La próstata es una glándula del volumen de una nuez que forma parte del sistema reproductor masculino. Se halla situada justamente debajo de la vejiga y envuelve la uretra, la vía por donde transita la orina desde la vejiga hacia el exterior. Su principal función es originar y segregar un fluido prostático que forma parte del semen, el que traslada y nutre a los espermatozoides durante la eyaculación.

Conjuntamente con su labor en la reproducción, la próstata asimismo desempeña un papel decisivo en la regulación de la salida de la orina. Mientras los varones envejecen, la próstata pudiera incrementar su tamaño, lo que en ocasiones pudiera provocar dificultades urinarias por la compresión de la uretra. No obstante ser susceptible a padecimientos como el cáncer, ella ejerce actividades transcendentales para el funcionamiento adecuado del sistema urinario masculino y de la fertilidad.

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Tipos de cáncer de próstata

Prevalecen esencialmente dos clases de cáncer de próstata:
Adenocarcinoma de próstata: Es el tipo más frecuente de cáncer de próstata, que comienza en las células glandulares de la próstata. Constituye cerca del 99% de todos los cánceres diagnosticados de próstata.
Otras formas menos frecuentes comprenden el carcinoma de células transicionales, el carcinoma de células pequeñas, los carcinomas neuroendocrinos y sarcoma, aunque estos constituyen un porcentaje muy chico de todos los casos de esta enfermedad.

Adenocarcinoma de próstata
Es el que se determina con mayor asiduidad y sobre el que se concentran la generalidad de los tratamientos y las investigaciones vinculadas con esta enfermedad.

Tratamiento hormonal
El tratamiento hormonal, también denominado terapia de deprivación androgénica (ADT, por sus iniciales en inglés), es una elección frecuente para el cáncer de próstata metastásico o avanzado. Este modelo de cáncer estriba en las hormonas masculinas, principalmente la testosterona, para propagarse y crecer. Por eso, el centro de la terapia hormonal es bloquear su efecto en las células cancerosas o disminuir las proporciones de estas hormonas.

La terapia hormonal puede conseguirse de maneras diferentes. Una elección es la orquiectomía bilateral, una cirugía para eliminar los testículos, que son la fuente principal de testosterona en el organismo. Otra alternativa es el empleo de fármacos denominados agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), que bajan la producción de testosterona en los testículos. Estas medicinas generalmente se administran por implante bajo la piel o por inyección y pudieran ser de acción intermitente o continua, según el caso y del plan de medicación determinado por el galeno.

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Efecto de la terapia hormonal
La terapia hormonal no remedia el cáncer de próstata, pero pudiera reducir los síntomas durante períodos prolongados y controlar su crecimiento. No obstante, con el paso del tiempo, algunas formas de cáncer de próstata pudieran hacerse rebeldes a la terapia hormonal, lo que se llama cáncer de próstata rebelde a la castración (CRPC). En estos casos, pueden pensarse en otros tratamientos añadidos, como terapias dirigidas, quimioterapia o inmunoterapia, según la progresión del cáncer y el estado del paciente.

Efectos secundarios de la terapia hormonal
Resulta significativo subrayar que la terapia hormonal pudiera tener efectos secundarios significativos, como pérdida de masa ósea, sofocos, fatiga, disfunción eréctil y cambios en el peso. La conducción de estos efectos secundarios es esencial para restablecer la calidad de vida del enfermo durante el tiempo del tratamiento. Los especialistas en oncología y otros expertos de la salud laboran en colaboración estrecha con el fin de acomodar el tratamiento hormonal en base a las exigencias personales del doliente y para observar de cerca cualquier progresión de la enfermedad o efecto secundario.