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jueves, 28 de noviembre de 2024

La sal, esa enemiga implacable

Resulta necesario aprender a confeccionar platos caseros con alimentos saludables pero sin añadirles nada de sal...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 19/09/2016
6 comentarios

Disminuyendo la sal de las comidas, tanto de las preparadas en casa como de aquellas procedentes de la industria alimentarla, se reduce el riesgo de diversas enfermedades, entre ellas hipertensión arterial, enfermedades del corazón y de accidentes cerebrovasculares.

Estas últimas constituyen las primeras causas de muerte y de enfermedades crónicas en nuestro país y en muchos otros más. Por eso, la sal constituye un riesgo muy serio para nuestra salud y la de nuestros seres más queridos.

Resulta necesario aprender a confeccionar platos caseros con alimentos saludables pero sin añadirles nada de sal, tal como aparecen en las decenas de recetas ofrecidas en el libro cubano Comer, pero sin sal.

CANTIDADES PELIGROSAS

La cantidad promedio de sal consumida por las personas es de aproximadamente 3,400 miligramos al día. Es casi un 50 por ciento más de lo recomendado por los especialistas.

Para reducir o eliminar riesgos, uno de los objetivos es disminuir su ingesta diaria a 2,300 miligramos o aun menos en las comidas de cada ciudadano.

Esta disminución puede ayudar de forma significativa a normalizar la presión arterial y a evitar muchas enfermedades, fallecimientos prematuros y otros tipos de sufrimientos, todos perfectamente evitables.

NO SOLO EN LA COMIDA CASERA

Muchas personas de todo el mundo, incluido nuestro país, desean con sinceridad reducir la cantidad de sodio de sus dietas. Eso es difícil de hacer cuando gran parte de este mineral está en los productos cotidianos comprados en las tiendas y consumidos en los restaurantes y cafeterías.

La mayoría del sodio en nuestras comidas procede de alimentos procesados y preparados. Por eso los consumidores se enfrentan al desafío de reducir su consumo por sí mismos.

La población debe comprar solamente productos bajos en cloruro de sodio. A esto podría contribuir un mejor etiquetado de los productos alimentarios y mucha mayor claridad en sus enunciados impresos.

Y en las diarias comidas caseras, además de eliminar la sal añadida, se deben incorporar al menos cinco piezas de frutas y verduras de 80 gramos cada una, reduciendo al mismo tiempo el consumo de grasas, principalmente las saturadas.

Los consumidores deben tener el poder para controlar la cantidad de la sal presente en los alimentos de la comida de todos los días y de esta manera conservar y mejorar su salud.

Estos nuevos objetivos motivarán un cambio vital y saludable en nuestro suministro de alimentos, una variación deseada por los consumidores.

Estas metas voluntarias pueden tener un impacto significativo en mejorar el bienestar de muchos millones de personas de todo el mundo.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 6 comentarios


Lic. marcel
 3/9/17 10:11

Limitar el sodio reduce ligeramente la tensión (aunque no en todos los casos), pero también puede perjudicar otros indicadores, como los triglicéridos (Effects of low sodium diet versus high sodium diet on blood pressure, renin, aldosterone, catecholamines, cholesterol, and triglyceride. 2011) o la resistencia a la insulina (Low-salt diet increases insulin resistance in healthy subjects.2011)

Nelson Julio
 24/9/16 16:45

Todo el mundo conoce lo dañina que es la sal pero no se enseña como quitarla de las comidas excepto por artículos como éste.

El libro COMER PERO SIN SAL lo enseña con detalle, pero solo se encuentra en formato digital. ¿Por qué no se vuelve a imprimir con una tirada que alcance para todos en Cuba dadas las enseñanzas que ofrece para la salud?.

Sugiero que la dirección de Cubahora eleve esta inquietud al Instituto de Libro y a quien también competa para que se vuelva a imprimir y vender en las librerías este libro de tanta ayuda para la salud de todas las personas.

Linda
 24/9/16 6:10

Este magnífico libro COMER PERO SIN SAL, que he podido tenerlo tiene más de 100 recetas de comidas muy variadas y todas sin sal, solo con especias y hierbas de las mejores. Y que sabor, pues las he probado

Miriam
 21/9/16 23:53

Este libro que aparece en este artículo, Comer, pero sin sal, se agotó enseguida su edición impresa y ahora está en formato digital. Muy bien, pues se ha convertido en un clásico cubano de la comida saludable. Ya lo busqué y para quienes deseen encontrarlo directo, la dirección en internet es:

http://www.libreriavirtualcuba.com/productos.php?producto=16

Ya lo mandé a descargar pues pasa a mi colección.

Dr. Quirantes
 20/9/16 13:52

Gracias por su comentario Sr. A Martins de Costa. En el libro COMER, PERO SIN SAL, que aparece con hipervínculo en el último renglón del tercer párrarfo de este artículo, se ofrecen muchísimas maneras de prepara exquisitos platos sin necesidad de utilizar la sal, para el bien de la salud de todas las personas que lo lean. Saludos afectuosos,

                                                                                 Dr. Quirantes

Anevio martins de costa
 20/9/16 1:38

Parabéns! muito importante esta materia,nos faz refletir sobre como prepararmos nossa propria comida.

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