Cómo cuidar las funciones del cerebro

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo padecen de Alzheimer entre 28 y 33 millones de personas. Es la enfermedad neurodegenerativa considerada la demencia más común,

Afecta alrededor de cinco millones de nuevas personas cada año y aunque se desconocen los exactos mecanismos de los procesos biológicos causantes de este padecimiento, se conocen algunos factores asociados con esta enfermedad.

Entre las causas principales se encuentra la genética, el sedentarismo, la obesidad convoyada por una perniciosa alimentación, así como enfermedades tales como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial además de los traumas cerebrales.

ACCIONES DE PREVENCIÓN

El centro de la prevención cosiste en adoptar estilos de vida saludables. Es de primera importancia mantener una dieta balanceada y saludable, baja en grasas saturadas, alimentos refinados y carnes rojas, incorporando un elevado consumo de verduras, frutas, carnes blancas, aceites saludables así como alimentos integrales y lácteos desgrasados.

Otro aspecto importante es realizar de manera regular ejercicios cardiovasculares, pues elevan la frecuencia cardiaca y aumentan el flujo sanguíneo al cerebro y a todo el cuerpo.

Una vida sedentaria no le permite al cerebro recibir nutrientes y eliminar las toxinas generadas en su interior. A lo largo de muchos años ellas se acumularán y comenzarán a hacer un daño, posiblemente irreparable.

Cuidar la salud cardiovascular no sólo puede disminuir el riesgo de tener una enfermedad del corazón o un accidente cerebrovascular, sino también reduce la posibilidad de desarrollar obesidad, hipertensión arterial y diabetes con probables afectaciones a las funciones cerebrales.

APRENDIZAJE Y CEREBRO

Cada persona en su vida cotidiana debe intentar mantener un aprendizaje continuo, asistiendo a clases y cursos de superación dentro de la educación formal, de forma presencial o vía Internet.

También se puede aprender a construir un mueble, completar un rompecabezas o jugar ajedrez. Esas actividades también harán pensar de manera estratégica, desafiando la mente y beneficiando a corto y largo plazo el cerebro.

También es conveniente mantener actividades sociales o mantener el vínculo laboral de forma indefinida.

Las personas con mayor nivel educativo se encuentran más protegidos contra el Alzheimer o cualquier forma de deterioro mental, cuando se comparan con quienes no han estudiado tantos años.

Las conexiones entre las neuronas se incrementan mediante el aprendizaje. Un cerebro rico en conexiones entre las neuronas aumenta la reserva cognitiva casi de manera ilimitada.

LAS ADICCIONES

Se debe dejar el tabaquismo o nunca fumar. Esta adicción aumenta el deterioro cognitivo, pero dejar de fumar reduce el riesgo de padecer Alzheimer en niveles comparables a las personas no adictas a la nicotina.

Por supuesto, el alcoholismo y la drogadicción tampoco juegan ningún papel entre quienes deseen conservar un cerebro saludable.

LOS TRAUMAS CRANEALES

Otra forma de prevenir el deterioro mental es evitando a todo trance los golpes en la cabeza. Por eso se recomienda usar casco protector al practicar deportes de contacto o al andar en bicicleta y motocicleta, así como el uso del cinturón de seguridad de manera sistemática para quienes circulen en un vehículo.

SUEÑO Y PSIQUISMO

Se debe dormir lo suficiente, pues el insomnio y la falta de sueño puede provocar problemas de la memoria y del pensamiento.

Durante el sueño el cerebro inicia su recuperación y consolida los recuerdos del día.

Debemos estar al tanto de nuestra salud mental, pues una historia de depresión propicia un mayor riesgo de deterioro cognitivo.

Quienes presenten síntomas de depresión, ansiedad u otros problemas deben asistir al especialista así como aprender a manejar el estrés.

Todas estas recomendaciones protegerán nuestro cerebro y ayudarán a mantener una mente lúcida, vigorosa y creativa.