La bayamesa de Ángel Alderete (+Video)

Fue felizmente estrenada el 7 de diciembre último. La historia patria, colmada de casualidades y fechas luminosas, premió con los especiales significados de este día al videoclip de una nueva versión de “La Bayamesa” de Sindo. Una sentida interpretación de la musicalísima Beatriz Márquez acompañada al piano por Alejandro Falcón.

Temprano en la mañana, se escuchó por la radio el tema grabado, gracias a la colaboración del sello Colibrí, en una trasmisión en cadena de las emisoras del Sistema Nacional de la Radio Cubana con Radio Rebelde y la Revista Buenos Días de la televisión. En la tarde-noche, en el Noticiero Cultural, tuvo su estreno nacional el videoclip.

Cuentan que “Mujer Bayamesa” nació, con letra y música, una madrugada de 1918 en el patio de la casa de Eleusipo Ramírez, situada en la calle Manuel del Socorro de Bayamo. Sindo Gumersindo Garay y García (Santiago de Cuba, 1867) pasaba en la cuna de nacionalidad cubana una de sus largas temporadas de fiesta en fiesta y de serenata en serenata. Compuesta cincuenta años después de la segunda bayamesa, la de Perrucho Figueredo, heredaba de sus precedentes la armoniosa conjunción de romanticismo y patriotismo.

Esta tercera Bayamesa es uno de los temas más cantados de la historia de la trova cubana. Era también la preferida del juglar santiaguero, quien, al decir del recientemente fallecido investigador Lino Betancourt, resume en su vida de actor, compositor y cantante a cientos de trovadores de antes y después. Contaba Lino que hubo una noche en que “Mujer Bayamesa” se interpretó en todos los cafés y peñas de Bayamo hasta el amanecer, con tanto ardor que Sindo dijo al final de la jornada que al morir quería que su última morada fuese allí, en la cuna de los autores de las dos primeras bayamesas.

Y así fue, el 20 de octubre 1968 el pueblo de Bayamo en masa salió a despedir al genial Gumersindo. En la que es hoy la Casa de la Cultura se veló por algunas horas el cadáver del músico. Al entrar al camposanto de Bayamo, inmediatamente en una tumba a la izquierda, se puede encontrar una lápida de mármol rosáceo que cubre los restos del gran patriota.

La recreación visual de Ángel Alderete se hizo cien años después y por encargo del Ministerio de Cultura. Forma parte de la campaña #ConLaMismaEstrella, que incluye, además, el videoclip de la primera Bayamesa, al que ya nos referimos en una entrada anterior, y una cápsula de Digna Guerra enseñando a los niños a cantar el Himno Nacional, ambos estrenados en octubre último.

El corto tiene similar conformación que el comentado aquí “Te espero en la eternidad”. Combina la narración de una historia romántica, contextualizada en los años de lucha urbana contra la dictadura machadista, con las tomas de la expresiva interpretación de Beatriz Márquez, que esta vez tiene como fondo imágenes de la propia historia. Es sugerente el destaque cromático de las protagonistas, con sus vestidos en rojo y azul, sobre una paleta predominantemente en blanco y negro. Aunque no brillan en este las sutilezas y el simbolismo de “Te espero…”.

Tal vez, algunos critiquen al video de la tercera Bayamesa la falta de alguna referencia a aquella ciudad, pero vale contraponerle que nuestra historia tiene en su alma mujeres de toda Cuba que brindaron “al hombre, virtudes todas y el corazón”, y si sintieron de la Patria el grito, todo lo dejaron, todo lo quemaron.

Son como dos caras de la misma moneda, la del encargo, la Bayamesa de Joseph Ros y la de Ángel Alderete. Más allá del sello personal que le imprimen sus autores, se estructura, una desde el simbólico collage fotográfico y la otra desde la más tradicional narrativa. Dos retóricas visuales que no llegan a satisfacer las más exigentes expectativas, tal vez por la inmensidad de la encomienda.

Loables intentos para una necesaria revisita a las tradiciones, donde palpitan los más densos patrones que dan sentido a nuestros actos y lirismo en los que enarbolar nuestras aspiraciones.