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lunes, 18 de noviembre de 2024

Guantánamo: 147 años de orgullo para sus pobladores

Una guantanamera rememora los orígenes se su ciudad en el aniversario de su fundación...

Raisa Otilia Martín Lobo en Exclusivo 01/12/2017
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Hermosa, galante y coqueta, hoy Guantánamo, mi ciudad natal, cumple 147 años y sigue linda. Es mi provincia, rodeada de lomas y ríos, la que se erige entre el mar y la montaña. Una tierra histórica que matiza entre sus habitantes blancos, negros, mestizos, indios... varias formas de vivir y actuar.

Esta ciudad surge en el siglo XIX con el empuje de los inmigrantes franco-haitianos. Entonces compran el hato Santa Catalina, territorio poco poblado pero dotado de tierras baratas, fértiles y montañosas, propicias para los cultivos del café y el algodón, sustituido a la postre por la caña de azúcar. Un lugar con las condiciones necesarias para erigirse como centro de una futura población.

Y fue este desarrollo agrícola el que trajo consigo hacia esta zona a cantidad de inmigrantes esencialmente de origen español. Aquí en El Saltadero, una de las laderas del río Guaso y primer nombre que adoptó la ciudad, hicieron sus vidas.

Así florece el primer núcleo urbano en esa margen del río Guaso, centro principal del comercio donde los catalanes habían construido sus almacenes, ventajoso no solo por el puerto, sino por constituir el paso de un lado a otro del río en los alrededores del parque 24 de Febrero, antigua Plaza de Isabel II.

La razón de que la ciudad no fuera formada, sino que surgiera a partir de la expansión comercial, dotó de escasez y simpleza la estructura arquitectónica urbana. Y no fue hasta la década de 1830, como resultado de donativos del aporte financiero de los propietarios asentados en el entorno, cuando florece el comercio.

La otrora plaza Isabel II tiene un terreno de 80 metros cuadrados y fue cedido por pobladores catalanes. En las primeras décadas del siglo XX era un área para representaciones artísticas y circenses que venían a la ciudad. Por esta razón se convirtió entonces en área de recreo para los estudiantes de la Escuela de Comercio, actual Escuela de Economía de Guantánamo.

Hoy el área que abarca la plaza 24 de Febrero es un lugar muy conocido por todas las generaciones de guantanameros que durante su infancia jugaron y disfrutaron en el lugar. Ahí se conservan los adoquines en sus calles y las columnas decorativas típicas de la época para dar la bienvenida a los visitantes por la calle Los Maceo.

El término es protegido por dos cañones que custodian cada esquina de la plaza y embellece el entorno con una glorieta al estilo colonial. Es el lugar idóneo para que cada 1.o de diciembre sesione la sesión so­lemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, la cual entregará el sello conmemorativo y el símbolo de la ciudad (la estatuilla La Fa­ma) a las personalidades e instituciones que apruebe.

Lugares donde ocurrieron hechos históricos rodean las esquinas de esta plaza, como la Taberna El Saltadero y el bodegón El León de Oriente, sitio donde José Maceo brindó por una Cuba libre y soberana. También se exhibe a través de un mural escultórico en alto relieve la entrada de las huestes mambisas a la ciudad, al mando del Mayor General Pedro Agustín Pérez.

Este es, sin dudas, el entorno del sitio donde nació, a orillas del río Guaso, Santa Catalina del Saltadero, nuestro Guantánamo, ciudad que es hoy orgullo para sus pobladores.


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Raisa Otilia Martín Lobo


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