En el Día del Amor, de los Enamorados, de San Valentín, hablar del Amor parecería algo reiterativo, “todo el mundo sabe del amor” me señala una colega y amiga. El Amor celebrado en su Día puede ser de lo más común, en la elección de un regalo, de una cena, de un mensaje de saludo. Aquí me referiré, modesta y brevemente, al Amor consciente, sobre el cual es posible y necesaria la reflexión.
Hoy día el sistema mundo en que vivimos, predominantemente capitalista, ha disminuido, tanto como se puede, los valores positivos del Amor hacia los seres humanos que constituyen una pareja, la familia y/o la sociedad, entendidos dichos valores como ternura, solidaridad, amistad, lealtad, fidelidad, humanidad, servicio desinteresado a otros, a la Patria, a la Ciencia, a la Cultura particular de una nación o grupo étnico, etc.
En lugar de educar en la fuerza positiva y los buenos sentimientos atribuidos al Amor, se escribe, se habla, se acciona a través de los medios de comunicación de muchas maneras que no poseen asideros morales. Preferentemente, estas se refieren al egoísmo, la ambición desenfrenada, al odio por otros seres humanos (por motivos económicos, políticos e ideológicos, raciales, sexuales…). Así, se agrede lo mejor del espiritu humano.
La atmósfera cultural en que se desenvuelven los seres humanos en el planeta Tierra, forma parte de la contaminación ambiental, que amenaza a todos con la destrucción total de nuestra nave colectiva, donde únicamente podemos subsistir el viaje infinito por el Universo.
Desde la Comunidad primitiva hasta el sistema socio económico más avanzado que rige el Mundo, hasta la actualidad mayoritariamente capitalista, la violencia ha predominado en las relaciones sociales. El llamamiento y primer mandamiento de la Cristiandad “Amáos los unos a los otros”, ha sido desoído, tergiversado y traicionado. Todavía no ha llegado a la conciencia social con el efecto esperado.
Sin embargo, ¿qué podemos esperar de un mundo racializado, en profundas contradicciónes culturales consigo mismo, creador de guerras de rapiña generadas por políticas imperiales que aspiran a la hegemonía mundial? Nada. Tan solo la desaparición paulatina, o, acelerada por un golpe nuclear, de los seres humanos de la faz terrena. Este riesgo es verdadero y ¡no excluye a nadie!
Por tales razones, evidentemente graves, es necesario defender al Amor, en todas sus manifestaciones humanas.
Nos recuerda el famoso científico Albert Einstein, en la carta enviada a su hija Lieserl, circulada con asiduidad en las redes sociales: “Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser siente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta”.
El modelo del socialismo cubano, en pleno desarrollo, también requiere del Amor. Es imprescindible construir con Amor un sistema donde se pone en primer plano al hombre y a la mujer, donde se aspira a nuevas generaciones cultas, que lleven en sí, en la conciencia de cada ciudadano y ciudadana, la dignidad de pertenecer a una nueva sociedad, de contribuir a ella y a su defensa.
La sociedad inclusiva a la que aspiramos necesita de ese cálido clima amoroso que está imbuido en la solidaridad, el respeto y la fraternidad entre todos y todas. La violencia, de cualquier índole, resulta el veneno potencial que llevaría a la destrucción de los mejores sueños de los cubanos y cubanas, de sus derechos más preciados.
El amor a la Patria y al Trabajo cotidiano que se realice, se hermanan indisolublemente en el esfuerzo constante y perseverante de construcción del socialismo sostenible. Otros elementos, imprescindibles también, dependen del Amor: la autodisciplina diaria, el ansía de superación, el empeño por producir la riqueza necesaria para el desarrollo cabal de nuestra sociedad.
El amor de la pareja, de la familia, extendido a la comunidad y al centro laboral, indicarían las nuevas potencialidades que emergen del poder amoroso. Entre ellas la unidad indestructible del pueblo frente a la adversidad.
Saber administrar y encaminar el Amor hacia los mejores derroteros es una función social del organo político e ideológico de nuestra sociedad. Se trata de un reto mayor para la cultura política e ideológica cubana, vencerlo solicita atención, orientación y constante examen de los resultados que se van obteniendo
¡Celebremos el Día del Amor, con más amor! Reflexionemos acerca de las grandes ventajas que todavía nos ofrece esta fuerza poderosa para llevar a cabo el avance superior de nuestra sociedad, en medio de las mil dificultades diarias.
Educar con amor a los ciudadanos en sus actividades de múltiples significados laborales, sobre todo, garantiza el decoro a la obra. Recordemos la frase martiana, “Amor con amor se paga”.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.