Nosotros y la Ley del Presupuesto del Estado

Hablamos del Presupuesto del Estado y hablamos de todos, porque todos aportamos a él y recibimos los beneficios derivados de él. Aportamos desde nuestro trabajo diario en una empresa estatal o cuando pagamos impuestos como trabajadores por cuenta propia… Sistemáticamente nos beneficiamos de él en tanto usuarios de los servicios de salud, educación, deporte, televisión, radio…

Partimos de esa premisa y nos motiva el interés de conocer detalles relacionados con la Ley del Presupuesto del Estado del presente año, aprobada el pasado 29 de diciembre en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Por tal razón comparecieron directivos del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) en dos emisiones del programa televisivo de la Mesa Redonda: Alejandro Gil Fernández, viceministro primero; Vladimir Regueiro, director de Finanzas y Precios, y Lourdes Rodríguez, también directiva de la entidad.

DATOS IMPRESCINDIBLES QUE DEBEMOS CONOCER

Para el 2016 se asigna un presupuesto de 52 365,8 millones de pesos cubanos y se contemplan 58 589,00 millones de pesos cubanos en gastos, lo que genera un déficit presupuestario de 6223,2 millones de pesos cubanos.

Gil Fernández puntualizó que se enmarca dentro del plan de la economía, caracterizado por una potenciación en todos los órdenes de sus niveles de eficiencia, para alcanzar el crecimiento proyectado del PIB en un 2 %.

Aseguró el vicetitular que se tuvo en cuenta una mejor compatibilización de los niveles de actividad planteados en el plan de la economía y se prevé garantizar la sostenibilidad de las políticas públicas que se aplican en la actualización del modelo económico.

En relación con el déficit, explicó que aquellos gastos que no se cubren con los ingresos deben financiarse con la deuda pública, con créditos que otorga nuestro sistema bancario, y que, por tanto, deben tener también un límite.

“No se puede gastar más que la capacidad que tenemos de endeudarnos. Tenemos que establecer prioridades por ello. Es algo en lo que hemos trabajado en los últimos años, porque el gasto del presupuesto es una prioridad condicionada por los niveles de ingreso y los niveles de deuda que deben ser sostenibles en el tiempo”.

Ante la audiencia radial y televisiva, Gil Fernández subrayó que los ingresos solo cubren el 90 % de los gastos, por lo que la deuda tiene un componente significativo en inversiones, las que desde el punto de vista social, contribuyen a una población más culta y productiva en el país.

“Lo primero que tenemos que hacer es establecer prioridades —agregó—, y estas responden a las políticas que están aprobadas, por ello tienen un respaldo presupuestario y están garantizados los recursos que las financian”.

Similares a los del año pasado son los niveles de actividad que se prevén para el 2016, para los cuales el presupuesto respaldará los gastos de capital, fundamentalmente en inversiones materiales para el sector presupuestado y obras de infraestructura con crecimiento del 25 % en relación con el estimado del año 2015.

Alejandro Gil añadió que los ingresos se planifican en función de un potencial de la economía y en base a una mayor eficiencia del sector empresarial, en lo asociado con la utilidad.

La Ley del Presupuesto, principal herramienta de la gestión de los recursos de un estado, es una previsión de los recursos financieros y de los destinos, aseguró, y por ello se delimitan las funciones de quien aporta y quien utiliza los recursos. “La Asamblea define cuáles son las prioridades que se deciden captar, el Consejo de Ministros elabora ese presupuesto y en el Ministerio de Finanzas y Precios recae ese encargo estatal. Todo ello está ordenado en un Decreto-Ley que establece este procedimiento —además de la Constitución de la República— para ordenarlo, a lo que se suman otros sistemas que actúan de forma imbricada, como el de tesorería, el sistema tributario”.

Es un proceso de alcance largo y comienza con la aprobación de las directivas generales para elaborar el Anteproyecto de Ley del Presupuesto. “Sobre estas bases, el MFP puede definir precisiones o directivas para organismos, y los que reciben financiamiento elaboran sus anteproyectos. No se trata de sumar, sino de integrar, y es posible la realización de ajustes para lograr los equilibrios presupuestarios”.

Siguiendo este ciclo, ordenado y reglamentado, fue aprobada la Ley del Presupuesto del Estado, que va a regir del 1.^o de enero al 31 de diciembre de 2016, que hace asignación de recursos a los sujetos presupuestarios. “Está contenida en sus regulaciones el uso y los destinos de estos recursos para conseguir los fines previstos en los programas de desarrollo económico y social”.

Vladimir Regueiro insistió en que la Seguridad Social tiene un tratamiento dentro de la Ley para proteger a nuestros trabajadores. Este presupuesto, que viene creciendo, es deficitario y requiere de un manejo específico.

Lourdes Rodríguez promovió la reflexión en torno a las cifras que demuestran lo asignado para la sustitución de importaciones, elemento clave en la economía cubana actual. “Si en el 2014 destinamos 7 400 millones de pesos a esa actividad, este año destinaremos 11 000 millones, y ello demuestra la necesidad creciente de respaldar nosotros mismos el marco económico del país”.

Acotó que el 70 % de los gastos este año estarán dedicados a los sectores de educación, salud, cultura y deporte, y a la asistencia social. “En ello se enmarcan los niveles de actividad previstos, en función de los planes y previendo las fuentes de ahorro con lo que tenemos que hacer más eficiente el uso del gasto público”.

“Le prestamos especial atención al programa de atención del envejecimiento poblacional, con la construcción y mejoramiento de centros educacionales, casas de abuelos, hogares de ancianos, la garantía de ayudas técnicas…”.

Medular fue su aclaración en la primera emisión de la Mesa Redonda en torno al incremento del impuesto por la venta de materiales de la construcción para subsidiar a personas naturales que así lo requieran en la ejecución de acciones constructivas. “Unos 1000 millones de pesos se otorgarán en los presupuestos locales de manera más inmediata, por la manera en que se compensen los flujos. En los gobiernos locales se puede disponer mensualmente de ese recurso”.

Se flexibiliza además la utilización de la contribución territorial, se simplifica el régimen tributario de 17 actividades del trabajo por cuenta propia y se incrementa en un 10 % los límites de gastos deducibles para el cálculo anual sobre el impuesto de ingresos personales, precisó.

Como apuntara Regueiro, la Ley del Presupuesto prevé aplicar en el segundo semestre la contribución especial a la seguridad social y el impuesto sobre ingresos personales a los trabajadores vinculados al sistema empresarial cubano; reduce el impuesto sobre la utilización de la fuerza de trabajo del 12 al 10 % y propone aprobar un grupo de medidas para estimular la producción agropecuaria.

Esta Ley introduce medidas para hacer más eficientes el manejo de las cuentas de tesorería, según explicaron los directivos del MFP. Asegura los gastos que garantizan los servicios sociales básicos en niveles similares al año actual, así como los recursos financieros que sustentan la aplicación de las políticas aprobadas como parte de la actualización del modelo económico.

Los ingresos tributarios se proponen crecer en un 11 %, siendo la fuente fundamental de los ingresos al presupuesto. Los ingresos por las formas de gestión no estatales crecen un 6 %, representando un 8 % de los ingresos tributarios.

La funcionaria explicó que se mantendrá la cobertura de los subsidios a precios minoristas, como la canasta normada, los de la tarifa eléctrica, entre otras producciones que tienen costos superiores y expresión en los subsidios que el presupuesto otorga al convertirse en ingresos al trabajador.

Regueiro explicó que tenemos más garantías a largo plazo. “Los salarios han ido avanzando a mayores cuantías. Las jubilaciones se han beneficiado a partir de la actualización del Código del Trabajo, y se respaldan con más de 100 millones a los más de 1700 pensionados con que contamos en el sistema de Seguridad Social”.

Esta Ley, significó Gil Fernández, expresa avances en el proceso de perfeccionamiento del Sistema de Administración Financiera del Estado, en correspondencia con el pronunciamiento de la Asamblea Nacional: se precisa y acorta el proceso de notificación y desagregación del Presupuesto, se aprecia una optimización de la operatoria de la Tesorería y se reconoce el Estado de Ahorro, Inversión y Financiamiento, lo que permite exponer el resultado financiero y la demanda de financiamiento total del presupuesto, incluyendo la amortización de la deuda pública con vencimiento en el año.