Dos caras de una misma "moneda" mostraron este viernes los equipos cubanos de voleibol que intervinieron en disímiles torneos. A saber, la dupla de playa ganó dos partidos en Rusia, en tanto la selección nacional masculina cayó en un partido amistoso contra el campeón olímpico Francia, de visita en la Arena Futuroscope, en la ciudad de Poitiers.
Aplausos para el binomio de Jorge Luis Alayo- Noslén Díaz, que ganó sus dos compromisos en el exigente Torneo Abierto de Moscú, al que acuden jugadores de exquisito nivel técnico-táctico.
A primera hora vencieron 2-1 (21-19, 13-21, 15-9) a la dupla de Krasilnikov-Reinson.
Un crack Krasilnikov, de 34 años. Campeón mundial en 2019, plata olímpica y un cuarto lugar en 2016. Su pareja Reison, un gigante de 2,09 m de altura y apenas 19 años.
En el pasado, los cubanos habían vencido en un par de ocasiones a esta dupla. Y este viernes repitieron su dominio. Tras un cómodo primer set, cometieron varios errores no forzados en el segundo y eso propició el empate transitorio de los europeos.
Ya en tie break, Alayo-Díaz retomaron el ritmo. El poderoso ataque de Alayo se fusionó con la efectividad en la defensa de Díaz, y ganaron ese primer compromiso.
Este éxito les permitió avanzar a la siguiente fase, en la cual enfrentaron al binomio de Sabaet-Veretyuk. Y realmente, lo apreciado en la cancha fue un "monólogo" caribeño. Así lo mostró el pizarrón final: 2-0 (21-14, 21-16).
Los cubanos fueron agresivos en ataque, perfectos en defensa y concedieron menos puntos por errores que su rival. Hasta ahí las clases.
Así, hoy se enfrentan a otras dos parejas. Si las vencen a ambas, ganarán su grupo preliminar. El Abierto de Moscú es el primero de seis eventos que tendrán los cubanos en este fuerte circuito. Y todos les servirán para, a finales de agosto, volver al circuito mundial en Hamburgo con mayor cantidad de enfrentamientos.
Pero si Alayo-Díaz concretaron esa loable faena, no sucedió igual con la selección nacional masculina, que cayó en el amistoso contra Francia con parciales de 3-1 (25-22, 25-18, 23-25, 25-19).
Como era de fogueo, el técnico Jesús Cruz movió el banco una y otra vez, pues tenía la gran oportunidad de verlos desempeñarse a todos contra el excepcional cuadro galo, segundo del ranking mundial de la FIVB.
Además, pudo contar con la definitiva reincorporación al mondoflex del experimentado central Roberlandy Simón, ídolo en la Liga de Italia por sus potentes remates y especialidad en el bloqueo.
Por eso, más allá de un triunfo o un fracaso ante el cuadro galo, lo importante fue precisar cómo va a encarar la tercera y última parada de la Liga de Naciones de Voleibol (VNL, por sus siglas en inglés), la cual iniciará el próximo día 16, y en la cual cubanos y franceses comparten el mismo grupo que se disputará en la ciudad polaca de Gdansk.
En esa misma llave se desempeñarán las escuadras de Bulgaria, el subcampeón olímpico y anfitrión Polonia, además de China, que "se pinta" como el rival menos exigente.
Cuba ocupa en estos momentos el noveno escaño de la VNL, en la que compiten 18 equipos. Según ha trascendido, los siete primeros en el balance de ganados y perdidos de las tres semanas de la VNL, avanzan a la final en la ciudad china de Ningbo junto al equipo anfitrión.
Los cubanos aspiran a incluirse en ese selecto grupo, tras concluir novena el pasado año y quedarse sin opciones de disputar medallas.
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