Hace mucho, pero mucho tiempo —y esto no es un cuento infantil—, que este redactor no tenía motivos ni argumentos válidos para escribir positivamente de la actuación cubana en un evento o tope internacional de alguna escuadra cubana de fútbol, de cualquier categoría o sexo que fuese.
Las deplorables demostraciones, y por consiguiente, las derrotas de nuestros equipos, llegaban una tras otras. Pues bien, hoy me tocó “quitarme el sombrero” ante la casi debutante selección nacional femenina sub 17, que recientemente enfrentó a la favorita Costa Rica, cuarto lugar de la Concacaf, zona geográfica en la cual gana y pierde con potencias como Estados Unidos, México y Canadá.
Las cubanitas, comandadas por el técnico capitalino Constantino Valdés, acaban de disputar dos partidos amistosos contra las centroamericanas, dirigidas por la experimentada entrenadora Amelia Valverde, en el estadio nacional Pedro Marrero. Pero, más allá del empate 2-2 o la derrota 0-1, demostraron creatividad, buen tino con el balón y una certera defensa en bloque sobre la grama.
En el primer duelo, las alumnas de Valdés no se amilanaron ante la lógica mayor posesión del balón que tuvieron las visitantes e igualaron 2-2, además de que siempre obligaron a sus rivales a venir desde atrás. El primer gol llegó con un penal cobrado por la delantera Yilianni Sablón, luego que la extrema izquierda Leyda Chirino, sin dudas una de las chicas más talentosas del grupo, se escapara a pura velocidad y llegara hasta el área chica para centrar un balón que provocó la mano de una defensa tica.
Y sobre la segunda diana, yo no recuerdo la última vez que vi una similar en un equipo femenino cubano de fútbol. En un tiro de esquina, la defensa central Wendy Corcho le dio un potente golpe de cabeza a la esférica y la mandó a guardar en la valla defendida por la arquera Akira Rabí.
En el duelo del cierre, las cubanitas mantuvieron su esquema competitivo ante el mejor tino con el balón que poseían las centroamericanas: mucha velocidad, piernas duras en el mediocampo y desbordes por los laterales. Pero, a pesar del intento, no cayó el gol y cedieron 0-1.
Entonces, las palmas en este match bilateral contra Costa Rica para la cancerbera Alianne Matamoros, junto a las defensas Corcho, Melissa Cerda, Yamitsleidy Núñez y María Álvarez.
Igualmente, se apreció el talento de sus volantes Sairy Cid, Claudia Prats (capitana) y Yenifer Ramos. En cuanto a Chirino y Maritania Mengana, fueron un verdadero azote para las defensoras ticas, por su velocidad y buenas gambetas para desmarcarse.
Además, vale citar que en la nómina no fue incluida la letal delantera Lilian Pérez, quien se recupera satisfactoriamente de una lesión. Baste citar que Pérez fue la líder goleadora de la selección cubana que intervino en la pasada eliminatoria olímpica sub 23 años, aunque Cuba no pudo avanzar.
“Las cubanas demostraron las cualidades de los equipos caribeños, pues son fuertes y veloces, además de poseer muy buena preparación física. Se supieron desplegar y jugar bien por los laterales, sin dejar de buscar los ataques en línea. Para nosotras fue muy bueno este intercambio no solo futbolístico, sino también de hermandad. Espero que se mantengan estos duelos de fútbol femenino entre ambos países”, comentó a Cubahora la entrenadora tica Amelia Valverde.
Por demás, este match resultó muy beneficioso para ambas escuadras, que se preparan para intervenir en sus respectivos torneos eliminatorios de cara a la final de Concacaf que se disputará en Granada, en marzo de 2016, y concederá tres boletos a la Copa del Mundo, en Jordania.
Para esa final de Concacaf, las cubanitas se eliminarán a mediados de mes en Puerto Rico, en certamen que constituirá su debut en estas lides. Para esa justa, seguramente ya podrán contar con los servicios de su estelar delantera Lilian Pérez.
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