El talento, la entrega y las mañas sobre la cancha, les pasaron factura a los clubes con poderosas plantillas creadas sobre la base de grandes inversiones de “petrodólares”, en dos de los cuatro partidos de ida correspondientes a la fase de octavos de final, en la actual Liga de Campeones del fútbol europeo.
En su feudo del Wanda Metropolitano, el Atlético de Madrid se impuso 1-0 al monarca exponente Liverpool, propiedad del jeque árabe Khaled Bin Zayed Al Nahyan, en tanto el Borussia Dortmund alemán, también en rol de anfitrión, lo hizo por 2-1 ante el París Saint Germain francés, que tiene por dueño al multimillonario catarí Nasser Al-Khelaïfi.
Saúl Ñíguez marcó el gol del Atlético de Madrid contra el Liverpool. Foto:Getty Images
Lo empleado por el técnico argentino “Cholo” Simeone al frente del Atlético de Madrid, era de esperar: un fuerte muro de contención con cinco volantes… y la misión de “llanero” solitario en punta para Álvaro Morata. Llevó ese diseño de juego al gramado, y le ganó el pulso al ataque por todas las bandas, en especial con su letal tridente ofensivo, presentado por el adiestrador alemán Jürgen Klopp.
Los Colchoneros entraron con más ambición que los chicos de la ciudad de Los Beatles. Y apenas a los cuatro minutos de juego, tras un tiro de esquina, apareció el centrocampista Saúl Ñíguez para convertir el 1-0. En los primeros minutos, el Atlético de Madrid condujo el partido y pudo ampliar el pizarrón en par de ocasiones. Primero, el portero Alisson Becker se lo sacó a Morata; y, luego, una centro por lo bajo del también volante Koke que nadie logró empujar.
A medida que pasaron los minutos, el “agua tomó su nivel”: el cuadro español le entregó la pelota a los visitantes; pero el eficiente trabajo de sus hombres en la media cancha, neutralizó las virtudes y el buen trato al balón de su rival; Por eso, Sadio Mané –que pegó más golpes que los que siempre recibe por sus buenas gambetas-, Firmino y Mo Salah, apenas se vieron sobre la grama.
En la segunda parte, Klopp probó con los ingresos de Origi y Oxlade-Chamberlain; pero tampoco vio mejorías. Henderson tuvo la más clara de los Reds sobre el minuto 67 con un remate en la puerta del área, que se fue apenas afuera. El Atlético sacó una mínima ventaja y las cosas se definirán en el estadio de Anfield.
Mientras, en el Signal Iduna Park, el Borussia Dortmund se encomendó a los botines de su joven delantero noruego Erling Haaland, el chico de moda en el actual fútbol europeo, quien le ganó el pulso al estelar y también joven, pero más cujeado extremo francés Kylian Mbappé.
Haaland marcó los dos goles y ya lleva once en apenas siete partidos con el cuadro alemán, en tanto Neymar, que se veía por todas partes pero no concretaba ningún pase, firmó la diana gala.
Ambos conjuntos tenían claro el trabajo a realizar: no dejarles espacios libres a jugadores tan veloces como Mbappé en uno… y Haaland enfrente. Pero Lucien Favré, técnico del cuadro germano, sabía que debía extremar mucho más las atenciones defensivas no solo contra el tridente del cuadro galo, que también enrolaba a Neymar, sino también ante los laterales que siempre pisan el área rival.
No hubo goles en el primer tiempo, en el cual mandó el elenco teutón ante un PSG que solo registró un disparo. Así, las tres dianas llegaron en el complementario. En el minuto 69, un remate de Raphaël Guerreiro fue rechazado y le cayó en los pies a Haaland, quien fungió como buen centro delantero que es y lo mandó a guardar en la valla del tico Keylor Navas.
No obstante el golpe, el PSG no se amilanó. Mbappé armó una contra y Neymar empató seis minutos después. Pero, para desgracia del club parisino, Haaland seguía en el juego y quería dejar esa noche para la historia. Entonces, controló bien un balón en profundidad de Reyna y le pegó potente desde una distancia mayor de 20 metros, para mandarlo a guardar en el minuto 77.
Con esas dos anotaciones, Haaland se convierte en el primer jugador que marca en una misma temporada del certamen con dos clubes distintos. Antes, lo había hecho cuando pertenecía a la plantilla del Salzburgo austríaco.
En otro partido de ida disputado en la fase de octavos, el Atalanta italiano le endosó escandalosa goleada de 4-1 al Valencia español, con dos goles de Hans Hateboer y uno per cápita al aval de Josip Ilicic y Remo Freuler. El ruso Denis Cheryshev salvaba la honrilla del elenco ibérico.
Además, el Leipzip alemán venció 1-0 al Tottenham inglés, con disparo de Timo Werner, tras el cobro eficiente de un penal. Los partidos de ida de esta fase de octavos se reanudarán el próximo martes 25 con los duelos Chelsea-Bayern Múnich y Nápoles-Barcelona, mientras que un día después moverán la esférica Lyon-Juventus y Real Madrid-Mánchester City, siempre en terreno de los primeros.
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