Convertido posiblemente en el único evento deportivo en curso, en un mundo pendiente al desarrollo de la COVID-19, el Torneo de Candidatos del Ajedrez 2020 atrae desde la región rusa de Ekaterimburgo con opiniones encontradas.
Ocho de los mejores jugadores del planeta “pelean a muerte” por el puesto que les permitirá enfrentar al actual campeón, el inalcanzable noruego Magnus Carlsen, quien desde la tranquilidad del público sigue las incidencias de un certamen criticado por unos y apoyado por otros.
El francés Maxime Vachier-Lagrave (2767 puntos Elo), el ruso Ian Nepomniatchi (2774) y el chino Hao Wang (2762) mantienen el abrazo en la cima, dueños de 2,5 unidades tras una cuarta ronda de tablas y varios “encontronazos”, de los cuales solo uno se consideró emocionante.
El calificativo lo recibió la partida entre Vachier-Lagrave y el ruso Alexander Grischuk (2777), quien estuvo a punto de perder por tiempo al consumir inexplicablemente 53 minutos para la movida 19: un obvio movimiento de caballo.
«Hice algo muy estúpido al pensar tanto una jugada que era clara», aseguró a la prensa reunida en la sala de juego del hotel Hyatt Regency, donde habrá acciones hasta el próximo 4 de abril.
Con ese resultado, Grischuk quedó en par de rayas y comparte las posiciones 4-5 con el italiano Fabiano Caruana (2842), mientras cierran la clasificación con 1,5 el chino Ling Diren (2805), el ruso Kiril Aleksenko (2690) y el holandés Anish Giri (2763).
La justa, pactada a doble vuelta, inició sus acciones en medio del pánico que recorre el mundo, pero pese a las varias críticas no fue cancelado.
Las opiniones en contra se han hecho sentir, y una de las mayores preocupaciones tiene que ver con la difícil o hasta improbable posibilidad de regresar a casa al término de la competición. Sucede que las fronteras de muchos países han sido cerradas y no tienen aún fecha de reapertura.
Todos los involucrados reciben controles médicos diarios y solo abandonan sus habitaciones para las rondas, tema que en opinión de la húngara Judit Polgar –analista de la cita– afecta emocionalmente y explica algunos de los errores vividos en los encuentros.
Lo cierto es que la Federación Internacional de Ajedrez decidió no posponer el evento porque Rusia figura entre los países menos afectados por la COVID-19.
Además, todos los jugadores se encontraban en la sede cuando comenzaron las suspensiones de otras justas, y se consideró que esta podía funcionar como aliciente en medio de la inestable situación mundial.
El torneo llega a millones de aficionados mediante internet y constituye entretenimiento para quienes deben mantenerse en casa.
De cualquier forma, las dudas persisten y los mismos protagonistas andan expectantes. Alguno, incluso, confesó que solo cuando esto termine se sabrá si valió la pena (o no) celebrarlo.
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