El sol era fuerte y eso que escasamente pasaban de las diez de la mañana. Denia cumplía con su misión matutina: gastar el saco de discos que tiene a su lado, tantas veces como sea necesario. Raúl, arrellanado en su silla, observa con detenimiento y la corrige de vez en vez. Toca reiterar, sin reparar en el cansancio, los movimientos. “Denia va a llegar lejos. Es muy veloz y cuando logre tener la precisión exacta en sus movimientos va a superar los 70 metros”, me dice. Mi cara es un poema, mi subconciente repara en Sandra. “Pérkovic parece invencible, pero no lo es”. Corría el año 2014 y las metas, pese a Veracruz, se fijaban en 2015, entre Toronto y sobre todo, Beijing.
Allí fue donde Denia Caballero puso en órbita su disco. En el Nido de Pájaros lo hizo volar, y soportó arropada en un tremendo primer envío que alcanzó los 69.28 metros, los embates de sus coespecializadas: Pérkovic y la armada alemana, su compañera Yaimé Pérez, Dani Samuels y compañía. Todas lo intentaron, pero sus esfuerzos no fueron suficientes para destronar a la cubana. Así llegó el primer oro para Cuba en el Campeonato Mundial de Atletismo de Beijing 2015. El primero en la historia del lanzamiento del disco cubano y el primer título para Cuba tras dos ediciones (Daegú y Moscú) de sequía.
A tenor de la competencia recordaba aquella charla de 2014 con Raúl Calderón Pozo con la que inicio estas líneas, y también otras tantas que he tenido el placer de compartir con este preparador cubano. De la última de nuestras conversaciones brotan estas declaraciones en las que el profesor de Yarelis Barrios, Yania Ferrales, Jorge Fernández y por supuesto, de Denia Caballero, valora lo hecho en el Campeonato Mundial y señala el camino que tienen por delante.
—Denia llegó en una espléndida forma al Mundial, ¿verdad?
—Lo cierto es que no hay mucho que reprocharse. En esta etapa, después que culminaron los Juegos Panamericanos y hasta el Campeonato Mundial, Denia adquirió una forma deportiva excelente. Nuestra preparación se limitó entonces a perfeccionar la coordinación. Lanzaba con un disco muy ligero para limar todos los detalles técnicos posibles. Es un ejercicio que se hace para ajustar los movimientos del lanzamiento.
—¿Esperaban hacer 69 metros allí?
—Mira, como te dije ella, estaba en perfecto estado y cuando un atleta está así, siempre se espera lo mejor. Pero te voy a ser sincero, 69 metros es una marca de respeto y no me convencí de que podía salir hasta una o dos horas antes de la competencia.
“Sucedió que me puse a conversar con otra persona muy ligada a la especialidad (una manager portuguesa) y fue ella quien me convenció de la magnitud que podía llegar a alcanzar la actuación de Denia esa noche”.
—Cuentan que las condiciones del estadio no favorecen las grandes marcas en lanzamientos...
—Precisamente, esa era una de las cuestiones por las que me reservaba metros . El Nido de Pájaros es muy alto, y el campo viene a ser un hueco donde prácticamente el aire es nulo, al menos para las pruebas de campo. Normalmente, los grandes disparos se han hecho a campo abierto y con el aire jugando a favor del vuelo del implemento. Los tiros en Beijing son muy reales porque no inciden esas variables. A pura fuerza hay que lanzar allí. Fíjate que durante el Mundial el aire batió una sola vez y fue durante la clasificación de la jabalina.
—¿Lo de abrir fuerte fue estratégico?
—Denia y yo conversamos y estuvimos de acuerdo en que tenía que ser así. Había que abrir fuerte. Presionar, de ser posible, con el mejor disparo. Son cosas que piensas y te planteas. Cosas que pueden salir o no. Nos salió y fue genial. El duelo estaba pactado entre Sandra y Denia y a esta croata para ganarle, tiene que ser así. Llevándola al límite porque es muy competitiva. Ella siempre sale a buscar más, no se intimida.
—Mucho se ha comentado sobre la caída de Denia en ese intento. ¿Qué pasó?
—Yo no vi a Denia caer. Yo me enteré en la zona mixta con un periodista que me hace esta misma pregunta. Mi vista en todo momento siguió el disco y su trayectoria y al ver donde cayó pues me dediqué a festejarlo.
“Después, cuando vi el video de la competencia pude notar que ella, por la propia fuerza con que sale el lanzamiento, inclina el tronco, se descoloca de su posición y pierde el equilibrio”.
—¿La migraña que sufrió tiene que ver con el esfuerzo de ese disparo?
—Así es, ella padece de migraña, pero jamás durante las competencias. Le afecta en los períodos de fuerza máxima. Ese día, en Beijing, Denia hizo toda la competencia después del 69 con migraña. Saca cuentas por ahí de la fuerza que le puso a ese disparo.
—Hablamos de la rivalidad pactada este año entre Sandra Pérkovic y Denia Caballero. A su juicio, ¿cuáles son las potencialidades de una y otra?
—Sandra es una atleta fuerte, pero su mayor potencialidad radica en la parte final de su movimiento. Ella logra casi siempre que su disco salga con un ángulo muy bueno. Es muy raro que haga faltas y el disco siempre le toma altura y por tanto, le camina bien.
“Denia depende de su velocidad. Nuestra atletas son pequeñas en relación a sus rivales y sus condiciones físicas las obligan a perfeccionar la técnica al máximo para poder sacarle todo el provecho posible”.
—Más allá de las mediciones, ¿cuál recuerda como el mejor disparo de Denia Caballero en lo que va de su carrera?
—Ese 69.28 que le vale para ganar en el Mundial.
—Si tuviera que evaluar el lanzaniento…
—Por su significación anda cerca de ser perfecto, pero técnicamente no lo es; tuvo alguna pequeña dificultad en la última parte del movimiento. Si te fijas bien, ella hace un pequeño salto al final que es lo que la descoloca y la hace caer. Esto repercute en el ángulo de salida del disco, que no fue el máximo que pudiera haber alcanzado. Si no sucede esto, ese disparo va más allá de los 70 metros con amplitud.
—Denia ha estado en la cúspide de la especialidad este 2015. El 20 de junio, la cubana puso a volar su disco hasta los 70.65 metros y desplazó a Pérkovic, que reinaba en la temporada con 70.08 metros. El disparo, acaecido en la ciudad española de Bilbao, le aseguró la primera posición del listado global del año y también sentó las bases para el inicio de una rivalidad que promete muchos pasajes para reseñar. ¿Nos cuenta cómo fue el 70.65m.?
—Fue un lanzamiento que avanzó pegado al límite del sector y cayóen esa zona. Técnicamente tuvo algunos problemas, pero lo hizo con mucha fuerza y combinado con las condiciones del lugar, que es un campo abierto, le caminó.
—Cuba, con Denia y Yaimé Pérez tiene dos mujeres en la élite del lanzamiento del disco. Sin embargo, no podemos descuidar el relevo.
—Se está trabajando en este sentido y podemos hablar, sobre todo, de Rosalía Vázquez, que fue la ganadora del Mundial de Cadetes en 2011 y aunque este año, por la propia vorágine competitiva, no pudimos trabajar con ella como hubiéramos querido, sí pudimos lograr que superara los 57 metros con la ayuda de los profesores que la atienden aquí cuando yo no estoy. Este año, que es más calmado en cuanto a las competencias en el extranjero, sí la vamos a tomar de la mano. Su marca personal es de 57.39 metros y en octubre cumple los 20 años.
—Jorge Fernández no participa en el Mundial. ¿Cuáles son las causas de esta decisión?
—Jorge estaba presentando problemas de salud. Primero estuvo lesionado del tobillo y también ha estado enfermo. Nosotros decidimos parar y no ir al Mundial para que pudiera recuperarse totalmente y empezar a trabajar con tranquilidad esta temporada.
—Usted comparte roles de preparador en el equipo nacional con Hilda Elisa Ramos. ¿Cómo valora esta situación?
—Es muy bueno porque siempre es una motivación extra. La rivalidad es bienvenida y nos inspira a dar lo mejor cada día. Yaimé y Denia se miden siempre y esto las hace ser más rigurosas en su preparación diaria porque cada una quiere ganar. Creo que Jorge ha sufrido un poco la ausencia de este sentimiento porque está —como decimos— solo en su peso.
—En determinado momento usted entrenaba a Yarelis Barrios y también a Denia Caballero. ¿Pudiéramos pensar que la presencia de Yarelis frenó un tanto la eclosión de Denia?
—Para nada. Todo a su debido tiempo y a Denia se le preparó paso a paso, se le hicieron ajustes técnicos, cambió su manera de lanzar y esto lleva tiempo. Ella ha estado rindiendo siempre de acuerdo a lo que hemos esperado.
—¿Regresará Yarelis Barrios?
—Yarelis está tratando de regresar. Está haciendo preparación general y buscando recuperar la forma. Tiene 32 años y para nada está acabada. Lo que sea capaz de hacer depende totalmente de ella y del esfuerzo y el tiempo que le pueda dedicar al deporte. Tiene competencia, porque ahora hay dos mujeres, jóvenes y con resultados de talla mundial, pero ella es una gran atleta y el nombre que tiene en esta especialidad se lo ganó por méritos propios.
—Proyecciones para Denia
—Trabajaremos por ser medallistas en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Hay que jugárselo todo allí. Lo demás es entrenar con calma y cuidarla mucho. Denia tiene 25 años, de nosotros depende en buena parte qué tan extensa y exitosa puede llegar a ser su carrera deportiva.
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