Dos noticias ha protagonizado el joven cátcher cubano Ariel Martínez por estos días en Japón. Primero, lo subieron al roster del equipo principal, un día después debutó al batear como emergente y en el juego siguiente calzó los arreos de Dragones de Chunichi para convertirse en el segundo receptor latinoamericano en la historia de las Grandes Ligas niponas (NPB por sus siglas en inglés).
El ascenso de Ariel ha compartido titulares con la soberbia actuación del zurdo Liván Moinelo, quien salvó un juego y acumula seis hold (puntos que reflejan la labor de los preparadores, similar a los que se anotan los taponeros) con los Halcones de SoftBank, franquicia que debe estar deseando apurar el tiempo para contar nuevamente con Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial, varados en nuestro país por la pandemia de la COVID-19.
Fuentes han publicado que ambos partirán el 17 de julio hacia Japón, pero antes de sumarse al equipo deberán cumplir una cuarentena de par de semanas, según las reglas especiales para esta temporada.
Moinelo ha lanzado durante 8.0 innings con 13 ponche y descuella por sus herramientas como parte del bullpen de los Halcones, elenco que no ha tenido un buen arranque en la temporada.
Por si fuera poco, el también cubano Leonys Martín pegó jonrones en tres juegos seguidos con los Marinos de Chiba Lotte, sus primeros palos de vuelta entera en la campaña.
La historia semanal de los cubanos por Asia no termina ahí tampoco, el matancero José Miguel Fernández se mantiene liderando a los productores de hits en la liga coreana (KBO, por sus siglas en inglés) con 80 incogibles y estuvo también al frente del ranking de average y OBP buena parte de la semana. Muy pocos puntos lo separan de la cima en ambos escalafones, así que se auguran jornadas de mucha rivalidad y expectativas.
La noticia de Ariel adquiere más relevancia porque es difícil para cualquier latino entender el idioma japonés, una barrera mucho mayor para un cátcher que debe estar en permanente comunicación con el pitcher y el banco.
Según el sitio beisboljapones.com, el cubano es el quinto cátcher extranjero en la historia de dicha liga (el último había sido un australiano en 2000) y el segundo de América Latina, tras el dominicano Francisco Cabrera, quien en 1994 jugó con Orix.
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Si esos jugadores protagonizaron una buena semana en el lejano oriente, la decisión de cancelar este año la temporada de la liga mexicana de verano por el impacto de la pandemia en esa nación, pone fin antes de empezar a la aventura profesional de cerca de una decena de jugadores que habían firmado contratos o estaban en planes de suscribirlos al amparo de la Federación Cubana de Béisbol.
Pero esa medida, mala para los fichados, voltea las perspectivas de la próxima Serie Nacional cubana. Sube, de golpe, la competitividad de algunos equipos. Dos parecen los más beneficiados: Granma, que de uno más en el pelotón del medio, pasa directamente al selecto grupo de los favoritos; y Matanzas, que si ya era candidato de lujo para revalidar su corona, ahora lo es muchísimo más. Otros también mejoran sus prestaciones y afilan sus armas.
Con Lázaro Blanco al frente de la rotación y Roel y Raico Santos encabezando el lineup, los Alazanes de Carlos Martí pueden soñar en grande, aunque los Cocodrilos, campeones casi tres decenios después de su última corona, no tendrán que prescindir de su as de la rotación, Yoanni Yera, y suman, además, a un repatriado, Yadir Drake, quien jugará con ellos tras cancelarse el circuito mexicano.
Otras ligas profesionales recortan sus calendarios o también se tomarán un año sabático, entre ellas las ligas menores estadounidenses, cuyos talentos han recibido luz verde para alistarse en circuitos invernales o ligas independientes. La ecuación es simple: a más competencia en el mercado menos opciones para los cubanos.
La buena noticia es que la temporada cubana será más interesante de lo imaginado originalmente, con un calendario que ya aprobaron todas las provincias, según declaraciones del propio Director Nacional de Béisbol, Ernesto Reinoso, al término de un recorrido por todo el país.
Se ratifica jugar todos los días, excepto lunes y viernes, en subseries de tres y dos juegos hasta completar 75 partidos por equipos. Los ocho primeros avanzarán a la postemporada con refuerzos solo a partir de la semifinal.
Y mientras todo eso sucede, aumentan los jugadores de Grandes Ligas que renuncian a la próxima temporada de MLB por temor a los contagios con el nuevo coronavirus.
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