Los Toros van por una barrida épica en la pelota cubana

Hoy podría saberse el primer clasificado a la final de la temporada cubana de béisbol, si Camagüey logra en su patio lo mismo que en cancha opuesta, cuando sus jugadores se pusieron audífonos para no sentir el bramido de más de 30 mil aficionados (de los más de 40 mil que estaban en un Latinoamericano viernes y domingo) hinchando por los Leones de Rey Vicente Anglada.

Sucedió lo menos probable, cuando los Toros embistieron par de veces a los Industriales, pese a las reacciones felinas de estos en las postrimerías de ambos juegos. Nadie, ni el más Toro de los camagüeyanos pensó en una gira tan exitosa por la Habana. Una división de honores, como en el otro pareo, era más sensata.

Ahora, las probabilidades dicen que el conjunto de Miguel Borroto tiene las mayores opciones de pasar a la discusión del título en una semifinal recortada a solo cinco juegos para una presunta asistencia del campeón cubano a la Serie del Caribe de San Juan, Puerto Rico, que en definitiva fue frustrada por razones eminentemente políticas.

No obstante, como dice el propio director de los Azules: están heridos, pero no muertos, y si el domingo estuvieron cerca de una remontada épica, ahora con menos presión, casi con el play off perdido, podrían revertir la situación y alargar el duelo contra el líder de la temporada, que cuenta a su favor con un pitcheo más profundo, aunque su bullpen no ha estado hermético.

A diferencia de las aperturas de calidad de Lázaro Blanco y Yosimar Cousín, los relevos no han aguantado las amplias ventajas y los Leones han dejado el empate en ambas ocasiones en las bases en el noveno capítulo. 

Camagüey ha sido mejor. Oportuno con el madero, aprovechando los obsequios del pitcheo Azul y tirado de un Leslie Anderson que quiere irse del béisbol activo con una corona que apenas veía en sus sueños cuando jugaba por otros lares. 

Para el tercer juego fuentes nos han dicho que el abridor será Yariel Rodríguez, quien busca reivindicarse de su mala salida como relevista el viernes. Borroto había dicho que lo iba a emplear como cerrador, pero ni en su actuación anterior, ni en la posible de este martes asume esa función.

De sus 18 juegos lanzados, 15 fueron aperturas durante la temporada y exhibe la segunda mejor frecuencia de ponches (K/9): 8.40, solo superado por el matador azul Andy Rodríguez, único por encima de nueve: 9.98, aunque la tasa de boletos de Yariel es de 4.48. 

Entre Yariel y Frank Luis Medina podrían despedir la última esperanza de los Leones. De hecho, el pitcheo para el tercer choque está a favor de Borroto en su pulso con Anglada, que dependerá del joven Bryan Chi, un talentoso muchacho que se ha ganado el tercer puesto en la rotación de su equipo, pero que jamás ha lanzado en juegos de postemporada a este nivel.

Industriales no ha estado aún delante en la pizarra nunca frente a los Toros en el play off y esa es una clave para ayudar a Chi en sus aspiraciones de caminar lo más posible antes de ceder el paso al bullpen, menos sólido que el de sus adversarios.

Aunque el béisbol es impredecible, no parece que este play off pase del cuarto juego si es que no termina por pollona, pues Lázaro Blanco está listo para el miércoles.

Otro es el panorama en el duelo entre Las Tunas y Matanzas. Freddy Asiel logró su victoria número 20 en partidos de postemporada y garantizó que el duelo llegue empatado al Victoria de Girón de Matanzas, donde los locales juegan más sueltos que en la carretera.

Sin embargo, hay una estadística que no puede pasar desapercibida para el alto mando de los Cocodrilos que no tendrá a su timonel Armando Ferrer en el banco durante martes y miércoles, después que la Dirección Nacional de Béisbol emitiera la segunda circular de la semifinal sancionándolo por actitud antideportiva el domingo, y es sus malos resultados en los juegos chiquitos, definidos por una o dos carreras.

De los cuatro semifinalistas es el único con saldo negativo con diferencias estrechas (16-19), una estadística que contrasta con su diferencial de carreras en la temporada (CA-CP), el más alto: +170, muy por delante de su escolta, Camagüey (+56), y lo que más abunda en esta etapa, con los equipos reforzados y la concentración de la calidad y el talento, son los juegos cerrados.

Los Leñadores desde su regreso el la serie 57 a los play off, solo perdieron la final de aquel año ante Granma y fue en siete juegos, en un dual meet que muchos recordarán porque salvo el último juego siempre ganaba el home club. Saben jugar bajo presión, y hacerlo bien.

Su mentor, Pablo Civil, maneja con buen tino sus cartas y es de los mentores que mejor definido tiene los perfiles de cada lanzador, y los emplea en consecuencia, una práctica muy vulnerada en nuestro campeonato, donde las circunstancias dictan a quién utilizar, aunque las decisiones no sean las mejores.

Para el tercer duelo han sido anunciados el fichaje avileño Yander Guevara, único de staff con más de una decena de éxitos en postemporada (12) y acostumbrado a partidos de este tipo con sus Tigres tricampeones nacionales.

Del bando opuesto la disyuntiva era Noelvis Entenza, de buenas aperturas en el final de temporada, y Yosvani Torres, un pinareño que siempre está pidiendo la bola, y esa es una virtud que hace grande a los pitchers. A Ferrer, me cuentan, le gustó su disposición y se la dio para un partido crucial, pues pone al ganador a las puertas de la gran final.

En Matanzas han cruzado los dedos cuando se supo la decisión, polémica, pero no desacertada, en un momento como este y en un play off corto, en el cual no se puede descartar el componente emocional. En postemporada, Noelvis tiene 6-7 y Torres 15-13 y varios títulos con Pinar del Río. 

Al término del primer choque, Pablo Civil vaticinó que este pareo llegaría al límite. Hasta ahora, aunque para sus adentros no era su deseo, el terreno le va dando la razón. Y yo conservo mi pronóstico de que el vencedor en esta batalla entre Leñadores y Cocodrilos dispone de mejores armas para ganar el campeonato. Pero, vaya usted a creer en augurios.