Se ha ido la quinta parte del calendario y el equipo con más jugadores lesionados anda tirando del pelotón. Con una banca que ha asumido protagonismo como si fueran los regulares mismos, Industriales le saca media nariz a un Camagüey que suple sus cojeras en el pitcheo con un brutal bateo.
Ambos, Leones y Toros, pasaron la escoba entre martes y jueves, cada uno con sus mejores armas. En el Latino, el pitcheo de los Azules aguantó y cuando la situación estuvo tensa, Jorge Enrique Alomá se encargó de voltear el marcador de un palo. Lo demás tiene un nombre: Andy Rodríguez, el matador.
Los camagüeyanos fueron implacables con Artemisa, le dieron con todo a un pitcheo que, por nombres, está por encima de la media. Par de nocauts y 43 carreras en tres juegos, lo dicen todo. Loidel Chapellí asumió el liderazgo de los bateadores con average de .500. Sí, como lo lee, un hit cada dos viajes al plato. Y quien lo secunda es su compañero de equipo Humberto Bravo, quien compila para .491.
Entre los quince de más alto promedio ofensivo, con 35 comparecencias como mínimo, cinco son de Camagüey, y Yordanis Samón, que no aparece en ese top 15, es segundo en carreras empujadas con 23, una menos que Dennis Laza.
Es como la película al revés. Quien se pensaba dependiera más de su pitcheo está ganando a golpe de palos; y el que sí tiene músculos para golpear inmisericorde a la pelota anda rotando con cinco abridores y solo siente algo de presión cuando le toca al bullpen servir de puente hasta que le toque a Andy, máximo taponero del campeonato con cinco. Este jueves firmó dos rescates para irse a la cabeza de los pitchers de su especialidad.
Varios titulares se le han lesionado a Guillermo Carmona en estos inicios de contienda y los sustitutos lo han hecho de la mejor manera posible, al punto de que la gira por el centro oriente dejó un saldo de 8-4 que casi es 9-3, pero el domingo pasado se les escapó una victoria que parecía consumada ante Sancti Spíritus cuando tenían ventaja de nueve carreras. Su debut en el Latino fue con un 3-0 ante los Tigres avileños, el único equipo al que no dominan en el balance histórico.
Y si Camagüey se despidió de Artemisa con par de fueras de combate, Granma no creyó en el bateo de los Huracanes y les bloqueó el home plate en los dos últimos choques. En el primero solo concedieron tres carreras, y Carlos Martí le ganó por barrida el pulso al novel director Michael González.
Esas fueron las únicas subseries rematadas por 3-0. A última hora, no sin sustos, Matanzas salvó la honrilla ante Holguín y Guantánamo soltó toda la impotencia acumulada durante ocho derrotas seguidas para matar en ocho innings a los Elefantes de Cienfuegos.
Los Cachorros estuvieron próximos a empatar en el noveno, después que una base por bolas con los senderos congestionados le abrió las puertas del home a un corredor y había un solo out en la pizarra del Victoria de Girón.
Los Indios enderezaron el rumbo con un ataque salvaje que concluyó con racimo de ocho en el octavo para mandar a los sureños a guardar la escoba para otra ocasión. Todo el lineup oriental pegó de hits, y hasta uno que empuñó de emergente tuvo la dicha de sacudir jonrón en ese turno.
Los duelos entre Las Tunas y Pinar del Río y Villa Clara frente a Santiago de Cuba, se habían nivelado el miércoles. En el juego de la definición, Vladimir Baños dominó a los Leñadores, que tienen saldo de un éxito y ocho derrotas en los partidos entre semana. Si nos guiamos por las cábalas, ahora les toca el desquite, pues los domingos no han perdido y solo el sábado inaugural fueron superados.
Después de un arranque incierto, los Vegueros de Urquiola Jr han mejorado sus resultados y casi juegan para .500 de average. Llevan seis triunfos en sus últimas ocho salidas al campo, y su bateo ha tenido jornadas muy productivas.
Su víctima ahora es uno de los equipos que nadie deja fuera de los pronósticos para la postemporada, pero la escuadra de Pablo Civil no logra armonizar bateo, pitcheo y defensa.
En la jaula de los Leopardos, después de un primer día con marcador desproporcionado, hubo par de juegos amenos, con dominio del pitcheo. En el del adiós, bastó un jonrón de Adriel Labrada en el segundo acto con las bases limpias para confirmar la (mala) suerte de Freddy Asiel Álvarez. Su adversario, Carlos Font, espació cuatro hits y ponchó a siete en siete entradas, y el bullpen mantuvo la ventaja, que fue ampliada a dos en el noveno. De poner el tapón se encargó Yunior Tur, quien enfrentó a dos bateadores y a los dos los mandó arrastrando el bate para la cueva.
El saldo de 2-1, dejó a las Avispas un juego por debajo de los Leones y medio por detrás de los Toros. Nada que no se pueda reajustar en un día. Sancti Spíritus, que solo pudo jugar una vez en La Isla por culpa del temporal, ascendió al cuarto puesto por promedio, en una tabla de posiciones que promete un fin de semana de varios movimientos. Pero de eso, escribiremos mañana.
En definitiva Gallos y Piratas no pudieron jugar
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