Si algo no se puede negar es que en Cuba no hay out para el juego de pelota. Se acaba un campeonato y no pasan ni una hora antes de que la bola de la polémica tome otro rumbo dentro del terreno. Aún los jugadores de Matanzas no tenían sus medallas en el cuello y ya estaba encendida la polémica en torno a la preselección nacional para el preolímpico de Arizona, y después vinieron otras controversias… No habrá medallas internacionales, pero sí debate, y por quintales.
Como es mucho, vayamos por parte. Desde que las autoridades del béisbol nos enviaron la lista de los candidatos para integrar el Cuba supimos que había ausencias que iban a disparar las redes y los sitios especializados en el deporte. A dos de los omitidos en el grupo inicial los llamaron inmediatamente que se convirtieron en trending topic: Yosvany Peñalver y Yordanis Alarcón.
Los números y las herramientas hablan por ellos. Aunque hubiera que convocar a un antesalista más, era poco sensato dejar fuera a Alarcón después de haber sido el segundo en average del campeonato (.378), primero en hit (119), sexto en slugging (.563), décimo en OPS (978), segundo en carreras producidas (116), tercero en extrabases (33), sexto en porcentaje de corredores impulsados desde posiciones anotadoras (34.62), primero en cantidad de veces que impulsó el empate o la ventaja (28). No hubo mejor tercera base que él en la temporada, bate de plata en esa posición.
Con qué argumentos dejarlo fuera. Si los había, del tipo que fueran, debieron decirlos. Peor, a mi juicio, fue incluirlo después sin una disculpa. Quedaron mal parados los seleccionadores ante un caso tan flagrante.
Menos espectaculares fueron los guarismos de Peñalver, aunque estuvo entre los candidatos al Todos Estrellas. Terminó la etapa regular con línea ofensiva de (.350/.452/.458). Sin embargo, sus resultados integrales lo ubican como uno de los jardineros de más proyección en Cuba y con suficientes herramientas para asumir titularidad en un conjunto nacional que ha mostrado evidentes fisuras en esa área del campo.
Creo, incluso, que Peñalver tiene más opciones de viajar al preolímpico que el más longevo de los hermanos Alarcón, quien tendrá que eliminarse en su posición con Alexander Ayala, Yurisbel Gracial, Pavel Quesada, Dayań García, Jefferson Delgado y Raúl González.
Otros casos no corrieron la misma suerte, pese a que también generaron polémica en las redes sociales, como son los casos del paracortos Yordan Manduley y el inicialista Yasiel Santoya, este último bate de plata y guante de oro en su posición. El primera base más integral quedó fuera de la preselección. En Matanzas nadie se lo explica; fuera de esa provincia tampoco son muchos los que se tragan el cuento de que no cabía en un grupo que engordó después.
Nombres más, nombres menos; ahí está lo mejor que se puede convocar entre los jugadores afiliados a la Federación Cubana de Béisbol. Otra vez los fichados en Japón viajarán directo a la competencia, prevista del 22 al 26 de marzo, con la gran diferencia de que unos días antes debe haber empezado la liga profesional nipona para la cual ellos deben mostrar una forma deportiva adecuada. (Nada que ver con lo sucedido en el Premier 12, a donde llegaron Despaigne, Gracial y Moinelo días después de finalizado el play off por el título).
Calmados algunos ánimos con la preselección, llegó el turno a la elección de los estelares del campeonato. La mayoría de los candidatos fueron aprobados por parte de la prensa especializada y directivos de la Comisión Nacional. Sin embargo, hubo que apelar a la votación en dos casos, pues no había forma de construir consenso.
Para el premio al Novato del Año había dos propuestas: el camagüeyano Loidel Chapellí y el cienfueguero Luis Enrique González. Más mediático el primero, que incluso, mostró sangre fría en la postemporada y cada vez que le dieron una oportunidad la aprovechó, luciéndose también en su lado más flaco, la defensa.
Con menos focos encima el sureño, tuvo mejores números, pero no llegó a dos tercios de la temporada y eso tuvo su impacto a la hora de decidir por el subcampeón.
Igual método fue utilizado para elegir al Jugador Más Valioso de la Temporada. De un lado estaba Yordanis Alarcón, del otro el as del bullpen de Industriales Andy Rodríguez. Uno bateador, otro pitcher. Uno con números de ensueño en el difícil arte de batear, el otro todo un matador de lujo y responsable principal de que su equipo llegara a la postemporada.
Primó el criterio de ligas extranjeras de que en la temporada regular lo hecho con el bate pesa más (en Cuba, tradicionalmente, ha sido al revés); fue tan ajustada la diferencia de sufragios que se acordó darle un reconocimiento especial al jovencito capitalino. Merecido, justo, como bien ganado resultó el premio a Alarcón.
Y en medio de todo eso, el caso Yorbis Borroto. El paracortos avileño, refuerzo de Camagüey en la segunda fase del campeonato, solicitó la baja de su provincia para mudarse definitivamente hacia la tierra de lo Toros, y en primera instancia las autoridades deportivas avileñas le negaron el movimiento.
Polarizados los bandos. A favor y en contra. Al parecer ha sido abrumador el clamor que pide que sea aceptado su pedido, que habrá otro round en la negociación.
Solo digo que Yorbis no es un atleta cualquiera, su hoja de servicios a los Tigres, al equipo Cuba y su comportamiento integral merecen un tratamiento singular. A su edad no le queda mucho en el alto rendimiento y terminar su carrera donde más cómodo se sienta, por las razones que sean, debe ser tomado en cuenta.
Se habla también de otros jugadores que quieren mudarse para la próxima temporada, entre ellos el jardinero matancero Ariel Sánchez y algunos habaneros que aspiran a ser titulares fuera de Industriales, elenco en que sus oportunidades parecen restringidas por la gran competencia en sus posiciones.
Se avecina un debate de proporciones XXL, tipo terremoto, si es que la liga cubana de invierno pretende jugarse bajo un formato de unión de provincias vecinas que alguna vez fue exitoso y después todo lo contrario.
De eso no hablemos por ahora, pues nada se sabe, salvo que se jugarán más de 40 partidos con la calidad concentrada y se prevé un campeonato con visos de espectáculo en todos los sentidos posibles.
TODOS ESTRELLAS
Bates de Plata:
Receptor: Yosvani Alarcón (LTU)
1B: Yasiel Santoya (MTZ)
2B: César Prieto (CFG)
3B: Yordanis Alarcón (LTU)
SS: Erisbel Arruebarrena (MTZ)
Jardineros: Frederich Cepeda (SSP-IND), Yasniel González (MYB-CFG) y Yusniel Ibáñez (CFG).
Bateador Designado: Yordanis Samón (IND).
Guantes de Oro
Receptor: Yendry Téllez (CMG)
1B: Yasiel Santoya (MTZ)
2B: Dainier Gálvez (IJV-MTZ)
3B: Dayán García (ART-SCU)
SS: Yordan Manduley (HOL-LTU)
LF: Dailer Peña (LTU)
CF: Eduardo Blanco (MTZ)
RF: Luis González (CMG)
Pitcher: Carlos Santiesteban (HOL-SCU)
Mejor pitcher derecho: Carlos Juan Viera (LTU)
Mejor pitcher zurdo: Yamichel Pérez (SSP-MTZ)
Mejor Árbitro: Jorge Niebla
Mejor Grupo de Anotación: Camagüey (Carlos Vázquez y Sebastián Esquivel)
Mejor estadio: Cándido González (CMG)
Mejor Director: Armando Ferrer (MTZ)
MVP serie: Yordanis Alarcón (LTU)
MVP play off: Yamichel Pérez (MTZ)
Novato del Año: Loidel Chapellí (CMG)
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