Hace pocas semanas la legendaria banda británica de rock The Rolling Stones realizó un concierto histórico en áreas de la Ciudad Deportiva, en La Habana. Ahora no era difícil, si se prestaba atención, escuchar allí todavía los ecos este fin de semana en el Coliseo de esa instalación. Pero esta vez el imaginario ritmo fue de samba. Los judocas brasileños mandaron en el campeonato panamericano. Y los de casa, en definitiva no felices, lograron al menos sonar dos veces el ritmo de conga. Eso resultó poco…
Es necesario recordar que sobre los tatamis se estaban disputando importantísimo puntos, ya casi en una de las últimas oportunidades, para el ranking que permitirá asistir a los Juegos Olímpicos de Río 2016 (previstos del 5 al 21 de agosto). El ganador sumó 400 unidades, en tanto el merecedor de la plata obtuvo 240, y el del bronce 160. Ese fue el gran resorte de este panamericano.
Los dos afortunados dentro de la tropa criolla, esos sí satisfechos con sus medallas de oro, fueron por orden cronológico primero José Armenteros (división de 100 kilogramos) e Idalys Ortiz (más de 78).
No fue todo lo conseguido por nuestros compatriotas, pues la cosecha total resultó además de las dos coronas antes citadas, una de plata y ocho de bronce. La subcampeona fue Maricet Espinosa, 63. Los terceros lugares correspondieron a Dayaris Mestre, 48; Gretel Romero, 52; Anailis Dorvigni, 57; Magdiel Estrada, 73; Yalennis Castillo, Kaliema Antomarchi, ambas de 78; Iván Silva, 81; Alex García, más de 100.
Ese desempeño, válido para el cuarto lugar, clasifica, según escribió el colega Roberto Méndez en el sitio digital Jit, como la peor de los cubanos en campeonatos panamericanos. En el de Edmonton 2015, fueron segundos, con cuatro títulos. Y en Guayaquil 2014 igual posición, pero con siete doradas.
El destaque mayor corrió por Brasil (7-4-6), Canadá (2-5-3) y Estados Unidos (2-2-1).
Lo esperanzador es que cuando bajaron las cortinas 10 judocas cubanos (divididos a partes iguales entre el masculino y el femenino) se encontraban ubicados en la llamada “zona de clasificación”, algo a ratificar en los próximos días.
UNOS DETALLES
Entremos en algunos pormenores de lo ocurrido ahora en el Coliseo…
José Armenteros, ya acostumbrado a los podios, le propinó en la final Ippon al canadiense Kyle Reyes.
“El resultado demostró algo: estamos trabajando muy fuerte”, dijo ya con su medalla de oro colgada al cuello.
Idalys Ortiz, campeona olímpica Londres 2012, enfrentó en la final a la brasileña Maria Suelen Altheman. ¿La sudamericana habrá entrado resignada al colchón? Es que había perdido con la cubana en nueve ocasiones, incluidas los combates por el oro en los campeonatos mundiales de Río de Janeiro 2013 y Cheliabinsk 2014. Y la historia no cambió este sábado en La Habana. Fue su décimo revés.
Ortiz comentó:
“Me siento muy contenta. Es la primera vez que competía en un Campeonato Panamericano en La Habana. Y ello ocurre cuando me encuentro casi a lo que podría ser el final de mi carrera deportiva. Es una bendición esta medalla, que se trató de la primera única de nuestro equipo femenino”.
La artemisa, de 26 años de edad, piensa hacer una pausa en su carrera tras Río 2016, y dar a luz, aunque no descarta un regreso para prepararse con vistas a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Una ausencia muy importante resultó (por una lesión que se considera no compromete su futuro inmediato) la del cubano Asley González (90), plata en Londres 2012, y oro en el mundial de Río 2013.
Bueno, resumiendo: Ahora en el Coliseo escuchamos el sonido de la samba. Ojalá que en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde todo será “a la verdad”, se sienta también el de la conga…
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