Cada cuatro años, la familia del fútbol cubano se cita con la misma fatídica historia: por su endeble accionar sobre las canchas, su selección nacional no colma las expectativas y le dice adiós a una Copa del Mundo.
Realmente, no tengo idea de cuándo tendré la oportunidad de escribir un comentario alentador y positivo. Soy consciente de que van a pasar otros muchos años y seguiré abogando, a duras penas, por el mejoramiento del fútbol cubano. Pero lo cierto es que sin ideas, pletórico de desatenciones defensivas, con pésimo manejo del balón y, por consiguiente, con una penosa sequía goleadora, no se puede vencer en este deporte.
Y eso fue lo que le sucedió a la escuadra del técnico Raúl González Triana, que este domingo fue eliminada de la ruta hacia la Copa del Mundo Rusia 2018, por un equipo de tan pocos argumentos como es Curazao.
En el partido de ida dirimido el pasado miércoles, ambos equipos empataron a cero. Por tanto, Cuba estaba precisada a ganar este domingo, en casa propia, en el estadio capitalino Pedro Marrero. Como los goles de visitante valen doble, un empate con dianas favorecía a los curazaleños.
Y eso mismo fue lo que sucedió. Empate 1-1 y otro sueño interrumpido para jugadores e hinchas de la Isla.
Los cubanos abrieron bien temprano el pizarrón en el minuto 5, cuando Ariel Martínez cobró un tiro de esquina y el defensa central Yenier Márquez cabeceó la esférica, imparable para el cancerbero Eloy Room.
Pero en el minuto 17 llegó la réplica visitante, cuando el volante creativo Vidarrel Marencia le pegó fuerte de zurda desde la frontal del área y el balón hizo contacto con el mediocampista Arichel Hernández, para introducirse en la portería defendida por Sandy Sánchez.
Cuba hubiera decidió el juego a su favor en el minuto 25, cuando Ariel burla el acoso de tres defensores y, de zurda, le conectó fuerte a la pelota. Pero su disparo dio en el travesaño.
Y para colmo de males, en el minuto 45, Curazao desplego su quinto contraataque, apoyado en la velocidad de sus hombres de punta. Sandy salió a destiempo para agarrar el balón, tumbó al delantero Gino Van Kessel y el árbitro panameño Jafed Perea, con justeza, le mostró la tarjeta roja y Cuba se quedó con 10 hombres sobre la cancha.
Por Sánchez entró el arquero Diosbelis Guerra, en tanto el técnico Raúl González Triana se decidió por sacar del partido a Arichel, quien ha involucionado mucho en los últimos años. Así terminó el primer tiempo y en ese preciso momento rompió a caer un aguacero muy fuerte que mantuvo el juego interrumpido durante dos horas.
Al reanudarse y dada la cantidad de agua caída sobre el pasto, el balón no rodaba, los jugadores patinaban en el lodo y la pizarra no vio variación. Entonces, con este empate, Curazao avanzó a la próxima fase eliminatoria de Concacaf para la lid del orbe. Y Cuba, una vez más, quedó a la espera de otra ocasión.
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